3.Excusas

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kuroko desvió la mirada de heterocromatico el cual le miraba esperando la respuesta.

-yo...me caí de las escaleras de la escuela de regreso-kuroko sonrió al responder, parte de su cabello ocultaba sus ojos

Los afilados ojos de akashi le miraron con incredulidad

-no te atrevas a mentirme, Tetsuya-el pelirrojo apretó el brazo que sostenía del débil chico el cual soltó un pequeño sonido de dolor

-esta bien, unos chicos me atacaron anoche-kuroko tenia una mueca de dolor en su rostro mientras los demás observaban sin cuestionar los métodos del ex-capitán

-!malditos¡ dime quienes fueron y yo ire a darles su merecido!-grito aomine apretando el puño

Akashi soltó a kuroko, el peliceleste sabia que en cuestión de segundos el emperador lo atacaría con preguntas hasta que lograra lo que buscaba, no era la primera vez que lo descubrían herido.

-¿En qué lugar te atacaron?-

-En el callejón cerca de mi casa-

-¿Cuántos fueron?-

-No recuerdo numero exacto, fueron más de dos-

-¿Cómo te atacaron?-el pelirrojo cruzó sus brazos apoyándolos en su pecho, kuroko tragó saliva en silencio en espera de que aquel le creyera

-no quiero hablar de eso-kuroko le miró como si de su padre fuera a hablar, como si tuviera que confesarles todo lo ocurrido los últimos 3 años.

El pelirrojo soltó otro suspiro de desesperación, de alguna manera nunca lograba ganarle a kuroko cuando ponía esa mirada y eso lo destrozaba por dentro.

-kurokocchi!-sollozaba el rubio abrazando a kuroko-Eso debió ser horrible!!-

No era la primera vez que eso pasaba, ni la primera que kuroko ponía ese tipo de escusas, las mentiras de acaban para kuroko y lo sabia, no siempre ocultaría ese secreto, pero mientras este con sus amigos solo le importaba ser feliz.

-estoy bien-sonrió el hombre fantasma mirando a sus amigos los cuales trataban de consolarle

La tarde pasó, las heridas de kuroko habían sido vendadas con gran cuidado y ya era la hora en que todos se retirarían a sus respectivas casas, todos se despidieron con una sonrisa. kuroko comenzó a caminar en dirección de su casa, al llegar vio las luces apagadas, entró con la esperanza de encontrar el lugar vacío, miro la entrada, no había ningún par de zapatos.

-no hay nadie-soltó un suspiro entrando a su casa, se dirigió a su habitación dejando la puerta habierta para luego recostarse en su cama.

Un fuerte portazo se escucho desde la entrada, kuroko abrió completamente los ojos esperando que lo que escuchaba fuera solo su imaginación.

-kuroko!! ven!! quiero hablar contigo!!-su padre gritaba desde la entrada, su voz y el olor que recorría la casa dio a entender a kuroko que estaba borracho

Kuroko cerró los ojos con la esperanza de que su padre le creyera aun inconsciente y le dejara en paz, no pasaron demasiados minutos hasta que su padre le tocara el hombro, el impulso por el susto hizo que diera un pequeño brinco, nadie creería que estaba dormido así, kuroko volteó la mirada hacia aquel hombre, la mirada del peliceleste mostraba terror mientras miraba a su padre.

-p-padre...-las temblorosas palabras del peliceleste y su suplicante mirada no hicieron más que enfurecer a su padre.

-cállate basura!!-el hombre tiro a kuroko con brutalidad contra el suelo.

Kuroko solo se alegraba de que Riko tuviera a nigou para que nada fuera a pasarle mientras veía lo que vendría en unos momentos más.

Realidad [Kuroko no basket]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora