Orgullo vs Orgullo [Kaisoo]

Capitulo 3

Por favor lean la nota del final del capítulo😗

🐧

En mi defensa diré quiero no. No fue del todo un placaje. Sí, lo tiré al suelo como de un jugador bruto de esos me tratara, pero en parte fue culpa de la garrapata.

Yo iba a quitarle la dichosa pelota pero el muy idiota frenó en seco, lo que ocasionó que yo no lo viera venir y chocara contra su cuerpo con un sonido fuerte, cayendo ambos al suelo y el balón se alejó de nosotros mientras el silencio reinaba en el gimnasio... o me lo pareció a mí.

Por suerte, al caer, no me había hecho daño ya que fui yo quien cayó bajo la seguridad del otro cuerpo, que recibió el dolor por mí, sumándole el hecho de que lo estaba aplastando. Aunque si es verdad que la caída me dejó algo desconcertado y desorientado por lo que no me moví de mi posición y solo me quedé quieto hasta que mi mente se despejara ¿Qué acaba de pasar?

Cuando quise darme cuenta de lo que pasaba, Jongin me miraba con su típica sonrisa en su estúpido rostro.

-¿Y ahora qué te hace tanta gracia, engendro?

-Deberías quitarte de encima, pesas y nos están mirando raro. Llevas demasiado tiempo sobre mí, Kyungie.

Y ahí iba otra vez, riéndose de mi persona. Mirándome con superioridad como si yo solo fuera un crío inmaduro y torpe.

-Ahora que te veo de cerca... Eres lindo.

¿Qué demonios...? Ese comentario estaba fuera de lugar y, el muy estúpido, consiguió ponerme nervioso. Osea no, eso un chico no se lo dice a otro chico por muy cierto que sea ¡No!

Prácticamente salté de encima suyo y me alejé lo que más pude de él... ¡Maldito pervertido! Mientras intentaba mirar a todas las direcciones menos a él.

Para mi suerte, sonó el timbre que finalizaba la clase y todos se fueron yendo, dejándonos a nosotros aún ahí. No nos habíamos movido de nuestros sitios y yo parecía un congelado. Sí, así bien patético.

-E-Eres un idiota...

-Te sonrojaste y todo, Kyungie ¿Tanto te gustó lo que te dije?

¿Se estaba acercando a mí o era mi imaginación? Ah, no. No era mi mente la que me jugaba malas pasadas, Jongin se posicionó frente a mí de cuclillas y revolvió mi cabello, dejándome atónito ¿Cómo se atrevía?

-¿Qué he hecho para que me mires con tanto rencor? –Me preguntó, poniendo por primera vez una expresión medio culpable y medio confusa-. Yo quiero llevarme bien contigo.

-Entonces no esté en esta escuela. Me quitas toda la atención que antes me daban y me molesta ser un cero al lado del nuevo número uno, tú.

-Oh, eso era... ¿Quieres que te devuelva tu corona, princesa?

En serio, que alguien me detenga ¡Voy a golpear ese rostro suyo!

Segundos atrás parecía alguien que realmente estaba preocupado de ganarse mi amistad. Pero no, a él solo le gusta provocar mis enojos. Parece que disfruta de ese modo.

-Vete a la mierda, negro.

Me puse de pie, sacudiéndome el pantalón de deporte antes de dirigirme rápidamente hacia los vestuarios para poder cambiarme y así poder volver a casa. Me disponía a cambiarme la sudadera por la camisa del uniforme cuando Jongin hizo acto de presencia también. No pude evitar poner una cara de asco al verle nuevamente. En serio, nunca he conocido a nadie que me alterara tanto.

Él también comenzó a desvestirse y, arrugando la nariz, dejé de prestar atención a lo que hacía. Tampoco me apetecía mirar lo que sea que escondiera su ropa. Que asco, seguro es peludo y es un pequeño oso pardo.