23.Pero nunca vino (1/2)

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-ya tuve suficiente-la mujer se dio media vuelta alejándose-te veré después Tetsu-kun y recuerda, esto es tu culpa-

La puerta se cerró, seguían en el departamento de Akashi, ninguno se había dado cuenta, las cortinas cerradas y las luces apagadas.

-¡Kise! !Respondeme¡-gritaba continuamente Aomine en dirección del chico con un rubio cabello teñido de rojo-!Tetsu! !Ayúdame!-

Kuroko no hablaba, no se movía, miraba aquellos dos chicos delante suyo, se sentía el olor a sangre en toda la habitación, Kuroko sentía el dolor en todo su cuerpo, no podía quitar la mirada de esa mujer de su cabeza, esa mirada que lo rompe todo.

-Llegué-Akashi entró en el departamento, al verlos se quedo paralizado unos momentos.

-!Ayudanos¡ !Kise no despierta¡-Gritó Aomine fastidiado

-Rápido, tenemos que darle primeros auxilios y llamar a una ambulancia-Akashi se apresuró a desatar a Aomine y Kuroko-Daiki! llama a una ambulancia, iré por el botiquín de primeros auxilios y Tetsuya, llama a los demás-

-¿D-Dónde estabas?-preguntó Kuroko intentando pararse sin temblar

-En el partido-

-ah-Kuroko hizo lo que le pidió, llamó a los demás, Aomine a la ambulancia la cual no tardo demasiado en llegar, se llevaron a Kise a emergencias, a Kuroko y Aomine les curaron las heridas que por suerte no eran demasiado graves.

-¿Qué fue lo que les paso? ¿Cómo se hicieron todo esto?-pregunto el medico después de haberles dado algo de tiempo para recuperarse, todos estaban afuera de la sala de emergencias donde Kise reposaba en estado de coma.

-Una m...-

-Nos atacaron unos ladrones en la casa-explicó Kuroko interrumpiendo a Akashi, los demás le miraron sorprendidos pero nadie se atrevió a contradecirle.

-ya veo, espero encuentren a los ladrones-el doctor se alejó anotando algunas cosas, parecía no querer meterse mucho en el asunto.

Todos miraron a Kuroko unos momentos esperando una explicación, pero el chico seguía callado, miraba un punto fijo en algún lugar.

-Tetsuya-Akashi se puso de pie

-sera mejor que me vaya-Kuroko le siguió poniéndose de pie 

-Ryouta esta bien-se apresuro a decir Akashi-solo necesita algo de descanso, lo escuchaste-

-me voy Akashi, no puedes detenerme-

-¿A dónde piensas ir?-pregunto Murasakibara

-¿Con tu madre?-siguió Midorima

-Eso ya no les importa, no quiero que se acerquen a mí de nuevo-Kuroko dio un par de pasos

-sabes que no tienes la culpa de esto-dijo Aomine-ni yo y te aseguro que tampoco Kise te culpa de eso, no tienes la culpa-

Kuroko cerró un poco su corazón, ese nudo de su garganta saldría en llanto, no podría ver a sus amigos heridos por su culpa de nuevo y mucho menos quería demostrar el dolor de haber creído en las palabras de Akashi, era tan idiota, quería creer tanto en esas palabras aunque sabía el daño que le harían al no cumplirse, se sentía como la traición misma.

-déjenme en paz-

-no puedes huir-dijo Akashi, Kuroko apretó los puños-no puedes huir para siempre de todo, algún día tienes que enfrentar el hecho de que puedes lastimar a otros, en lugar de solo querer cargar con toda la culpa-

-terminaras rompiéndote, con esa carga-comentó Midorima

-no puedes romper algo que ya esta demasiado roto-murmuro Kuroko caminando, ignoraría a todos ellos desde ahora, eso era lo mejor para ellos y para él, no lastimaría a nadie más que a él mismo, pero eso ya no importaba, él sabía llevar ese dolor, pero no quería quitarles la sonrisa a aquellos chicos, no quería que se rompieran como él.

El camino fue silencioso, pensaba en todo lo que le importaba y en aquellos que eran especiales para él, por ellos hacia esto, soportaría todo por los que le ayudaban a tener una razón para vivir, sonrió un momento aunque sabia que su cuerpo entero temblaba, nunca había logrado que su cuerpo y su mente hicieran lo mismo. Abrió la puerta, aquella que solo estaba cerrada cuando él estaba dentro.

-vaya Tetsuya, sabía que volverías-la mujer se acercó de manera hipócrita a Kuroko dándole un abrazo-ahora, veremos si sobrevives a está-

La mujer empujó a Kuroko contra el suelo pateando con fuerza su estomago, Kuroko comenzaba a reconocer eso, primero lo patearía hasta que escupiera sangre, después intentaría romperle algún hueso y quizás tendría éxito, quizás le torturaría de alguna manera para hacerle gritar y ya que le viera desangrarse lo tiraría cerca del suelo en el pasillo que daba a la puerta para hacerle ver la libertad, sentirla tan cerca y no poder alcanzarla, unos días y podría arrastrarse hasta el baño para curarse, otro día para poder caminar y unos más para volver a la escuela, esos eran los pasos siempre que se equivocaba y le hacían pagar por sus errores.

-por cierto-la mujer se detuvo, Kuroko salió de sus pensamientos un momento, seguía pateandole y logró sentir el saco del sabor de la sangre acercarse-unos chicos de tu equipo de tu escuela venían mucho a preguntar por ti, espero no te involucres mucho con ellos, pueden tener el mismo destino que ese chico rubio-

-sí-murmuro hecho bolita en el suelo, siempre protegiendo sus órganos vitales, miraba de vez en cuando la puerta, aún esperando que Akashi entrara a rescatarlo, pero eso no ocurrió en toda la noche.

continuara...


(espero les guste, voten y comenten)

Realidad [Kuroko no basket]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora