4. Kyle.

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Narra Kyle.

–Bien alumnos, es hora de comenzar a hacer los equipos para el nuevo proyecto de la materia, todo esto para que comiencen a ponerse de acuerdo con sus respectivos compañeros. –Pues sí, ahí estaba otra vez el profesor de Biología hablando como siempre de cosas sin sentido, digo ¿Qué fue eso de que nos quiere unir con otro grupo?, pero ya qué, donde manda capitán ni alumno que los moleste.- Bueno, los equipos los voy a acomodar por número de lista, Rubén con Paulina, Marisa con Maira, Monica con Priscila… -Me encontraba muy distraído garabateando mi cuaderno de biología y esperando a que pasaran mi nombre. A la larga supe que era mi turno y…-Kyle con Layla.

Se me deformó la cara al instante, Layla me odia, me queda claro. Pues si me pongo a hacer un recuento de todas las veces que nos hemos topado siempre ha sido un hola cordial y nada más. Cuando estamos con amigos en común siempre terminamos discutiendo por algún tema, queda claro que no nos podemos poner de acuerdo para ningún tema.

Si este proyecto consiste en quienes se lleven bien, ya reprobamos, eso creo. Pero qué tontería de parte del profesor, ¿Para qué quiere que convivamos con otros salones? Claro, así puede evaluar dos salones a la vez y podrá librarse de todos nosotros antes de tiempo. Pero que inteligente profesor tenemos. Bufé de frustración.

Pues bien, ahora tengo que comenzar a tratarla más sin que tengamos alguna discusión para poder trabajar con un poco más de comodidad, porque queda claro que peleando no vamos a llegar a nada bueno. Y necesitaré un poco de ayuda para comenzar a tratarla, unos consejos tal vez, alguna buena idea se me tiene que ocurrir, si comienzo a recurrir a los amigos con los que se junta  tal vez puedo hacer algo bueno, además, quien no arriesga no gana. Menudo proyecto.

Y la persona que me puede ayudar con ella, pues creo que sólo Esteban, le preguntaré, a lo mejor y me ayuda. Necesito hablar más con ella, también necesito una buena calificación si no quiero volver a cursar esa materia.

 Al salir de clase  me dirigí a la cafetería por algo de comer mientras pienso como puedo hacer para poderme llevar bien con Leyla, bueno, para que ella me tolere sólo un poco más de lo que ya lo hace. Pero claro, algo tenía que sacarme de mis pensamientos, mi celular sonando en el bolso de mi pantalón, genial… Miranda. Pero para mi suerte el que viene ahí es Esteban, creo que Miranda puede esperar.

-Hey, Esteban, ¿Qué tal?

-Hey Kyle, ¿Qué hay?

-Esteban necesito tu ayuda, ¿Podrás?

-Pues dime para que soy bueno.

Una oportunidad para poder comenzar con el pie derecho con Layla.

-Bien, la cosa está así. Nuestro profesor de Biología nos encargó hacer un proyecto con los de otro salón y me tocó hacer el trabajo con Layla. Y creo que puedes ver que siempre terminamos discutiendo por cualquier cosa o de plano terminamos sin hablarnos. ¿Algo que deba tomar en cuenta?

-Pues ella es como cualquier otra chica, lo que pasa es que ustedes parecen como polos opuestos.-Me quedé esperando por un rato hasta que continuara hablando- verás, tu eres de los que se la toman todo a la ligera, todo te parece broma, y ella es algo más responsable. Sólo debes encontrar un poco el hilo que lleva ella y seguirlo.

-Y yo podría comenzar haciendo…

-compórtate más serio y ya, eso es todo. O trata de cambiar la actitud de Leyla, lo que pase primero.

Ambos nos quedamos mirando ante aquella posibilidad de poder cambiar a Leyla y actitud y llegamos a una misma conclusión; IMPOSIBLE.

Desde el lunes que nos dimos cuenta de cómo íbamos a hacer proyecto y Esteban me “aconsejó” pues  cada vez que me topaba a Leyla la saludaba mejor y trataba de que cuando podíamos platicar bien, que sucedió exactamente una vez, no llegáramos a una discusión.  Llegaba y la saludaba de beso, y aunque ella se quedaba indiferente no desistí.

Otra vida fuera de la rutinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora