Capítulo 8

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De todas las estupideces que he hecho en mi vida, decirle a Jongin que seamos amigos, ha sido una de las peores. Nunca aprenderé. Si ya antes me molestaba que estuviera siempre a mi lado entre clase y clase e incluso en ellas, ahora que siempre estuviera abrazado a mí era mucho peor. Y para rematarlo, nos miraban ya hasta los profesores.

Lo mejor es ignorarlo y he llegado a esa conclusión después de un día incómodo. Soy bien rápido.

Lo único que quería era llegar a mi casa y olvidarme de todo por un rato solamente, pero eso era demasiado pedir al parecer. Algo que jamás hicieron, hoy era el día de hacerlo y unas cuantas chicas nos seguían a pocos pasos de nosotros. Sobra decir que Jongin y yo ahora nos íbamos juntos a casa y no es para menos, éramos ''amigos'' y vivíamos en el mismo edificio por lo que ir separados era un poco tonto.

Solo me preguntaba cuanto tiempo iba a durar todo esto de la extraña fantasía que se han creado las chicas hormonales sin nada que hacer que hacer de mí y la garrapata una pareja homosexual. Osea, what?

-¿Crees que nos seguirán por mucho tiempo? –Me preguntó Jongin una vez que estábamos cerca de llegar a nuestro hogar.

-Sinceramente, no lo sé. ¿Crees que serán capaces de entrar en nuestras casas?

-Las mujeres son muy raras... Puede que sí.

Mi cara de horror mientras decía aquello debió de causarle risa ya que enseguida me miró con esa expresión burlona, tan características de él.

El negro tomó mi mano y echo a correr hacia la dirección contraria a donde vivíamos. No sé a qué venía todo esto pero habíamos conseguido que el pequeño grupo de chicas nos perdieran la pista durante unos segundos. Si en tiempos antes me hubieran dicho que correría solo para que un grupo de locas dejaran de perseguirme, hubiera bufado y pasado del tema. Correr no era de mí especial agrado y más si era por gente que no valía la pena. Si mi vida corriera riesgos, ahí sí, me faltarían pies para correr.

No pude evitar reírme cuando la risa de Jongin llegó a mis oídos mientras recorríamos entre las pequeñas calles del barrio, intentando esquivar a los niños y ancianos que se cruzaban con nosotros. Sin darme cuenta habíamos entrelazado nuestros dedos, pero no me molestó, es más, puse más fuerza en nuestro agarre para que nuestras manos no se soltaran. ¿Quién iba a pensar que las chicas nos seguirían? Ni en mis mejores sueño las mujeres más hermosas corrían tras de mí.

Llegó un momento en el que ya mi capacidad pulmonar no daba para más y debía detenerme o me moriría ahogado. Que exagerado soy, again. Empujé a Jongin contra un pequeño callejón entre las casas de estilo antiguo y me escondí lo que más pude entre las sombras, juntando mi cuerpo con el del negro, que contuvo el aliento como si ellas fueran capaces de escucharla, pero hasta estas alturas ya no sé qué pensar. Me dan miedo.

-¿Se han ido? –Me susurró intentando controlar su respiración, que por la carrera se oía agitada.

-Creo que sí... han pasado de largo.

Nos quedamos un rato en silencio, mirándonos fijamente con una expresión divertida en el rostro, aguantándonos la risa hasta que no pudimos más. Ni quisiera sabía de qué me reía, a lo mejor de lo absurda de la situación o de lo poco verosímil que resultaba todo pero al final y al cabo era gracioso y raro.

-En mi vida he tenido que correr tanto porque mujeres nos siguen. Dios mío... ¿Qué ha sido todo eso?

-Están locas, no busques lógica. Últimamente nada tiene sentido.

Al decir eso último sentí los brazos de Jongin envolver mi cintura, provocándome un ligero cosquilleo allí donde sus manos rozaron mi cuerpo. La cosa se podía poner más extraña.

-Oye, garrapata, ¿qué se supone que haces? S-Suéltame o te golpearé, lo juro.

-Nada es lógico últimamente, ¿verdad?

¿Y ahora dónde quería llegar a parar? Ah, maldita sea la hora en la que este se acercó a mí. Me está poniendo de los nervios y de una manera tan extraña que comienza a resultarme agradable... ¡Desagradable! Sí, eso... desagradable, Kyungsoo. Métete eso en la cabeza.

Intenté apartar sus manos, pero solo conseguí que su abrazo sea más firme entorno a mí, apegándome más a su cuerpo. ¿He dicho que amo mi espacio personal? Bueno, pues esto era una completa violación de ella.

Jongin no dijo nada más, solo se quedó observando en la manera en la que mi rostro expresaba su disgusto por la situación. Ahora deseaba que las locas vinieran y nos espantaban como si fuéramos palomas en un parque.

-Hay algo completamente ilógico que ronda por mi cabeza. Tan ilógico que resulta casi una fantasía. Ah... recién somos amigos y ya lo echaré a perder.

-¿De qué hablas?

Este también está loco, no lo olvides. Y es difícil comprender la locura de los demás, así que deja de esforzarte en intentar descifrar el idioma Simio, aunque sea tu mono favorito este renacuajo.

Lo último que esperaba era que Jongin se acercara más a mí, como si ya no estuviera lo suficientemente cerca. Lo último que esperaba era que una de sus manos subiera hasta mi nuca, enredando sus dedos en mi cabello y, por supuesto, lo último que me esperaba era sentir, algún día, la suavidad del tacto de sus labios contra los míos.

¿Y yo qué hice? ¿¡Qué hice!?

Cerrarlos ojos e intentar disfrutar de lo que sería mi primer beso.



Aquaman - Jay Park

Orgullo vs Orgullo [Kaisoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora