Epílogo

7K 677 919
                                    

El tiempo transcurre de forma inevitable, fugaz para algunos, lento para otros.

Los doce chicos sabían que, al terminar la secundaria, partirían a nuevos destinos y que, por ende, las reuniones de siempre empezarían a disminuir.

Cada uno fue adaptándose a su nuevo entorno, a nuevos amigos. Los cambios no eran sencillos y ellos se esforzaron lo mejor que pudieron para enfrentar una interesante etapa en sus vidas: la universidad.

Luhan y Sehun dijeron adiós a Busan, llevándose a Capitán y a Bucky porque no soportaban estar alejados de sus bebés. Decidiendo rentar un departamento cerca de la universidad, la pareja se organizó lo mejor que pudo, entre sus estudios y su propia relación.

—Sehun —susurró Luhan, en el ambiente iluminado solo por una lámpara—. Sehun, despierta.

—Hmmm... Avengers Assemble... —balbuceó el más alto, dormido sobre sus apuntes.

Luhan evitó reírse y acarició el cabello de su novio con afecto.

—Sehunnie, despierta —lo intentó de nuevo, moviendo al chico, logrando que abriera los ojos—. Bebe esto, te ayudará.

El chico bostezó, murmurando un agradecimiento y bebiendo la chocolatada. Estando más lúcido, miró a Luhan y lo abrazó, acurrucando su cabeza en el vientre del otro.

—Ve a descansar —le instó Sehun—. En un momento voy a la cama. Solo deja que termine de odiar a Freud y su obsesión con los penes.

Luhan soltó una carcajada, haciendo reír también a Sehun.

En los días de estudio, eran así. A veces, uno tenía que estudiar hasta la madrugada y el otro le ayudaba sin dudarlo; a veces, solo conversaban de cosas profundas o triviales; siempre tratando de mantener un equilibrio.

Y para sorpresa de todos, rompieron.

... Rompieron las habladurías de los chicos que apenas los conocían en la universidad.

Fueron muy maduros en ese aspecto, ignorando rumores de separaciones e infidelidades descabelladas, sobre todo, porque Sehun empezó a trabajar en la industria del modelaje (para marcas pequeñas, la paga era guardada para futuros eventos) y eso siempre atraía a gente poco amigable.

Yifan y Zitao sabían que mantener su relación no sería sencillo. El menor optó por estar en la residencia de la universidad, conviviendo con un compañero de su misma carrera, llamado Lee Jaehwan, mejor conocido como Ken.

Por otro lado, Yifan tenía una agenda inestable por su carrera en los Samsung Thunders, por lo que, luego de pensarlo mucho, decidió tener un horario sabatino para no perjudicar sus notas; y la universidad lo apoyó al saber que era un deportista elite.

—Sí sabes que la universidad te anotó para las Olimpiadas, ¿cierto? —comentó Zitao, cuando hablaban por teléfono.

—Sí, me avisaron ayer por la tarde —respondió el mayor, con voz emocionada—. ¡Eso significa que te veré el sábado! Te echo mucho de menos...

Para ellos, cada momento juntos era importante. Aprendieron que no debían dar por sentado absolutamente nada. Cada instante juntos era preciado y no temían demostrar cuánto se querían (incluso si eso significaba que Ken chillara como un fan loco al verlos tan cariñosos).

Jongin, tal como los otros, tuvo que mudarse apenas fue aceptado en la Universidad. Su compañero de departamento era nadie más y nadie menos que Jongdae, quien chilló de felicidad (casi lanzándose sobre él para abrazarlo) cuando el moreno le propuso la idea. La verdad es que no sabía en qué estaba pensando. Quería mucho a su amigo, pero a veces...

Se corre el rumor de que te ama » EXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora