Hoja de papel

Capitulo 23, parte 2.

No sé por qué, pero nada más ver tan felices a esos dos chicos, me llena de envidia el alma; envidia de que puedan ser felices, quizás no sean pareja, pero sí como amigos. Realmente no me siento nada bien con todos los buenos comentarios de mis amigos hacia los tipos, me hacen sentir menospreciado.
-¿Y de qué les sirve estar buenos?- digo, con un tono muy cortante- es decir, mírenme; ¿acaso no estoy igual de bueno que ellos? O al menos ¿Fornido? Lo estoy, pero no sirve de nada si te dejan abandonado como un perro.
- Charls - pregunta Judas - ¿de qué demonios hablas? - respira y me toca el hombro con su mano - sabemos que estás dolido y...
- ¡Y que te valga un bledo! - le grito - nadie sabe cómo me siento realmente al terminar con la única persona en este asqueroso mundo que estaba para consolarme cuando más lo necesitaba.
- Crontrólate, Sriffler - espeta Hecuba - no es motivo para que te portes así con nosotros; simplemente tratamos de hacerte sentir bien, animarte, para ser exactos.
- Pues créeme que se los agradezco - le digo en un tono demasiado arrogante.
- Entonces - interviene Elena - ¿por qué te molestas con nosotros?

Eso me hace reaccionar.

-Tienes razón - agacho la cabeza - les pido que perdonen mi mal compirtamiento.
- Descuida, hermano - Judas me mira a loa ojos - para eso somos amigos, ¿no?
- Muchas gracias, amigos - digo, con un nudo en la garganta - pero aún así necesito algo de tiempo para superarlo, no es fácil, y me quita el ánimo.
- Si necesitas un tiempo para reflexionar, a solas, sólo pídelo - dice Hecuba, con una voz muy tranquila.

Veo que la mesera viene con la bandeja de platos hacia acá.
- Necesito eso, pero antes - me llevo mis manos a mi estómago y las froto sobre mi vientre - un tiempo para comer, y luego, vamos a dar una vuelta para despejar un poco la mente ¿no?
- ¡Fabuloso! - exclama Judas, notablemente emocionado.

La chica comienza a poner los platos sobre la mesa, y nosotros, comenzamos a comer