El transcurso de la semana hasta el miércoles fueron normales, y por normales quiero decir que no tuve ningún percance con Ian, que Esteban se burló de mi cuando le conté de la fiesta y que no tuve ni señas de Kyle. Incluso podría decir que se sentía genial no estar enfadada por comentarios provenientes de Kyle, pero por otro lado era extraño no verlo cerca.
No teníamos ningún motivo para vernos más que el proyecto, pero aún no teníamos clases con el profesor y no nos había dado los temas. Lo único diferente fue que mi círculo de amigos– Esteban, recientemente Kyle y yo– se nos había unido Mariele, después que nos vimos en la fiesta y me mangoneó en la fiesta, consideró que volvíamos a ser grandes amigas.
Hoy miércoles nos tocaba clases de biología y nos mandaron llamar para poder juntarnos en un salón más grande puesto que el profesor decidió juntarnos con el otro grupo. Todos se habían sentado con su habitual pareja, unos estaban parloteando y otros simplemente perdidos en su celular, y yo aquí buscando con la mirada a Kyle, porque no entendía como era que en un fin de semana se podría convertir en un total descuidado.
Seguía desviando mi mirada por las personas que venían entrando y los que ya estaban sentados, tratando de encontrar esos cabellos desordenados por la sala.
–¿Buscas a alguien?
Levanté mi cabeza un poco para encontrarme con esos ojos chocolatosos y divertidos que ahora me veían.
–Te buscaba a ti, pensé que no venías.
–Tuve una pequeña distracción pero ya estoy aquí, aunque parece que he llegado temprano.
–Si lo dices porque el profesor de biología no ha llegado aún, déjame recordarte que para él, trabajar no es algo que el prefiera en la semana ni en el fin de semana.
Asintió con la cabeza dándome la razón mientras ponía una mano en mi espalda para conducirnos a unas sillas libres.
Pasaron como mucho 10 minutos más cuando el profesor nos maravilló con su presencia–nótese el sarcasmo– y comenzó a escribir una lista de temas en el pizarrón con un color verde que definitivamente te lastimaba la vista y comenzando su discurso de lo que quería ver y como iba a evaluar.
Saqué mi cuaderno para comenzar a anotar puntos importantes de la evaluación, quería salir bien en esta materia, nuevamente, así que no quería perder ningún punto de vista, lo que fuera que me ayudara para que nuestro trabajo saliera excelente.
–¿Qué anotas Leyla? – Preguntó Kyle sacando una pluma de su mochila.
–Puntos importantes para que nuestro proyecto quede bien, es importante sacar una buena calificación.
Justo cuando pensé que él iba a sacar su cuaderno y también comenzar a anotar, empezó a garabatear en mi cuaderno, poniendo su nombre y haciendo pequeños dibujos en la parte superior de mi cuaderno, donde al darme cuenta se lo arrebaté inmediatamente.
–¡Hey! – Se quejó él.
–En lugar de estar garabateando mi cuaderno, saca el tuyo y ponte a hacer anotaciones importantes para este proyecto.
–Ya lo has hecho tú, ¿Qué caso tiene que yo anote lo que tú acabas de anotar?
–Pues si no vas a anotar nada, entonces garabatea tu cuaderno, el mío no lo ocupo para eso.
Soltó una pequeña carcajada mientras yo lo miraba achicando los ojos, ¿Qué encontraba tan divertido?
–Es que, lo divertido es que te alteras por todo– Contestó como si me hubiera leído la mente. –Y no es que te haya leído la mente, simplemente que tus expresiones son fáciles de descifrar.
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Otra vida fuera de la rutina
Teen FictionImagina que tienes 17 años de tu vida donde llevas marcando tu rutina y un día parecido a cualquier otro, un proyecto de escuela te hace involucrarte con la persona que es totalmente diferente a ti y es capaz de deshacerse de la vida marcada que tie...