Oh my Daddy!

33.

—Perfecto— toma el contrato y sin más sale de la habitación, dejándome algo confundida, ¿que acaba de pasar? Pensé que tendría mejor impacto al firmarlo, no pasó nada, ni siquiera un gracias.

Suspiro con fuerza, tomó mi mochila y salgo de mi habitación, ya no había nadie en el corredor, me siento distinta después de lo ocurrido, a pesar de que no había sido la reacción que esperaba, me sentía como si estuviera cometiendo un crimen o como si tuviera que esconder el peor secreto de todos. Maldita sea, odio esta sensación.

Me acerqué al elevador y lo oprimí, inmediatamente se abrió la puerta, entre en el y nuevamente volví a oprimirlo. Me recargue de este pensando lo que había hecho ¿acaso tomé la mejor decisión? Espero no arrepentirme.

Al sentir que este se había detenido se abren las puertas y todos posan su atención en mi, o por lo menos los que necesitaban ocuparlo, me salí con rapidez y su mirada me seguía. ¿Acaso todos ya saben? o ¿acaso olvide mi ropa? Seguí caminando hasta salir de la fraternidad. Había muchas personas ahí haciendo un camino, sostenían globos blancos y otros lilas, ¿que se hace en estos casos? ¿Pasar o rodearlo? Empecé a caminar por aquel camino creado y cada vez que llegaba a una persona sosteniendo un globo esto lo soltaba. No sabía lo que estaba pasando, me preocupaba, camine más rápido hasta que lo vi con unas flores blancas y lilas. Me acerqué con cuidado.

—Rapunzel Corona...¿quieres ser mi novia?—abrí los ojos sorprendida, pero recordé una parte del contrato.

"Al firmar el contrato para todos serás mi novia pero solo el amo y la babygirl sabrá realmente que sucederá y su puesto."

—Am...¡si claro!—fingí emoción, pues si no lo hago las consecuencias serían peores.

—¡Eres una perra!—todos los presentes volteamos a ver a Tooth y ella se acerca a mi, con su short dejando ver sus bronceadas piernas, sus tacones y aquella ombliguera. Jack me pone atrás de el dándome las flores. —¡Quisiste mi puesto, siempre lo quisiste!—.