41.Nunca olvides el sol (1/2)

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"Una vez soñé que estaba en medio de un campo lleno de nieve, caían pequeños copos de una manera lenta y hermosa, pero estaba solo, gritaba pero nadie escuchaba, nadie respondía, temía tanto eso, era peor que una pesadilla, porque era la realidad"  

Capitulo 41. Nunca olvides el sol

-Vamos gatito, abre los ojos-

Kuroko escucho a una voz deslizarse por sus oídos al igual que una mano que le acariciaba la mejilla, se despertó de golpe recordando lo que había ocurrido anteriormente, Aki estaba sentado en la cama a su lado mirándole con una venenosa sonrisa.

-Veo que haz descansado, buen chico-Shitsueki comenzó a acariciar la cabeza de Kuroko-Creo que te dejare libre por la casa, no creo que puedas escapar y además...tu mirada ya no tiene vida-

Kuroko abrió los ojos al escuchar eso, era verdad que se había rendido ante luchar o escapar o incluso ser feliz, pero que le dieran algo de libertad por eso le lastimaba, era como si el albino le dijera que era libre para morirse en cualquier sitio, mordió sus labios recordando que no debía hablar.

-Eso es, muéstrame emociones-Aki sostuvo la cara de Kuroko para verse a los ojos-quiero ver la impotencia, el dolor, todo tipo de emociones en tu rostro, muéstrame más pequeño gatito, quiero saber como desatar emociones en alguien sin expresión como tú-

Aki se puso de pie desatando a Kuroko, se dirigió a la puerta y la abrió lentamente.

-Te recuerdo que no puedes escapar, si te llamó espero verte en menos de 20 segundos allí y por ultimo te prohíbo comer, hablar e incluso tocar algo que no debes-explicó dándole la espalda a Kuroko-diviértete gatito-

Kuroko asintió con la cabeza para ver al albino cerrar la puerta detrás suya, miró el suelo e intento ponerse de pie pero las piernas le tambalearon obligandolo a sujetarse de la cama, comenzó a tentar terreno hasta que logró ponerse de pie, camino lentamente hacia la entrada abriéndola, los solitarios y blancos pasillos le encandilaron, su habitación era oscura en toda la palabra.

A lo lejos logró ver el cabello rubio de Hanamiya entrar a una habitación, a la misma del baño donde entro el día anterior, camino hasta llegar a la misma abriendo la puerta y mirando al mismo Hanamiya de espaldas quitándose el camisón que era lo único que le cubría logrando ver en su espalda varias cicatrices grandes y profundas, toda su espalda llena y parte de sus piernas o al menos hasta donde el camisón le cubría.

-Hana...miya-susurro Kuroko sorprendido

-shhh-Hanamiya le indico que guardara silencio-si te escucha hablar de seguro me ordenara a mi castigarte y yo no quiero eso-susurro lentamente

-Gatito-Se escuchó una voz al otro lado del pasillo

-Demonios, espero que no te haya escuchado a ti o a mi-Hanamiya miro hacia la puerta preocupado y después miro a Kuroko-¿A qué esperas? Ve!-

Kuroko estaba nervioso, no sabía que hacer, las piernas no le respondían, tenía miedo pero debía hacerlo, camino rápido hacia donde venía la voz y entro en la habitación, un despacho muy bien arreglado.

-bien hecho pequeño-felicito Aki sonriendo-ahora quiero que pasees un poco, tengo que ir a trabajar de nuevo pero me divertiré contigo cuando vuelva, le daré mi permiso al Cachorro de castigarte si rompes alguna regla y si él no cumple pues...-

Aki se puso de pie pasando por el lado de Kuroko y saliendo de la habitación.

-diviertete-Fue lo ultimo que dijo antes de cerrar la puerta

Kuroko se quedo unos momentos mirando la puerta, escucho la voz del albino por fuera, de verdad que las voces resonaban en toda la mansión, minutos después escucho la puerta de la entrada cerrarse.

-Kuroko Tetsuya ¿Dónde estas?-

Kuroko dio un pequeño brinco ante esa voz, salió de la habitación para encontrarse con Hanamiya con brazos cruzados frente a la puerta.

-¿Qué no entendiste cuando te dije que no hablaras para nada?-pregunto con el ceño fruncido, Kuroko asintió con la cabeza algo preocupado, no le gustaba ver a Hanamiya molesto-Lo bueno es que no te descubrió, pero para otra vez puede que no tengas tanta suerte, ven aquí-

Hanamiya relajó su expresión y abrazo a Kuroko, se había preocupado demasiado de que algo le sucediera al pequeño chico. Kuroko recibió el abrazo suspirando, Hanamiya era demasiado amable y de seguro era una razón por la que debía de sufrir más.

-Ahora puedes decirme lo que quieras, no quiero que olvides como es tu propia voz tampoco, cuando sea hora de quedarnos callados yo te lo diré, ya conozco bien la situación-Hanamiya se separó de Kuroko mirándolo a los ojos.

-¿Esas heridas?-pregunto Kuroko en voz baja

-Yo he sido un tipo de esclavo desde que tengo tu edad, desde los 16 si no mal recuerdo y estas-señalo su espalda-son señal de lo rebelde que soy-sonrió de manera amable

-Hanamiya...-Kuroko sintió algo de pena por el chico delante suyo

-ah no, tu no te hagas el santo que si no mal recuerdo tu tienes algo parecido en tu espalda y brazos-Hanamiya le dio la vuelta a Kuroko levantandole el camisón, acercó su mano a las cicatrices de Kuroko pasando sus dedos por las mismas con delicadeza.

Kuroko se sentía algo incomodo pero no se movió ni se quejo, sus cicatrices no eran tan graves como las de su compañero, pero le avergonzaba estar desnudo de la cintura hacia abajo por lo que se volteo con rapidez cubriéndose.

-Parece que tu vida tampoco fue color de rosa-Hanamiya sonrió señalandole a Kuroko que caminara por un pasillo 

-Mi familia me maltrataba-respondió Kuroko comenzando a caminar

-Yo era esclavo, mi familia me vendió para pagar sus deudas, me trataban horrible hasta que llegué aquí fue entonces que conocí a alguien amable-

-¿alguien amable? ¿quieres decir el...-

-Oh no, por supuesto que no el amo-Rido sonrió ante el pensamiento-el amo esta loco, puede ser amable y a la vez un monstruo...la persona que conocí era el que estaba entes que yo-

-¿antes que tu? ¿Otra persona?-pregunto Kuroko algo curioso

-Si, mi compañero, el amo le decía "Perro", no tenía nombre o al menos dijo que lo había olvidado de una vez por todas, era el mejor-Hanamiya comenzó a contar de una manera feliz-siempre me cantaba cuando el amo se iba por la noche a trabajar, me traficaba comida cuando me la prohibían y siempre que no podía dormir se recostaba conmigo-

-¿pero que le paso? ¿Dónde esta?-

-muerto...-

Realidad [Kuroko no basket]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora