Capítulo 6

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Camila despertó con medio cuerpo sobre el de Lauren y rodeada por sus brazos. Ni siquiera recordaba que se hayan acomodado así, pero supo que fue en sueños que se abrazaron hasta estar de esa forma. La morena levantó la mirada hasta Lauren y descubrió que estaba despierta.

—Lo siento.—Se disculpó saliendo de encima de Lauren.—No me di cuenta.

—No importa. Estabas cómoda.—Le dio media sonrisa.

—Sí… Dios. Emanas un calor terrible, Lauren o debe ser por la fiebre.—Lauren negó viéndola.

—En realidad, suelo dormir en ropa interior porque sí, emano mucho calor y por ejemplo anoche me moría.—Comentó.

—Habrás estado incómoda. Perdón. Deberías darte una ducha y ponerte ropa cómoda. Falta al colegio y quédate en la cama, va a ser mejor. —Lauren se pasó ambas manos por el rostro suspirando.—¿Te sientes bien?

—Sí. Gracias. De verdad. Y lo siento por lo de anoche, no sé qué me pasó.—Negó.—Confío en ti.

Aquellas palabras hicieron que Camila sonriera y su corazón se acelerara dentro de su pecho. No tenía idea de lo que significaban esas palabras para Lauren, pero sí tenía claro que no quería decepcionarla en nada. Nunca. Quería estar para ella siempre, quería ayudarla, necesitaba verla bien.  Todo era un poco extraño porque no hacía mucho que se conocían, o más bien, que se hablaban porque no se conocían para nada.

—Gracias por confiar en mí.—Estaba apoyada en un codo mientras miraba a Lauren.—En la tarde puedo venir si quieres. Ah y necesito darme una ducha, por favor.

—Está bien.—Asintió.—Saca ropa de mi armario, lo que quieras.—Se incorporó un poco sobre la cama.—Te espero en la cocina.

Más tarde Camila entró a la cocina y vio a Lauren sentada en un silla con los brazos cruzados sobre la mesa y la cabeza sobre ellos. Tenía el pelo un poco revuelto y no pudo evitar acercarse a ella para acariciar su cabeza llamando la atención de Lauren. No podía contenerse de querer hacerla sentir bien.

—¿Estás lista?—Lauren se fijó en la ropa que había elegido Camila y mostró una pequeña sonrisa.—La ropa te va un poco más grande, ¿eh?

—Y no es para nada mi estilo.—Murmuró Camila riéndose.

—¿No te gusta mi ropa?—Lauren la miró un momento y Camila se rió asintiendo.

—Pero me gusta como te queda a ti.

Camila preparó un desayuno rápido para ambas con ayuda de Lauren y luego se sentaron a hablar de cualquier cosa. Lauren se veía un poco mejor mientras que Camila cada vez estaba peor, cada vez más tonta por ella y con pocas ganas de alejarse de Lauren. No quería.

—¿Te puedo preguntar algo?—Lauren tenía un poco de miedo a qué sería lo que Camila preguntara pero asintió de todas formas mientras daba otro sorbo a la taza de café con leche.—Bueno, ¿Cómo volviste el domingo en la madrugada?

Lauren casi suspiró aliviada.

—Una vecina fue por mí.—Camila la miró.—Ella siempre viene aquí a veces y me dice que si necesito algo que la llame… bueno, y la llamé. No tuvo ningún problemas así que…—Se encogió de hombros.

—Qué bueno.—La miró sobre el borde de la taza mientras bebía.—Uhm… Ya que estamos…

Lauren bajó la taza sabiendo lo que pasaba por la mente de Camila. Tenía miedo pero debía confiar en ella.

—Ya sé que quieres saber de mí, Camila.—Dijo en voz baja.—Yo… Yo solo necesito tiempo para esto, ¿sí? Voy a hablar contigo pero no me presiones.—Camila asintió bajando su taza también.

Plenitud {Camren}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora