Capítulo 31

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Sin darme cuenta había pasado casi todo un trimestre y me vi a mí mismo en los exámenes finales. Esos tan importantes por ser el que decide si paso al último curso y... ¡Dios! Estoy muy nervioso. Sí, no soy un genio ni nada por eso pero jamás he repetido curso y por alguna razón ahora tengo miedo de que eso llegue a pasar. No me quedó más que otra que molestar a Jongin una vez también me di cuenta de que no sería capaz de estudiar por mí solo todas las materias.

-¿Cómo puedes no entenderlo? Es simple, Kyungsoo.

Ah, había conseguido desesperarlo en unas cuantas horas por culpa de mi terco cerebro que se negaba a retener la información que la garrapata me repetía y me explicaba hasta que ya no pudo más y no me llamaba por el tonto apodo que me puso, sino que ahora me llamaba por mi nombre real y por alguna razón, una que ni yo entiendo porque no hay quien me entienda, me molestaba. Es como si no me tratara igual, pero bueno, tampoco podía reclamar, soy desquiciante.

-Voy a repetir... lo siento, lo veo venir...

-No te pongas así, es solo que no te concentras... A ver, dime. ¿Dónde exactamente no entiendes? Y no me vengas que con todo porque te golpeo.

Suspiro por enésima vez aquel viernes por la noche, en serio. Me sentía frustrado conmigo mismo hasta el puno de golpearme por Jongin, que se sorprendió al verme dándome cachetadas. Supongo que pensaría que me había vuelto loco o algo por el estilo. ¡Y no estaba equivocado!

Mi madre me había dicho que el asunto de Estados Unidos se lo iba a pensar dependiendo de cómo acabaría el curso y eso me deprimía aún más ya que con el mal presentimiento que tenía acerca de las notas... veía difícil ir. Además comenzaba a sentirme mal por ocultarle a mi madre que tenía una relación con un chico cuando, de repente, a ella le dio por presentarme a las hijas de sus amigas en un intento e que hiciera ''amigas'' pero sabía que ella estaba preocupada de que a mi edad, esa edad en donde las hormonas es lo que mueve el cuerpo, yo aún no haya mostrado el interés que ella esperaba. También le pasó con Minseok aunque hasta yo pensé que él simplemente no las miraba porque para él era más importante estudiar y tal, ¿pero cómo? No tenía excusa.

¿Debería contarle antes de ir? No, seguro que ahí sí que se niega rotundamente por lo que sería mejor seguir esperando un tiempo más, darle pistas, o no sé... Lo que sea para que después nada la tome desprevenida.

Me levanté al día siguiente con unas ojeras que un panda tendría envidia del negro de mi ojos. ¡Después que nadie diga que no me esfuerzo cuando quiero! Antes de irse, Jongin, me había dejado ''tareas'' de repaso y las terminé esa misma noche, o madrugada, ya que no quería desperdiciar mi sábado en repasar ya que tenía que seguir estudiando otras materias. Deportes estaba más que perdida con mi capacidad física por estrés.

-Cariño, estás horrible.

-Gracias, mamá... ¿Qué hay que desayunar? –Le pregunté sentándome en la mesa mientras veía cómo ella se apresuraba en servir lo que sea que haya cocinado.

Eran las sobras de la noche de ayer, bueno más bien mi cena que no pude comer por estar concentrado así que no rechisté. Mi estómago solo pensaba en devorar por lo que me lo comí en completo silencio, mientras sentía la mirada de mi madre clavada en mí.

-¿Has vuelto a hablar con esa niña, Soojung?

¡Ah! Sí. Una de las chicas que mi madre me había presentado había sido la Simia mayor, a la que apenas si podía ver y por azares del destino, su madre y la mía, se llevaban bien. Bueno, esa fue mi desgracia del jueves ya que el viernes, con la excusa de estudiar, me libré de otra presentación inútil.

-No, no me interesa ella. Es... me cae mal.

-¿Por qué? Es muy bonita, además... se le nota que le gustas.

Orgullo vs Orgullo [Kaisoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora