Kuroko caminaba con lentitud por las oscuras calles en dirección de su casa, se sostenía de las paredes o de lo que encontraba, sus pisadas aun no eran estables y temía caer en cualquier momento.
-Tetsuya ¿Qué haces aquí?-La imponente voz del pelirrojo detrás de kuroko resonó en su cabeza, kuroko recuperó su figura mirando a su ex-capitán.
-A-akashi-kun, solamente voy a mi casa-contesto el peliazul tratando de no expresar dolor en su rostro-¿Qué haces tu aquí? Se supone que vives lejos-
-Compré una casa aquí para unos negocios-akashi se acercó a kuroko mirándole fijamente-¿Qué te sucede?-
-nada...-
Akashi se acercó a kuroko con una severa mirada, kuroko solo desvió la mirada evitando cruzar miradas con el heterocromatico.
-debo irme akashi-kun-kuroko continuo su camino normalmente.
Una pequeña gota de sangre escurrió desde la espalda de kuroko y cayó al suelo, el pelirrojo logro notarlo, estiro el brazo para detener el hombro del peliceleste, pero algo le dijo que no lo detuviera dejándolo ir.
La espalda de kuroko ardía aun más, sus pasos eran un infierno andante, el peliceleste solo quería soltar un par de lagrimas de sus ojos pero era algo que no salia hacer desde hace mucho tiempo, lamentarse o quejarse.
-y-ya casi llego....-La debil y temblorosa voz de kuroko apenas logro escucharse para luego sacar las llaves de su casa.
-¿Tetsuya-kun?-un frió recorrió la espalda de kuroko-me alegro de que estés en casa, adelante, abre la puerta-
Kuroko miro por arriba de su hombro, su padre estaba detrás suya con una cruel sonrisa mirando a su hijo. Las manos de kuroko comenzaron a temblar sin parar, las llaves se movían en sus manos y como pudo logro abrir la puerta de su casa.
Kuroko no se lo pensó dos veces, en un impulso de su cuerpo corrió hasta su habitación cerrando con llave sentándose mirando la puerta, abrazo sus piernas mirando con terror.
-!kuroko! ¡KUROKO ABRE LA MALDITA PUERTA!-Varios golpes y gritos se escuchaban al otro extremo-¡¡MALDITA SEA TETSUYA!!-
Kuroko cubrió sus oídos con sus manos tratando de contener sus lagrimas.
-¡¡KUROKO OBEDECE A TU PADRE!! ESTÚPIDO NIÑO!¡-el atacante gritaba golpeando con fuerza la puerta
Kuroko temía que en cualquier momento su padre tirara aquella puerta que era lo único que lo separaba de un infierno, las lagrimas comenzaron a salir sin parar de los ojos azules del débil chico y solo podía pensar en pedir ayuda, pero lamentablemente había dejado su teléfono en su mochila la cual tiro para correr.
-a-alguien...p-porfavor...a-ayúdeme-suplicaba en voz baja el peliceleste cerrando con fuerza sus ojos y apretando sus oídos con desesperación-a-akashi-kun....alguien...p-porfavor-
La desesperación que sentía el débil chico, la sangre que había perdido y el hecho de no haber comido nada en todo el día habían logrado que el miembro más pequeño de seirin comenzara a perder el conocimiento.
-Tetsuya...recuerda que yo tengo la llave de tu habitación..-
Aquellas palabras hicieron que el chico no lo soportara más, solo podía esperar ese infierno que en pocos segundos vendría sobre él, las lagrimas no dejaban de correr mientras él esperaba a alguien que pudiera rescatarle.
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Realidad [Kuroko no basket]
Fanfic¿Porque kuroko difícilmente sonríe? ¿Porque nunca menciona nada de su familia? Kuroko ¿Eres realmente feliz? Nosotros te ayudaremos, ninguno te abandonara o eso es lo que esperamos... Todos los derechos de personajes no son míos, espero les gus...