20. Ese "algo".

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Los días después de aquel incidente pasaron como si no hubiera pasado nada. Kyle y yo seguíamos tratándonos casi igual, Max ahora lo ignoraba, aunque para Kyle era como si no pasara nada. Le daba absolutamente igual lo que hiciera o no Max. Mónica hablaba un poco más con nosotros, y ahora era yo quien quería que dejara de hablar.

Parecía perico, y eso no era lo malo, lo malo es que ya hasta hablaba por los codos. Muchas personas que pasaban por la mesa en la que estábamos se quedaban un poco a platicar con Mónica y a veces con Kyle, y nosotros volvíamos a ser ignorados, primero por Mónica, y luego por sus amigos.

Ian seguía por donde mismo, cada quien por su camino. Las veces en que me puse a observarlo, el actuaba como que ni nos conocíamos, sí, me ignoraba completamente, aunque tampoco me preocupaba demasiado, pero quería comprobar si lo que me había dicho Max era cierto. Pero Ian ni nos pelaba.

Max y yo no volvimos a salir en esta semana, puesto que el sábado iríamos temprano a las albercas y ocuparíamos el domingo para nosotros, compensaríamos no haber terminado nuestra tarde como era debido. Teníamos varios días también que después de despedirnos seguíamos hablando por teléfono y nos desvelábamos. Ahora ya ni faltaban los mensajes de los buenos días. Digamos que en ningún momento tuve tiempo de pensar en Kyle.

Porque me daba miedo pensar en él, siempre que lo hacía recordaba cuando estuvo muy cerca de mi cara, o el abrazo que nos habíamos dado. Recordaba la corriente eléctrica que subía por toda mi columna vertebral y se descargaba un pequeño dolor en mi vientre.

Cuando tenía estos pensamientos había comenzado a considerar que sí lo que yo creía que estaba pasando, se volvía muy repetitivo y de igual intensidad, tendría que terminar mi relación con Max, porque yo a él lo quería, y eso era cierto. Pero tampoco podía permitirme tener estos sentimientos estando con él. No merecía esto.

Lo que necesitaba hacer con mucha urgencia era hablar con alguien, pero es que ¿Cómo iba a poder explicar algo que apenas yo intentaba comprender?, ¿Cómo quedaría ante los ojos de quien se lo dijera? Estás con Max pero sientes una estrujada horrible cuando Kyle está cerca de ti. Estaba siendo hipócrita.

Y puedo asegurar dos cosas, y tal vez más. Pero lo cierto es que no estoy enamorada de Kyle, pero sí sé que lo quiero, lo quiero como un amigo, ¡Sí!, lo quiero como un amigo. Y que a Max lo quiero justo como hemos estado hasta ahora, como novios. Porque Max es todo lo que quiero, y con eso estoy feliz.

Mi cabeza es un completo lío. No sabía que pensar, ni que decir. Mucho menos sabía que sentir. Ni siquiera puedo recordar desde cuando comenzaba a ver mi vida que se volvía loca pero complicada. Tampoco recordaba haber tenido tantos líos con los sentimientos, si no me interesaba algo, pues no lo pensaba y ya.

Y antes de que en mi cabeza explotara alguna neurona, me sacaron de mis pensamientos el timbre indicando que era hora de irnos a casa. Pero Kyle y yo hoy terminábamos nuestro proyecto y ya podría pasar más tardes con Max, se despejaría mi cabeza viendo que simplemente la cercanía con Kyle me confundía porque sabía hacerme enojar y luego como si nada quería que todo se arreglara. Aclararía este feo lío y sería feliz otra vez. ¡Qué bonito se oía!

Salí del salón y esbocé una sonrisa cuando vi a Max.

–¿Hoy toca proyecto?

–Sí, pero ya hoy será el último día que nos juntemos. –Le di una enorme sonrisa.

–Eso significa más tiempo, juntos.

–Eso fue lo que estuve pensando, que ya vamos a tener más tiempo para nosotros dos. Y eso me gusta mucho.

–A mí también. Recuperaremos el tiempo que no estuvimos juntos en este casi mes que llevamos saliendo.

Y esta era una de las razones por las cuales me encantaba estar con Max, era la persona que me hacía olvidarme de mis problemas. Otra vez todo volvía a ser casi color rosa, excepto por unos pequeños detalles, pero fuera de eso, todo estaba normal.

Otra vida fuera de la rutinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora