40. 🔞

130 5 0
                                        

Se agacha y con cuidado me baja las panties dejando mi zona íntima expuesta. El tacto de sus dedos con la piel de mis piernas hacía que se erizara. Mi respiración se agitaba por la cercanía que había de su cara a mi zona.

Podía sentir su respiración, su aliento. Desvía la mirada y de igual forma avienta la prenda a la entrada. Yo solo estaba presenciando aquella escena donde claramente yo era la presa.

—Te juro que me la pones dura—. Eso hizo que me excitara aún más. Me pone otras esposas en los tobillos. Abriendo mis piernas un poco, pero antes besa mis pies con delicadeza, ¿cómo puede ser tan delicado y agresivo a la vez? —. Realmente eres muy sexy baby.

Termina de esposarme y se pone frente a mi. Se levanta y con una de sus manos me toma de la cintura y con otra de la cara, pegando mi cuerpo al de él. Empieza a besarme con mucha desesperación mientras que con su otra mano me apretaba la cadera.

El beso era apasionado, sensual. Metía su lengua a mi boca y yo la succionara pensando que era su miembro. Estaba mojada de solo pensarlo.

—Haré que te corras mucho hoy—. Sentí como su mano dejaba de apretarme para poner sus dedos en mi boca. Los introduce y empiezo a succionarlos hasta déjalos muy húmedos. Posteriormente los baja y empieza a masturbarme.

Gemí al sentir sus dedos en mi intimidad. Mi clitoris estaba disfrutándolo tanto. Quería cerrar las piernas por inercia, pero las esposas lo impedían. Se agacha a recoger  aquella vara, para después ponerse nuevamente de pie, me da una ligera nalgada haciendo que gimiera con fuerza. El dolor combinado con el placer hacia que me provocara cierta adrenalina.

—¿Te gusta baby?—deja de tocarme y me da otra nalgada con aquella vara.

—Si Daddy—. Exprese excitada. Se hace hacia atrás  y aprieta un botón haciendo que las esposas me acomodaran en una poción diferente. Dejándome boca abajo. El empieza a desvestirse y se acerca a mi.

Toma su miembro erecto y lo pasa por mi boca, pues había quedado a una altura que me permitía quedar frente a él. De repente sentí como algo era introducido en mi parte íntima y empezaba a meterse y a salir. Era un tipo de dildo robótico

—Ah—gemí con fuerza por el placer que estaba sintiendo. Era demasiado extasis

—Abre bien la boca Rapunzel—. La abrí entre gemidos y la a introducido toda. Sentí que vomitaría. Nunca había tenido una verga completa en mi boca, siempre ocupó las manos para detener el impacto, pero en este momento Yeni que aguantar. Tuve que respirar con fuerza.

No discutiré qué sentía  mucho placer, no podía concentrarme, quería gritar de lo rico que sentía, de lo incómoda que estaba, porque no podías usar mis manos para apartarlo o sostenerme, estaba totalmente abierta. Con su látigo me daba nalgadas que no eran dolorosas, pero generaban cierta excitación en mi cuerpo. A pesar de que sabía las ganas que tenía de hacerlo con más fuerza, lograba controlarse.

No se cuanto tiempo estuve, pero sentí que ya había llegado a mi clímax hace tiempo y que estaba apunto de tener otro orgasmo hasta que sentí que aquel dildo ya no se introdujo en mi y las esposas hacían que regresara a la posición original. Me desata con cuidado.

—Súbete a la cama—. Con mucho trabajo lo hice. El se sube sobre mi y nuevamente me amarra, realmente estaba cansada de los brazos—. Si juntas los pies también serán amarrados—. Expresa agitado.

—Si...daddy—. Sonríe y se agacha para besarme.

—Esa es mi niña—. Mientras bajaba, se detiene en mi pechos y con una de sus manos aprieta uno—. Se ven deliciosos. Se lleva uno a la boca y sentí como su lengua empieza a jugar con mi pezon. Mientras que con la otra jugaba dentro  de mi vagina. Al terminar saca los dedos y se los lleva a la boca.

—Mi postre favorito desde ahora—. No voy a negar que me ha ruborizado y excitado. Este hombre con esa voz hace que me moje demasiado.  Baja y empieza a pasar su lengua por toda mi vagina.

Sentía tan rico que no pude aguantar y recargue una de mis piernas en su hombro.

—eres desobediente— y rápidamente me amarra los pies, pero por si fuera poco, debajo de la cama saca unas pequeñas mangueras y me las pone en mis senos, estaban frías por lo que me quejé. En eso sentí como empezaban a succionarme llenándome de placer. No podía agarrarme  de algo porque mis manos estaban totalmente indispuestas.

<<¿De donde saca todo esto?>> argumente.

Mientras gemía sentí como su verga  entró con fuerza. Se me había olvidado lo gruesa que era. Empezó a embestirme con fuerza y rapidez. Giraba la cadera para poder recorrer todo por dentro.

Sentí como en un momento rápido hice un squirt, dejando todo mojado, había llegado al clímax, pero el no. El siguió hasta que se vino. Y lo hizo adentro.

Sale de mi y se acerca a los cajones sacando otro juguete, me lo pone en mi zona íntima y sentí como succionaba. Ya no podía tendría otro squirt. Cuando ocurrió lo quito y puso su boca en mi intimidad tragando mis fluidos.

Estaba agotada ya no podía más, sentí como apaga el aparato y lo vuelve a guardar, me quita las esposas. No podía moverme, estaba cansada, estaba agotada físicamente. Con mucho cuidado me pone una bata color lila y me carga entre sus brazos hasta llevarme a una habitación. Su color blanco era precioso y había un difusor que hacía que el cuarto oliera muy bien. Me recuesta con mucho cuidado y me acaricia con delicadeza.

¿Cómo es que este hombre puede ser perturbador y delicado a la vez?

—Descansa mi bella flor—. Sonrió y sin más mi ojos se cerraron por completo

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 30, 2024 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Oh my Daddy!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora