03.

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—¡¡Dolió en mi Cora!!—rodé los ojos y lo mire.

—¿Enserio sigues dolido porque mi segunda conclusión fue decirte chismoso?—lo mire algo sorprendida y enojada, eso había sucedido en la mañana y ya eran las 6:00 p.m

—Claro que no—expresó rodando los ojos—No me sorprende que pienses eso, yo mismo sé que soy un chismoso—entonces, ¿qué es lo que le...?—lo que no supero es que no haya alcanzado ¡¡ni una moronita de Pizza!! —Rodé los ojos.

—Felix—me mira—tú sí eres un idiota.

Íbamos directamente a la sala de estar, donde todas las noches nos juntamos los amigos para platicar de lo que pasó en el día, claro, todo lo que se habla ahí se queda guardado ahí, todos los que van a esta hora son hombre y bueno, yo.

Tengo amigos hombres porque son más sinceros, honestos, te cuentan sus bisnes, no te tienen en videos o doble cara como las mujeres, también porque...dios toda mujer prefiere tener amigos hombres que mujeres. Mujer loca quien no tenga por lo menos un amigo hombre.


Para poder llegar ahí tenemos que cruzar los jardines de la institución. Felix, abrió la puerta y me dejo pasar primero, al momento de que abrió la puerta, un viento helado recorrió todo mi cuerpo, haciendo que mi piel se pusiera chinita. Espere a que Felix, cerrará la puerta para seguir caminando.  El seguía y seguí platicando sobre su rebanada de pizza y que le había dolido justamente en el Cora. (Corazón, pero a Felix, le gusta decir Cora).

Empezamos a caminar y escuche como suspiraba, lo mire de reojo y rodé los ojos.

—¿Ya le declaraste tu amor a Calhoun?—exprese con algo de interés. Okay, Felix no es el
Único con amor al chisme, ambos somos muy chismosos, el más que yo. Los dos amamos los chismes, vivimos del chisme, nacíamos para ser chismosos. Bueno, exagere refiriéndome a mi, el si vive del chisme, yo no.

El me mira y niega con la cabeza.

—Contare a toda que mi plan E a fallado.—expresó con tristeza y yo hice una mueca con mis labios, como diciendo "es mejor que pares con tus  bobos planes, amigo bobo".

Por fin llegamos a la sala de estar, Felix, abrió la puerta y entre primero para después entrará Felix.

—¡Ey, Zelina, Feliz!—ruedo los ojos y me acerco a saludar con una sonrisa, extiendo mis brazos para abrazarlo.

Aster, siempre pone apodos extraños y no puedes quitárselos, aunque le hagamos de bromas pesadas, pero bueno, así es el. Agradezco no tener un apodo vergonzoso, como el de Sur, a él le puso bubimen. Creo que se podrán imaginar porque.

—Jaja que chistoso dedos—expresa Felix, ruedo los ojos como diciendo "Este wei ya va a empezar"—De dos metros—empieza a reír y Aster se queda serio y yo simplemente me voy a la sala a saludar a los demás.

—Hola, Hola—expresa Ralph—¿trajiste?—lo mire con seriedad y suspiré y con mi mano toque mi frente.

—Raplh, no voy a traerte más  donas, ya te lo había dicho—seguí mi camino y me encontré con Bubiman—Hola Hans—exprese rápidamente.

Aster le dice Bubiman, porque antes era una bola, literalmente, bueno...estaba gordito, tenía más bubis que yo, entonces lo que hico fue meterse al americano, bajo de peso y aún sigue teniendo bubis, pero ahora si son de hombre.

—Pensé que no llegarían—me saluda.—¿Cómo estuvo tu día?—hago una mueca y me siento en aquel sillón color crema que se encontraba ahí.

—La verdad estaba en la biblioteca leyendo un libro y...—me interrumpen.

—Hola, hola, amigos he—era Mike—me retrasé un poco porque...tuve que dejar a mi chica—ruedo los ojos y me recargo con pesadez. Volteo el libro para empezar a leer, ya que no me interesa la nueva chica de Mike. Al voltearlo vi la portada. "Quinta montaña"

Entonces viene a mi mente aquel accidente que tuve con Frost al salir de la biblioteca. Choque con el tirando sus cosas coloque mi libro aún lado justo alado de este, toca mi mano, desconcentrándome y tomó el libro de él y él toma el libro.

—¡Me lleva!—exprese con enojo. Todos voltean a verme sin entender que pasaba—¡Este no es el libro que estaba leyendo!—exprese molesta levantándome para ir a su dormitorio o, el problema es que no se...¿dónde es?.

—¿Ahora qué te sucede?—expresa Aster, hablando por los cinco.

—En la mañana choque con Frost...—me interrumpe Felix.

—¡Alto, alto alto!—moviendo ambas manos en forma de negación, acercándose a mí con los ojos cerrados, los abre y me ve con asombro—¡Chocaste con Frost y no me dijiste!—rodé los ojos y empuje la puerta para poder salir.

Escucho rápidamente como la puerta se abre y atrás de mi sale corriendo Aster.

—Oye, Zelena—volteo con serenidad—Yo sé dónde es su dormitorio. Yo te llevo—sonrío sin mencionar nada y me dejo guiar por Aster.

Oh my Daddy!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora