Prólogo

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El viaje en primera clase casi fue terriblemente aburrido.

Corea del Sur tenía un clima agradable, no podía negarlo; pero disfrutar el paisaje no es algo que pudiera distraer a su mente. Guardando sus audífonos, tomó su maleta gris y se puso de pie.

—Joven, por aquí por favor —habló uno de los hombres que le resguardaban.

En silencio, caminó detrás de su guardaespaldas hasta llegar a las afueras del aeropuerto, viendo que un auto negro los esperaba en el estacionamiento.

—¿Así que papá en serio sigue con la idea de mandarme acá por haber estado con la hija de la otra familia? —musitó con algo de sorpresa.

El hombre vestido de traje a su lado rio un poco y abrió la puerta del auto para que entrase. Una vez acomodados, se pusieron en marcha hacia Busan.

—Sabes que tu padre no te mandó acá solo por andar con la joven Somi. Este trabajo es importante, hay negocios de por medio y además, teníamos que velar por tu seguridad —aclaró el guardaespaldas y nuevo tutor desde el asiento del conductor—. A tu lado, hay un fólder con los datos de tu nueva escuela, así como un registro de tus nuevos compañeros.

Giró la cabeza y efectivamente, un fólder naranja esperaba ser abierto para mostrar información.

—Así que ya han espiado a mis futuros amigos... —revisó las hojas, enarcando las cejas al ver una cara familiar—. Debe ser una broma, Kibum. No con él. ¿Por qué con ese?

—Órdenes de tu padre. No podemos correr riesgos.

—P-Pero es el hijo de la otra familia, ¿cómo papá puede...?

Su mente no tardó en lanzarle la respuesta en la cara.

Volvió a mirar la fotografía de Kim Jongin abrazando a otro chico de menor estatura en un parque.

Apretó la mandíbula y cerró el fólder con brusquedad.

—Es una prueba, ¿verdad? —susurró.

Kibum suspiró y no tuvo de otra que asentir, con la vista fija en la carretera.

—Tu padre quiere que tú... bueno...

Por unos minutos, el silencio dominó el ambiente.

—Quiere comprobar si puedo seguir su legado —completó, tratando en serio de no perder la calma—. A mí. A su propia sangre...

Kibum esta vez no dijo nada.

Miró el fólder y lo tomó de nuevo, ya con resignación.

Observó una vez más la fotografía de Jongin abrazando a un bajito, era lógico que era su novio.

Debajo de la imagen se leía «Kim Jongin y Do Kyungsoo. Parque Jaemi, Busan».

No podía apartar la mirada de la fotografía.

Veía el amor en esos dos, tan empalagosamente juntos, que frunció el ceño.

—¿Y a quién de los dos se supone que voy a...?

—Tu padre ya te dirá a quién. Pero creo que ya tendrás la idea.

«El dolor físico es para amenazar, fácilmente curable. Si en realidad quieres infringir dolor de forma permanente, debe ser emocional. Padres, madres, parejas, hijos; cualquier ser amado de la persona en cuestión es la clave para obtener lo que quieras». La voz de su padre resonó en su mente y tuvo la idea sobre quién enfocarse.

Vio el amor en la mirada de Jongin en su compañero de ojos grandes, en cómo lo rodeaba contra su cuerpo con cuidado, como si el bajito fuera de porcelana.

—Que así sea entonces —murmuró, considerando diferentes planes para cuando llegara a Busan.

Que Dios ampare a Kim Jongin y a Do Kyungsoo.

Porque no planeaba fallar ante su padre, el líder de la Triada china.

***

Empezamos la segunda temporada con un nuevo personaje. 😌

¿Hombre o mujer?

Aquella persona que logre adivinar quién se unirá a la escuela le garantizo que su nombre aparecerá en esta historia. Que comiencen los juegos, ahq. 😅

Una vez más, mil gracias por su apoyo; valen oro ♡

Se corre el rumor de que te ama » EXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora