Mi pesadilla

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Irie llegó a su hogar.

Las cosas no fueron gratas, de alguna manera enfrentó a Nanami y Keita con los corazón de hierro.
Palabras,  sentimientos y lágrimas fue el resultado.

El mayor de los Irie estaba herido y desconfiaba por culpa de Keita, las mujeres que amo a su manera no eran más que ilusiones que decían amarlo para cambiarlo poco después por el mismo hombre.

Irie ya estaba cansado de las mujeres.

Todas eran iguales. Lo alababan por ser guapo, por su inteligencia, no lo dejaban en paz y morían por su atención.
Pero lo traicionaban.

Irie por la noche tomó a su hija y se fue a casa de su madre, no quería ver más a la mujer que le había traicionado y al hijo que decía tener en el vientre.

《¿De verdad era suyo?》

Seguramente Nanami lo engaño con otro hombre.

El enojo y la inteligencia de Irie no iban bien.

...

Han pasado años desde el incidente.

Irie hace 7 años que se cambio de cede de trabajo con su hija, rompió comunicaciones con su familia. Unicamente tenía a su hija, la única mujer que podía confiar y amar para siempre, la protegió incluso ahora que son mayores.

Ambos Iries cambiaron su comportamiento.
Frívolos, calculadores y con un gran ego se volvieron.

Ninguna mujer era digna de hablarles, después de todo, la experiencia les había indicado que ninguna valía la pena.

Kotomi tampoco volvió a ser la misma, ya no confiaba en nadie que no fuera en su padre.
Las demás personas eran inferiores sus ojos, sólo buscaban de ellos para ser importantes o relevantes.
Sus existencias eran vacías y sin vida.

Los hombres también eran unos idiotas.
La buscaban por su lindo físico, pero ninguno mostró ser digno.

Ambos Irie jamás volvieron a Kotoko y tampoco les importaba.
Sobre el hermano desconocido de Kotomi, tampoco era importante, ambos habían llegado a la conclusión de que era hijo de otro hombre.

Kotomi se había convertido en una chica de finos rasgos, mirada fría y corazón herido, de pocas palabras y actitud amenazante, siempre a la defensiva ante las muestras de cariño de las personas.
Estudiaba arquitectura, después del incidente no soportaba nada relacionado a la medicina.

La tarde normal de Kotomi se resumía;
Estudiar en la facultad por la mañana, en la tarde acudir a la biblioteca de la universidad y pasar horas leyendo solitaria, alrededor de las siete de la noche volvía a casa para cenar y platicar con su padre, para después descansar y repetir todo al día siguiente.

La rutina de Irie;
Despertar a las 5 de la mañana, desayunar y luego ir a trabajar hasta las 4 de la tarde, ir a la biblioteca o en su defecto atender a los enfermos, volver a casa para preparar la cena, hablar y dormir.

La rutina estricta les evitaba relacionarse con otros.
No soportaban a las personas.

Kotomi -Estaba en la biblioteca, sentada en la esquina donde había un gran ventanal y poca gente leyendo. Agotaba sus horas antes de volver. El silencio le calmaba el corazón, pero alguien escandaloso llamó su atención.-; Es la biblioteca. -susurro, se levantó y busco a la fuente del ruido. Encaró a un chico de aspecto de bufón según ella.- Mira pequeño anormal, esto es una biblioteca, si quieres hablar puedes ir fuera. -sonrió engreida- ¿O tan pequeño tienes el cerebro?, no creo que sepas que esto es una biblioteca.

El chico -sonrió amablemente, no se dejo intimidar por Kotomi y se apartó un poco.-; Señorita hay formas de dirigirse a los desconocidos. -señaló su frente- No debería molestarse tanto, perdón si la incomode, pero su frente se arruga mucho y se hará vieja.

Kotomi -ardió en cólera, no soportaba a los idiotas así.-; ¿Vieja?, eres un idiota y lo sabes. Sal de la biblioteca.

El chico -nego con la cabeza-; Señorita la biblioteca es publica, vamos no deberías insultar a los desconocidos.

Kotomi -Mordió sus labios con fuerza, su rabia incrementaba fácilmente y lo tomo por la camisa.-; ¿Quieres que llame al guardia de seguridad?

El chico -en un principio no pudo reconocerla, pero lo hizo. Sonrió de felicidad por volver a ver Kotomi, aunque se había vuelto más agresiva y grosera.-; Vaya...¿Vas a mandar a un príncipe fuera de aquí?

Kotomi -lo soltó, esa manera de hablar y ahora que lo veía detenidamente. La sonrisa de bobo y esos ojos verdes, no podía ser nadie mas que el hijo de la traidora. Lo soltó sin decir palabra y se marchó de la biblioteca.-

Yasahiro -la siguió como una sombra, estaba feliz de volver a verle.-; Ha pasado mucho tiempo, me alegro de verte. La ultima discusión no era para tanto.

Kotomi -lo ignoro, quería volver a casa y esconderse de todo-

Yasahiro -suspiro-; Deberías venir a casa un día, nuestro hermano es muy lindo, es idéntico a ti, pero sin ser frío y grosero. Mamá estaría encantada de verte, han sido 9 años sin saber de ustedes.

Kotomi -Se detuvo y sonrió-; No tengo razones para ver a una zorra y un bastardo.

Yasahiro -su cara cambio de alegría a seriedad en unos segundos-; Por favor, quiero que te disculpes por referirte así a mi familia. Te daré un minuto.

Kotomi -Negó y le dio la espalda-; No necesito disculparme por eso, solo es la verdad y quien lo niegue es ciego. Nanami seguramente engaño a mi maravilloso padre, después de todo las mujeres son todas iguales.

Yasahiro -la jalo del brazo y la miro a los ojos, de verdad estaba molesto.-; ¿Todas son iguales?, eres también una mujer y no eres similar a ninguna otra. Mi madre no es ninguna zorra, ella te amaba y ama a tu hermano. Los busco por todos lugares, quería arreglarlo.

Pero entendió, Naoki no la escucho y no quería solucionarlo.

Kotomi -Trato de hacer que la soltará, pero no podía, Yasahiro tenía más fuerza-; ¡Yo no soy una mujer! ¡No me compares con ellas!

Yasahiro -no pudo evitar las lágrimas, no quería soltarla y que se fuera.-; ¡Todo fue un mal entendido!...Eres una mujer como tu madre, mi madre y las demás.

Kotomi -comenzó a retorcerse-; ¡Odio a las mujeres! ¡Me odio a mi misma por serlo!...¡No quiero ser una mujer y lastimar a papá!, todas son iguales.

Yasahiro -se enojo y también comenzó a gritar-; ¡Ella lo hizo por ti!, todos lo hicimos por ti y tu padre -el enojo se convirtió en lágrimas- Mi mamá quería que estuvieras con ella, pero Keita no accedió a hacerlo tan fácil.  Trataba de demostrar que podías pasar tiempo con tu madre, no quería dañarte o traicionar a tu padre.

Kotomi -No quería escuchar más, la verdad y ver a Yasahiro comenzar llorar, su corazón le dolía. Aprovecho que se encontraba llorando para aventar lo y huir a su hogar, corrió lo más rápido que pudo y llego a su hogar.-

Kotomi estaba llorando por lo confundida que estaba.
Su vida estaba bien, pero todo eso, le molestaba en lo profundo.
Perdió a dos madres...Su padre llegó y la vio llorar temblorosa en la entrada, se acercó para abrazarle y negar todo.

Ambos Iries estaban bien solos.

Una vida mejor para mi (Kotoko)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora