1. Exámenes y sorpresas

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Kyungsoo caminaba agotado hacia la escuela, estaba casi seguro de que caería en los brazos de Morfeo en pleno examen de Matemáticas Avanzada.

¡Maldito Jongin que no lo dejó dormir en toda la noche!

Kim Jongin, su novio, lo conocía lo suficientemente bien y le propuso ayudarle a estudiar con las matemáticas, pero en estos momentos, Kyungsoo solo quería ahogarlo en el río Han por haberle hecho repasar hasta la madrugada.

—¿Sigues enojado conmigo? —preguntó Jongin sonriendo casi con burla, el cual caminaba a su lado sin soltar su mano.

—En serio no sé si enojarme contigo por hacerme estudiar hasta la madrugada o enojarme con papá por ponerse de tu lado —bostezó el bajito, mirándole con fastidio.

—El examen es realmente importante y lo sabes, Kyung —dijo Jongin, sin dejar de sonreír—. Si me hubieras dicho desde un principio que necesitabas ayuda con ello, hubieras podido dormir de lo más cómodo el día de ayer.

El muy hijo de...

—¿Sabes qué, Kim Jongin? Cuando sea el examen de Música y Canto, espero que sufras... y mucho —respondió Kyungsoo con fingida ternura.

—¿Sabes qué, Do Kyungsoo? Recuerda que todavía te amo.

El sonrojo atacó las mejillas del bajito con fuerza y Jongin aprovechó en darle un pequeño beso en la frente. Demonios, el moreno siempre decía cosas como esas en los momentos menos oportunos.

—J-Jongin... —siseó el más pequeño para su vergüenza.

—Y te amo más aún al ver cómo te sonrojas —murmuró Jongin contra su piel y Kyungsoo se permitió soltar un suspiro tembloroso, sintiendo cómo los manos de Jongin estaban acariciando las suyas.

El pelirrojo aún no se acostumbraba a los momentos de Jongin siendo tan malditamente romántico en plena escuela. Ya mucho le había costado lidiar con todo el club de fans del moreno cuando un día Jongin lo había besado (pero con esos besos) contra los casilleros en un arranque de... ¿pasión?

Y desde entonces, era casi imposible tener un momento romántico con tranquilidad en los pasillos de Baekseok.

—Aww, miren a estos dos, aquí todos muriendo por los exámenes y ellos como si nada profesando su amor en nuestras caras —interrumpió Jongdae de pronto, mostrando su característica sonrisa de gato.

Kyungsoo y Jongin habían encontrado la forma de lidiar con las interrupciones de sus amigos, en especial la de Chen, quien parecía no haber superado el no haber descubierto la relación entre los dos luego de todo el problema de los rumores.

—No es culpa nuestra que no tengas a quién profesar amor, Chen —masculló Jongin con fastidio, caminando entre los pasillos, soltando momentáneamente la mano de Kyungsoo para abrir su casillero, mientras que el más pequeño se preguntaba si la sonrisa de Jongdae era real o si solo fingía que eso no importaba.

—Yo ya tengo a alguien para profesar amor, y ese alguien soy yo mismo —dijo el chico sin dejar de sonreír y miró al pelirrojo—. Sabes, Kyung, aún puedes terminar con Jongin y correr el rumor de que él no es un buen novio, ¿qué piensas?

Kyungsoo soltó una risa, mientras se acercaba su casillero y sacaba un libro para la clase siguiente.

—Sabes que no puedo hacer eso, Jongdae —respondió algo divertido—. Lo último que quiero oír es un rumor en este colegio, sabes que ya tuve suficiente de eso.

Habían pasado ya un año desde que la secundaria Baekseok fue invadida por unos extraños rumores enviados vía correo y que logró formar a varias parejas que ahora andaban de los más felices, paseando como Jongin y Kyungsoo.

Se corre el rumor de que te ama » EXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora