Camila despertó sola en la cama. Le tomó unos segundos recordar donde estaba y suspiró viendo el reloj en la mesita de Lauren. Eran las 4am. Le dolía un poco el cuerpo y era obvio que luego de semejantes horas aquello sucediera. Sonrió apenas bajándose de la cama y recogiendo la remera de Lauren, poniéndose ésta salió de la habitación para buscarla.
La oji verde llevaba un rato largo en el jardín trasero fumando, tenía el rostro serio, cualquiera que la viera ahora se sentiría incómodo. Es que Lauren estaba muy enojada, estaba triste, se sentía impotente.
Le dio una última calada al cigarrillo y lo dejó en el cenicero justo cuando levantó la mirada Camila estaba en la puerta con su remera que le quedaba grande y le cubría hasta la mitad del trasero. Llevaba el pelo despeinado, alborotado y el rostro gritando que apenas había despertado, sus ojos estaban entre cerrados y Lauren casi corrió a abrazarla. Se veía tan hermosa, dios, Camila era hermosa.
—¿Qué haces aquí? ¿Por qué no estas en la cama?—Camila habló algo adormilada. Lauren mantuvo su semblante serio y negó.
—Me desperté y vine aquí a fumar.—Camila caminó hasta ella que estaba parada sobre el piso de madera, se abrazó a Lauren con ambos brazos dejando su mejilla apoyada contra el hombro de Lauren. Necesitaba esa cercanía.—¿Estás bien?—Apenas había puesto una mano en la espalda baja de Camila.
—Sí. Es que… es lindo despertar y tener a alguien contigo luego de hacer el amor ¿Sabes?.—Lauren se tensó y dio un paso hacia atrás soltando aire por la boca y desviando la mirada.—¿Qué pasa?
Camila no entendía nada. Pero Lauren tampoco quería que entienda.
—Camila, no… Nada.—Se pasó una mano por el pelo y fue a buscar otro cigarrillo.
—¿Qué? Dime.—Su voz fue suave y Lauren no encendió el cigarrillo, volvió a meterlo en la cajita y se dio la vuelta.—Dime, Lauren.—Ahora sonaba enojada y es que le hartaban esos cambios de humor que tenía Lauren.
—Que fue solo sexo. Te dije que no puedo darte todo… todo eso.—Desvió la mirada y sintió su corazón latir rápidamente. Aunque no quisiera esa barrera entre ellas no se iba, Lauren no podía.
—Dime que no es cierto.—Camila estaba llorando y es que cuando parecía dar un paso con Lauren retrocedían mil.—No sentí que fuera solo sexo…—Lauren no dijo nada, ni siquiera la miró.—Lo siento. Olvidé que no te importa nadie y solo somos un rato para ti.—Caminó hasta entrar a la casa.—No sé que mierda pensé cuando vine aquí—Dijo molesta y en voz baja, pero Lauren la había escuchado.
Se quedó un momento mirando el piso y sintiéndose cada segundo más enojada con ella y con todos los malditos pensamientos que tenía en la cabeza. Estaba harta.
Volvió a la habitación y entró justo cuando Camila recogía su vestido y el sujetador, luego se quitó su remera quedando solo con su ropa interior. Lo primero que le salió hacer fue quitarle el vestido de la mano a Camila y luego tomar una de sus manos. No sabía qué estaba haciendo pero se sentía desesperada.—No, no te vayas.—Camila se soltó de su agarre y Lauren notó que no paraba de llorar.—Vuelve a la cama, Camila. Es tarde… hace frío y va a llover.
—Como si te importa.—Dijo enojada y Lauren la tomó de la cintura luchando contra las manos de Camila que la intentaban empujar.—Suéltame. Me tienes harta. Estoy harta de que me trates bien y al rato mal, ¿Quién te crees, imbécil?—Lauren tenía lágrimas en los ojos pero se mantuvo allí sujetando a Camila y en cuanto pudo la besó.
Camila ya no estaba luchando por que la soltara por que Lauren era más grande, más fuerte y podía con ella. Lamentablemente en todos los sentidos.
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Plenitud {Camren}
FanfictionCuando comienzan a desarrollar sentimientos por la otra les va a tocar pasar por momentos buenos como malos, lo que será normal puesto a que son dos adolescentes creciendo aún, conociéndose y experimentando nuevas cosas y sensaciones que jamás creye...