Capítulo 32

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Vale, era obvio que mi madre no se iba a negar a una cena gratis y encima en un restaurante medio famosillo por la carne que servían. No sé ni por qué guardaba la esperanza de que se negara, de que me libraría aunque sea de una noche en tensión. No tengo nada contra la madre de Jongin, es solo que tenía la extraña sensación de que algo saldría mal. Si, bien pesimista yo.

¡Ah! A lo mejor hasta salen las cosas bien y yo me ando preocupando por nada. ¡En fin! Una vez recibí y envié a Jongin la afirmativa de mi señora progenitora, me metí al baño para darme una ducha rápida. La necesitaba después de pasarme una semana estudiando sin parar. La vida que llevo no es de Satán. Mi hermano tampoco dijo nada para protegerme de aquella noche, es más, parecía más que encantado con la idea de comer gratis... Si es que... las cosas gratis mueven al mundo, en serio. Somos una familia de interesados.

Una vez estuve decente, y olía a persona normal, no a un tigre medio muerto de los que hay en los circos de las ciudades. Salí de mi casa a hurtadillas con la esperanza de que nadie me viera y así hablar con la señora Kim de lo que debía o no decir delante de mi madre.

-¡Oh! Cariño, Jongin está tardando un poco en arreglarse pero ya salimos. –Me dijo una vez entré a su casa.

Allí estaba la abuela de Jongin, sentada en el salón con una taza de té o algo así, pero se notaba que era una bebida caliente. Me saludó con una sonrisa que hizo que su rostro se arrugara aún más y yo solo pue sonreír de vuelta.

-No, no importa. Yo venía a decir que... bueno, en la cena de hoy...

-No mencionar a tu madre sobre tus gustos personales. No te preocupes, estoy al tanto de eso. –Me contestó contra todo pronostico.

-¿Cómo?

-Mi hijo me dijo que aún no lo sabe. No te preocupes, lo entiendo. No es fácil decirle ese tipo de cosas a los padres así que mantendré mi boca cerrada hasta que estés preparado.

Su madre era todo un amor, debía de reconocerlo. Y Jongin se parecía tanto a ella, me pregunto cómo es que lo tuvo y está con una mujer. ¿Inseminación artificial? Sería lo más probable.

La señora Kim quería ir en transporte público, por lo que no fue un problema movilizar a cinco personas. Seguramente que en un vehículo más pequeño íbamos a ir agobiados y luchando por el oxígeno.

El restaurante en sí era bastante bonito y acogedor, nada excéntrico como me imaginaba y como se ve en los dramas cuando la típica pareja va a conocer a los ricachones y temibles suegros. ¿Por qué comparo todo esto con un drama? ¡No estoy en la jodida televisión! Ya, vuelve a concentrarte en lo que debes, Kyungsoo.

El único problema aquí es que no sabía qué pedir, ¡todo tenía una pinta genial!

-¿Puedes dejar de babearle a la carta? –Me susurró Minseok al oído.

Levanté la vista para ver como mi madre me daba una mirada de cariñosa advertencia de que debía controlarme pero ¿qué quería? Hace días que no comía bien y ahora quería morder cualquier cosa.

-Lo siento, tengo hambre. –Les confesé a los presente, provocando la risa en los Kim.

-¿Y si pedimos cada uno una cosa y así comemos de todo un poco? –Propuso la madre de Jongin.

Será que tenía otra imagen de la gente con dinero pero eso sonaba tanto a lo que hacíamos nosotros en los buffet libres que me pareció un poco sorprendente su propuesta. ¡Ni que fueran bichos raros! El único raro eres tú, Kyungsoo. Acabaré convirtiéndome en un Simio más.

-¡Buena idea! Sinceramente yo también quiero comer casi todo lo que hay aquí.

Y gracias a mi hermano, no me vi como el único muerto de hambre del lugar. Ya de por si me sentí avergonzado cuando en el subterráneo el sonido que hizo mi estómago hizo eco por todo el lugar.

Orgullo vs Orgullo [Kaisoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora