Realidad [Kuroko no basket]

48.La muerte espera

Aki se acercó a ambos chicos tomándolos por los brazos y agitándolos bruscamente.

— ¿A quién de ustedes dos idiotas se les ha ocurrido llamar a la policía y decirle mi ubicación? —preguntó molesto

Hanamiya y Kuroko se miraron entre ellos, siendo sinceros a ninguno se le había ocurrido, era algo imposible además, las puertas cerradas con llave igual que las ventanas, tenían teléfonos pero todos con la línea cortada.

—Es verdad, no soy idiota si es lo que pensaron, es imposible que hicieran eso—Aki suspiró soltando a ambos chicos.

Kuroko asintió con la cabeza, recordaba la advertencia de Rido, no hablar.

—Nos tenemos que ir de aquí, les daré ropa así que en menos de diez minutos los espero en la entrada—

"¿me puedo quedar aquí?" era lo que quería preguntar Kuroko, no podía ni debía hacerlo, pero sabía que si alguien había llamado a la policía debía de ser alguno de sus amigos, la libertad estaba tan cerca pero igual tenía que escapar de ella.

—ten cuidado, cuando Aki se molesta no mira alrededor, simplemente quiere desquitar su enojo-susurró Rido—vamos a cambiarnos de ropa antes de que se moleste de verdad—

Kuroko asintió con la cabeza y ambos caminaron a la habitación de Kuroko

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—hace una semana que estoy aquí, hace dos días que tendrían que haber venido para completar el plan ¿Qué sucede? —Akashi movía los dedos nerviosamente sentado en su cama mientras pensaba en voz alta—Debe haberles ocurrido algo, debo hacer algo pero no puedo—

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— ¿Qué demonios significa eso? Tenemos derecho de visitarle-gritaba Aomine a un oficial

—Las visitas para Akashi Seijuro están prohibidas—respondió el oficial sonriendo

—Denos una razón o explicación para prohibirlas— dijo Midorima—porque según se el acusado tiene derecho de visitas hasta el día del juzgado—

—Eso ya no importa mocoso, lárguense antes de que los arrestemos a ustedes también—un policía empujo un poco a Kise de delante suyo.

—Maldita sea, vámonos—Aomine se dio la vuelta molesto y los demás le siguieron

— ¿Cómo vamos a entrar a ese lugar para decirle a Akashicchi? —

— ¿Decirle que? —pregunto Midorima

—Llamamos a la policía informándole de todo, del lugar y de ese torpe albino—completo Aomine

—pero...Akashi les dijo que no dijeran nada a nadie hasta—

—Akashi no es el único que debe hacer todo—interrumpió Aomine

— ¿Qué estás diciendo? —Midorima dio un paso hacia Aomine

—No queríamos que cargara todo él solo, estando en prisión debe ser muy frustrante todo—dijo Murasakibara

—Por eso debemos hacer lo que nos diga—suspiró Midorima frotando su cara—váyanse, los alcanzare más tarde—

—Pero Midorimacchi—

—váyanse—

—vámonos Kise, déjalo solo—Aomine toco el hombro de Kise y todos se dirigieron al automóvil

Midorima se dio la vuelta regresando a la prisión y acercándose a los policías que lo habían atendido.

—mocoso, ya te dijimos que no pue...—

— ¿Cuánto piden para dejarme verlo? —pregunto Midorima de manera indiferente

Ambos policías sonrieron mirándose entre ellos.

—parece que tu si hablas nuestro idioma—dijo uno de ellos

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Kuroko y Hanamiya se pusieron la ropa, un par de trajes elegantes parecidos a los de mayor domo.

— ¿Para qué quiere que nos vistamos así? —pregunto Kuroko mirando su traje

—Nos vamos, eso significa que tendremos que pasar por donde hay personas por lo que no pueden tratarnos como basura frente a las personas normales—respondió Hanamiya ayudando a Kuroko a acomodar bien su cuello del traje.

—pero... ¿Por qué nos vamos? ¿A dónde? —

—No lo sé pequeño, pero haz lo que te diga si quieres que todo salga bien y lleguemos vivos a ese extraño lugar—

— ¿Por qué pareces asustado? Hanamiya-san —

—yo... ¿De qué hablas? Estoy como siempre —Hanamiya sonrió para mostrar su punto—vamos, ya debemos estar en la entrada—Rido le dio un empujoncito a Kuroko impulsándolo hacia la puerta.

Ambos chicos caminaron hasta la entrada esperando a Aki que en unos segundos estuvo allí.

—miren, nos iremos en mi auto, si alguien pregunta son mis mayor domo, no quiero que digan nada más que lo que yo les indique y esperemos que todo salga bien por su propia seguridad—

Kuroko apretó los puños, tenía que decirlo.

— ¿A dónde vamos? Creía que conocía a la policía lo suficiente para tener la vida arreglada—dijo Kuroko de manera sería, lo había estado pensando, si ese sujeto tenía poder para asesinar a alguien sin que la policía lo inculpara ¿Por qué tendría problema con que lo buscaran?

Aki frunció el ceño molesto acercándose a Kuroko, esa era una de las preguntas que no deseaba escuchar y de las que menos quería explicar y el hecho de que el pequeño peliceleste hablara solo para hacerlo enojar le frustraba aún más, era como si le estuviera retando, pero antes de que pudiera hacer algo Hanamiya le había dado un golpe en el estómago a Kuroko dejándolo sorprendido.

Kuroko se agacho por el golpe, no había sido muy duro pero su había dolido, Rido lo tomo por el cabello levantando su cabeza.

—Te dije que no hablaras, idiota—murmuro cada palabra con algo de enojo y después soltó a Kuroko.

Aki se acercó tomando a Hanamiya por el cuello asfixiándolo un poco.

—No lo vuelvas a tocar sin mi permiso—lo soltó dándoles la espalda y abriendo la puerta—los dos al automóvil, si alguno intenta escapar...—enseño el arma de su bolsillo, Rido lo noto, no era la misma arma, la otra servía para inculpar a Akashi—les esperara la muerte—