05.

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—Tooth está en la biblioteca llorando otra vez—expresa Penélope levantándose de su cama y colgando el teléfono molesta. Yo iba saliendo del baño y la veo con algo de asombro—al parecer Jack la boto ayer después de "su ducha" —abrí los ojos rápidamente, solo tengo una y solo una palabra que describe  lo que siento en estos momentos, Carajo.

—¿Ah sí?—expresé nerviosa, me mordí mi labio ligeramente—hoy estaré, leyendo en...en un lugar que no sea la biblioteca—tome mi mochila y me dirigí a un lugar sin especificar. Ella me mira sin entender la razón de mi absurda excusa.

Salí rápidamente de mi dormitorio y empecé a caminar hacia el ascensor pensando en aquella rotura que en un par de minutos sería la sensación del mes. Habían terminado, días antes de que cumplieran un año, para ser sincera lo que en verdad pienso es: en la pobre ilusa que sigue para ocupar el lugar de Tooth.

Al llegar  oprimí el botón para poder bajar, este tardo un poco, mi mente seguía pensando en todo lo que pasó con mucho cuidado. Al llegar se abrieron las puerta di un paso y me quedé sorprendida al ver quien estaba ahí...

—¿Rapunzel?—expresa con una sonrisa.

—No es cierto—murmulló y él se queda algo sorprendido por mi comentario—Perdón, perdón—cierro los ojos y me adentro al elevador—Hola, Jack ¿Cómo ha estado tu...día? —pregunte pero viendo un punto indefinido, no quiero verlo en estos momentos. Qué vergüenza.

—Bien, muy bien diría yo —suspira con una sonrisa en los labios. Volteo a verlo y asiento ligeramente.—Oye...—voltea a verme—¿A dónde te dirigías?—.

Volteo a verlo y aprieto mis labios con fuerza, pienso un poco mi respuesta: ¿qué pasaría si le digo el lugar donde voy?, ¿que empezarían a decirse en el corredor?

—Si te soy sincera no lo sé—suspiré—por lo regular estoy en la biblioteca, pero hoy tengo ganas de hacer algo

—¿Diferente?—lo miro con asombro y asiento ligeramente—es interesante, cambiar un poco las cosas...me agrada.

Sonrío ligeramente y miro mi teléfono, cero mensajes, genial, en el momento que necesito un mensaje, aunque sea de las noticias, no me llega nada.

—¿Quieres que te acompañe a leer?—carajo, mi respuesta no fue la más concreta o lo que yo había pensado en decirle. Creo que le dije todo lo contrario.

—¿No se molestara tu novia?—cambia su actitud algo más seria, su mirada la desvía un poco y regresa con la mía.

—Ya no somos novios desde ayer en la noche—hace una mueca de lado—a llegado el elevador—miro la puerta abriéndose y veo su mano queriendo decir "adelante" camino saliendo primero del elevador y veo cómo empieza a caminar, me quedo parada viéndolo y el mira a su derecha, deteniéndose y mira hacia atrás—ven yo tengo el mejor lugar para leer a Cohelo.

Oh my Daddy!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora