Capítulo 29

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Lauren sintió besos molestos por toda la cara y un peso sobre su cuerpo. Intentó alejarse, pero no paraba. Al abrir los ojos vio a Camila y se quejó cubriendo sus ojos al pasar un brazo sobre sobre estos.

—Despierta.—Camila se movió sobre ella y Lauren frunció las cejas llevando ambas manos a las caderas de su novia para que se detuviera.

—¿Qué haces?—Levantó la cabeza y se dio cuenta de que no había nadie en la habitación. Camila soltó una risa y volvió a dejar besos en las mejillas de la oji verde.—Camila, para. Alguien puede entrar.

—No van a entrar.—Le dio un beso en los labios.—Deja de sujetarme.—Se quejó.

—No. Estás loca, déjame.—Se le escapó una risa cuando Camila intentó moverse otra vez. Lauren la dejó caer a un lado y se levantó del colchón escuchando como murmuraba algo en voz baja.—¿Dónde están los demás?

—Qué te importa.—Se giró a verla y la vio sentada con las piernas cruzadas debajo de ella, se estaba acomodando el cabello para luego recogérselo de una manera desprolija.

Lauren soltó una risa sacándose la remera, se puso  otra que sacó de su mochila y luego hizo lo mismo con el short para cambiarlo por uno de jean.
Camila seguía sentada con el rostro serio hasta que Lauren se arrodilló frente a ella y luego la hizo caer de espaldas quedando sobre ella y entre sus piernas aunque Camila le dijera que se fuera.

—Ahora ya no quiero.—Giró el rostro para que no la besara y entre risas logró tomar sus manos para dejarlas a cada lado de su cabeza.

—Tampoco vamos a hacer algo.—Le dio un beso en el cuello.

—Quiero hablar contigo.—Dijo intentando soltar sus manos, pero Lauren no la dejó.—Hablemos ahora que nadie va a entrar.

—No, cuando estamos en la ciudad otra vez vamos a hablar.

—Cuando lleguemos ésta tarde entonces.

—No puedo, tengo que estudiar para historia y tú también tienes estudios.

—Ya estudié. No dejo las cosas para último momento.—Lauren rodó los ojos.—Entonces el lunes cuando salgamos del colegio vamos a mi casa.

—Tampoco puedo porque tengo que entrenar y el martes voy al gimnasio.—Camila la miró seriamente y Lauren le dio un beso.

—El miércoles entonces.—Dijo sin querer seguir hablando de eso. Lauren apretó los labios fingiendo que iba a decir que no podía.—Vete a la mierda.—Intentó soltarse y salir de debajo de Lauren, pero la oji verde se rió apretando más su cuerpo contra el de Camila.

—El miércoles no tengo nada que hacer. Podemos pasar la tarde juntas, ¿Quieres?—Camila dejó que la besara y en cuanto pudo le mordió el labio haciendo que Lauren se quejara.—¿Por qué hiciste eso?—Frunció las cejas.

—Porque eres estúpida. Déjame.—Lauren volvió a reírse.

—No sé porqué soy tu novia.—Le soltó las manos y con una le sujetó el rostro para poder besarla.—Escucha.—Dijo más seria. Camila giró el rostro y se quedó viendo en cualquier parte menos a Lauren.—Estamos bien, ya vamos a hablar con tiempo. Te lo prometo. Cuando estemos tranquilas en alguna parte podemos hablar de todo lo que quieras.—Le besó la mejilla.—Y no estés mal, por favor, odio verte así.

—¿Me perdonas entonces?—Lauren frunció las cejas confundida.

—No sé qué tengo que perdonarte.

—Es que fue un impulso decir que no quería estar contigo. Me arrepiento y por eso estuvimos así estos días, lo siento.—Lauren negó restándole importancia y volvió a juntar sus labios en un beso lento.

—No te preocupes. Entiendo, a veces soy insoportable y dejo que las cosas se me salgan de las manos.—Camila le apretó las mejillas logrando que Lauren tuviera una expresión ridícula.—Pero no quiero hablar de eso ahora. Vamos a salir con los chicos y olvidarnos de todo por un rato.

—¿Me quieres?—Seguía apretándole las mejillas.

—Te amo.—Le dio un beso aún así cuando Camila estaba sonriendo.

—¿¡Están haciendo cositas o ya salen para desayunar!?—Se escuchó la voz de Dinah desde afuera.

—Ya salimos.—Le dijo Lauren riéndose.

**

El lago que había cerca de la pequeña casa no era tan profundo. Lauren lo sabía, además el agua estaba limpia. Ambas habían caminado más adelante que los demás mientras iban hablando y riéndose de cualquier cosa.
Excepto Camila en un momento cuando Lauren le lanzó una araña pequeña y gritó para luego irse lejos de la oji verde que se reía a carcajadas mientras la seguía de cerca para pedirle perdón.

Al final Lauren terminó caminando sola detrás de Camila que no le hablaba. Iba cantando canciones y a veces le lanzaba cosas a Camila para que se molestara aún más. Es que le hacía gracia cuando se enojaba porque sus mejillas se ponían rojas y el rostro serio era más bien adorable.

—¿Nos podemos meter?—Preguntó Lauren mientras se acercaba al borde.

—Sí, claro que sí.—Iba a hablar otra vez, pero Camila la empujó haciendo que cayera al agua y salió a la superficie con el ceño fruncido  sacándose el cabello mojado del rostro. La carcajada de Camila se escuchaba fuerte.

—Ahora vas a ver, desgraciada.—Lauren salió del agua y se sacó la remera, la dejó tirada en alguna parte quedando en sujetador y con el pantalón corto.

Camila comenzó a correr escapando de Lauren que se rió cuando vio que los demás llegaba a donde estaban ellas.

—¡Ahógala, Lauren!—Le gritaba Dinah.

Lauren corrió detrás de Camila escuchando e ignorando que la morena se reía pidiéndole que se detuviera porque no quería mojarse. Cuando la alcanzó, la tomó de la cintura y la abrazó por detrás mientras la movía hasta el borde del lago.

—No. No. ¡Lauren, no!—Camila intentó soltarse, pero Lauren era más fuerte y en un segundo ambas se cayeron al agua juntas.

Camila le gritaba mientras se secaba el rostro y luego comenzaba a intentar ahogar a Lauren que se reía queriendo sujetarle las manos.

Desde algunos metros se escuchaba como todos les gritaban y se reían. Lauren vio que Alfredo se lanzó al agua y los demás lo imitaron. Al distraerse le dio oportunidad a Camila de hundirla en el agua y luego la morena se revolvió cuando sintió las manos de Lauren tocar cada parte de su cuerpo mientras subía hasta que terminó frente a ella abrazada a su cintura.

Camila soltó una risa mientras le quitaba el cabello de la cara y segundos después la besó. Sus brazos normalmente se envolvían en el cuello de Lauren, pero aquella vez bajó ambas manos para tocar el torso desnudo de Lauren que la tomó del trasero para levantarla y que la abrazara con las piernas.

—¡Lesbianas, se hubiesen quedado en la casa para eso!—Les gritó Dinah.

—Creo que tiene razón.—Murmuró Camila sin cortar el beso.

—Es lo mismo, aquí también estás mojada.—La morena se rió golpeando el hombro de Lauren.—Sácate la remera así se seca.—Lauren la dejó de pie otra vez y amagó para sacarle la remera, pero Camila detuvo sus manos negando.

—No. No puedo.—Lauren frunció las cejas.

—No pasa nada. Nadie va a mirarte.—Le dio un beso. Camila negó otra vez viendo que nadie estuviera cerca.

—Es que no tengo sujetador.—Los ojos de Lauren bajaron al pecho de Camila y entreabrió los labios.

—Tengo que comprobar que es cierto.—La mano se coló debajo de la remera antes de que Camila la detuviera, solo pudo removerse un poco y jadear cuando la oji verde apretó uno de sus pechos.

—Lauren. Auch. Imbécil.—Intentó sacar su mano y Lauren se rió.

—Perdón.—Sacó la mano y la besó una vez más.—A veces lo olvido.—Camila rodó los ojos golpeándola otra vez. Lauren siempre era bruta con sus pechos que bastante sensibles eran. No se cansaba de ser idiota parece.

—¿Quieres que vaya a buscarte ropa seca a la casa?—Los besos de Lauren eran pequeños y continuos en sus labios.

—No, puse una remera en la mochila de Dinah.—Lauren asintió dándole un último beso.

—Espérame.

Lauren fue hasta Dinah y le dijo que quería la remera de Camila, Dinah le preguntó porqué no salía ella misma por la prenda y entonces Lauren le dijo lo que pasaba, de un momento a otro la rubia estaba tentada y le gritó a Camila que si fue Lauren o el agua fría la que le dio ese problemita.

Camila estaba roja de la vergüenza y cuando Lauren fue con la remera la golpeó de nuevo después de que la ayudó a salir del agua.
Lauren cubrió a Camila para que nadie la viera y se cambió la remera rápidamente después de secarse un poco. La risita de la oji verde hizo que Camila la empujara, pero otra vez estaba abrazada a ella así que no la soltó y la besó en los labios.

—¿Ahora qué?

—Nada. Me voy a meter en el agua otra vez, inteligente.—Le dio con un dedo en la frente y caminó hasta donde estaban los demás.

—Bueno, te jodes, me voy al agua otra vez.

**

—Límpiame.—Lauren acercó su rostro a Camila para que le limpiara la mayonesa que había quedado en una esquina de sus labios al morder la hamburguesa. La morena pasó una servilleta por ahí y Lauren frunció las cejas.—Era con la lengua.

—No seas asquerosa, Lauren.—Dijo acomodando el cabello de la oji verde hacia atrás.

—Claro, cuando me pasas la lengua por otras partes no es asqueroso, ¿verdad?

—Oh por Dios. No quería escuchar eso.—Dijo Normani y Bárbara escupió la cerveza que estaba tomando. Dinah la miraba con una expresión de asco y los demás se reían.

Camila estaba roja de la vergüenza y como Lauren estaba sentada con una pierna a cada lado del banco donde estaban sentadas, fue fácil golpearla en el estómago sin hacerle daño. La oji verde levantó las cejas mordiendo la hamburguesa y encogiéndose de hombros.

Alfredo se aguantó la risa mientras dejaba más hamburguesas en la mesa. Al menos Lauren estaba de buen humor, eso era importante, incluso había estado la mayor parte del tiempo acostada con Camila en el césped y las escuchaba hablar y reírse. Prefiera verlas así antes de que pasara tiempo con los demás aunque Lauren no descuidada aquello, siempre estaba con sus amigos y en todo lo que hacían.

Terminaron de almorzar entre charlas sobre cualquier cosa, más tarde comenzaron a jugar al fútbol para molestar, pero Lauren prefirió quedarse entre los brazos de Camila mientras escondía el rostro en su cuello. Se estaba quedando dormida hasta que alguien la golpeó con la pelota y al ver quién fue rodó los ojos. Alfredo la estaba mirando divertido y sabía que la estaba invitando puesto a que la última vez que ambos jugaron al fútbol Lauren no lograba sacarle el balón por lo que terminó enojada y no jugó más.

—¡Vamos Lauser!—Le gritó Dinah.—¡Y tú trae ese culo latino aquí!—Camila se rió. Sus labios dejaron algunos besos en la mejilla de Lauren y luego se levantó para tenderle la mano a la oji verde que sin ganas fue a jugar, pero terminó corriendo más que todos porque no se quedaría con las burlas de Alfredo.

**

—¿Podemos dormir juntas en tu casa?—Camila bajó la mirada rápidamente y Lauren se rió abrazándola.

—Ya te dije lo que haremos. Seguro el miércoles podemos, después del colegio vamos juntas a alguna parte y te quedas conmigo.—Camila la abrazó. Lauren sabía que estaba molesta porque no iban a verse mucho.—Alfredo quiere hablar conmigo, quédate con las chicas que cuando volvemos nos vamos.

—¿De qué quiere hablar contigo?

—¿Yo te pregunto de qué hablas con tus amigas? Igual no sé de qué es.—Se encogió de hombros.

—Te está esperando.—Le dijo moviendo la cabeza en dirección donde estaba Alfredo y Lauren le dio un beso fuerte antes de irse.

—¿Qué pasa, campeón?.—Alfredo la miró un poco asustado y se pasó ambas manos por el rostro.

—Creo que metí la pata.—Lauren frunció las cejas.—Dinah está embarazada, estoy seguro.

Lauren se quedó sin palabras mientras lo miraba. Habían ido un poco lejos de la casa donde los demás estaban guardando algunas cosas.

—O no sé, algo le pasa y no me está diciendo.—Le contó preocupado.

—¿No te dijo nada? ¿Por qué crees que lo está?—Lauren estaba sorprendida de verdad.

—Es que está comiendo un poco más creo, vomitó dos veces antes de ayer y cuando intenté acercarme para saber cómo estaba me gritó y me trató mal. Además ni siquiera… ya sabes, no lo hacemos desde hace más de una semana y media y la última vez no me cuidé.—Lauren lo vio pasarse las manos por el pelo corto.—Y está como molesta conmigo, no sé qué pasa.

—Vaya.—Se rascó la nuca.—Deberías hablar con ella o preguntarle directamente.

—No. No. Me va a matar. Mierda. Estoy asustado.—Suspiró fuertemente.—No por mí porque estudio y tengo un trabajo, mis padres me dan todo, pero ella está en su último año del colegio y quiere estudiar, quiere recibirse, ¿Entiendes? No quiero que por un descuido sus planes se arruinen.—Lauren asintió apretando los labios.

—No te preocupes. No creo que vaya a ocultarte algo tan importante. Mejor habla con ella y asegúrate de que esté bien. Quédate tranquilo.—Alfredo asintió.

—Sus padres me van a matar, confían mucho en mí.—Miró hacia la casa de donde justo salían Dinah, Camila y Bárbara con sus bolsos.—No la quiero perder, Lauren. Y siento que si… si está embarazada las cosas van a cambiar. ¿Qué hago si me culpa?

—Hey. No, detente. No es tu culpa.—Negó rápidamente posando una mano sobre el hombro de Alfredo.—Tú no lo hiciste solo, esto es responsabilidad de ambos si pasa. Y no creo que Dinah sea capaz de culparte o algo así.

—Voy a esperar unos días y si no me dice nada entonces voy a  preguntarle.

—Está bien.—Asintió.

—Gracias por escucharme. No tienes idea del miedo que siento.

—Tranquilo. Va a estar todo bien.—Lauren lo abrazó por algunos segundos.

Cuando regresaron a la casa, Camila estaba hablando con Bárbara muy entretenida. Lauren nunca se había disculpado con ella. Bárbara apenas le hablaba o la miraba, se mantenía al margen de todo si se trataba de Lauren y cuando estaba con Camila ni siquiera las miraba. Ignorando sus pensamientos fue a la casa y buscó sus cosas para meterlas en el auto de Alfredo.

Al menos se iba de ese corto viaje estando mejor con Camila. Era lo que más le importaba. Por fin ya no iba a verla triste ni tendría que evitarla, aunque todavía les quedaba el momento de hablar sobre lo que pasó y parecía que Camila quería decirle algo importante por la insistencia en tener esa charla.

—¿Qué te pasa ahora?—Lauren pasó un brazo por los hombros de Camila que estaba cruzada de brazos esperando a que se fueran.

—Es que no vamos a pasar tiempo juntas por días, Lauren.—La oji verde sonrió dejando un beso en la mejilla de Camila.

—¿Prefieres que no nos veamos porque tenemos cosas que hacer o que estemos peleadas y sea esa la razón?—Camila la miró unos segundos.—Llevábamos días sin siquiera hablarnos.—Suspiró y se puso delante de Camila para tomarle el rostro entre sus manos.—Sabes que me puedes escribir y llamar cuando quieras. Dile a tus padres que el miércoles duermes en mi casa o diles que en la de Dinah.—Se encogió de hombros.—Vamos a pasarla bien, te lo prometo.—La sonrisa de Lauren hizo que Camila se riera y luego la abrazara para besarla.

**

¿Están para otro?

Plenitud {Camren}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora