¿Dónde quedó yo?

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Mediodía, una hora muy buena para ir a una librería y con el poco dinero ahorrado comprar un libro. Era la hora adecuada, a esa hora el sol se empezaba a meter así que no hacía calor o frío, había gente así que no pasaba nada malo y el tránsito iba más lento para matar el tiempo.

Eso era lo que pensaba una pequeña castaña, hace días que ya había dejado de ir al colegio, su orgullo le decía que no era necesario y si su orgullo lo decía..¿Que hacer contra eso?

Múltiples veces el sonido del teléfono en la casa de los Irie se hizo presente, cómo uno mas que merecía atención pero nadie lo hizo, en el trabajo de Irie el teléfono que necesitaba ser atendido nunca fue contestado. El escape de la castaña menor nunca fue tomado en cuenta.

Kotomi -jugaba con su cabello con sus manos, lo trenzaba, lo alisaba u en ocasiones hacia otras coletas, su mirada fría y pérdida hacia que todos la miraran. Ella no hizo caso omiso de la gente, su mente estaba pérdida en el libro que compraría "¿Matemáticas, ciencia, psicología, química, filosofía?". Ninguno parecía llamar su atención, volteo su mirada a un niño de enfrente que estaba jugando con su padre con las manos y cantaban.- ¿No les da pena hacer el ridículo?. -recitó en voz baja, vio la cabellera negra del padre del niño y el niño con cabello café, pensó en su infancia siempre leyendo y nada de tiempo para juegos con su padre.

Su madre, ella nunca quiso jugar con ella a pesar de que Kotoko se esforzaba. "Tonterías" pensó de nuevo, miro el tráfico que había en la ciudad y sintió que el tiempo iba lento.

Su mirada se perdió una vez más en la canción del juego;

"Marinero que se fue a la Mar y mar y mar,

Para ver lo que podía ver...Ver...y ver.."

Tan sólo esas dos frases eran estúpidas para ella, miro sus manos y suspiro pesadamente, su mente estaba agobiada. Saco su libro ya leído 10 veces exactamente, decidió dejarlo por su cordura y contó su dinero de nuevo... aproximadamente "300$" era su efectivo.- Veamos, ayer hicieron hígado de comer y no se me antoja. Comprare un libro de "150$", saldré a comer algo decente y llevare de regreso más comida, me quedarían "30$". Me regresare en taxi, para no ir en estos autobuses molestos. -dijo acatando su plan.-

El día fue pesado para Kotomi, desde elegir un libro ya usado porque los nuevos no fue batato el precio, hasta elegir la comida que llevaría a casa que al final optó por una hamburguesa y dos paquetes de papas, con una soda de bebida.

Su día fue normal como hasta esa semana.




Una vida mejor para mi (Kotoko)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora