44.Errores que afectan a otros

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(advertencia: tiene escenas algo fuertes, solo aviso se que algunos leen cosas peores)

-Escúchame Tetsuya, el amo está por llegar y entonces yo...-Hanamiya miró hacia otro lado preocupado-yo no podré hacer nada para lo que él te hará-

-¿para lo que me hará?-pregunto Kuroko confundido

-Él quiere jugar contigo, sabes...ese tipo de juego-

-¿juego?-

-Veo que eres algo inocente, parece que tú maltrato solo fue físico y mental-Hanamiya sonrió con tristeza-realmente lo siento pequeño pero te lo advertiré, ni se te ocurra hablar, ni suplicar, mucho menos reclamar o insultar, puedes gritar-

-¿A qué te refieres Hanamiya-san?-

-Por lo que más quieras no hables, te lo suplico, se que el amo puede hacerme sufrir pidiéndome que te haga cosas horribles y yo no quiero-

-tranquilo haré todo lo posible para obedecer-

-shhh...ya llegó-Hanamiya señalo la puerta de la entrada y le indico a Kuroko que se fuera a la biblioteca mientras él se quedaba en el comedor.

El albino entro por la puerta principal de una manera cansada,  parecía estar algo molesto por alguna razón, en cuanto se dio la vuelta y miró a ambos chicos a mitad del pasillo su expresión cambio a una de furia, se aproximo con pasos largos a ambos los cuales no se atrevieron a moverse.

-tú...-Tomo a Kuroko por el cabello dándole un tirón hacia él-¿Qué fue lo que hiciste? ¿Por qué hay alguien investigandome?-

Kuroko tenía una pequeña mueca de dolor, le estaban estirando demasiado el cabello y lo peor era que no sabía si responder o no.

-ponte de rodillas como el animal que eres!-gritó soltando el cabello de Kuroko con un empujón haciéndole caer-No se como informaste a alguien de este lugar pero te aseguro que es de lo peor que podrías haber hecho, Cachorro-

Le llamó en voz alta aunque Hanamiya se encontraba allí mismo, Hanamiya dio un paso adelante haciendo una reverencia mientras se arrodillaba con una rodilla.

-Vamos a enseñarle algo de disciplina al gatito, tráeme el látigo-

Hanamiya levantó la mirada sorprendido pero obedeció poniéndose de pie, logró observar por encima de su hombro como Aki ponía de pie a Kuroko de una manera brusca conduciéndolo a la habitación de Kuroko.

-Animal desagradecido!-grito Shitsueki empujando a Kuroko dentro de la habitación, encendió la luz acercándose a Kuroko.

Kuroko intentada moverse para luchar, estaba algo aterrado por la reacción del albino y no había podido reaccionar adecuadamente, solo pudo arrastrarse lejos de Aki sobre el mismo suelo.

-Ven gatito, seré bueno contigo-Se acercó con una sonrisa a Kuroko sujetándole por una mano y arrastrándolo a la cama y encadenando solo una de sus muñecas.

Hanamiya llegó sujetando un latigo en sus manos, temblaba un poco pero se acercó entregándole el mismo al albino, Kuroko se retorció en su lugar a un lado de la cama sentándose en el suelo intentando alejarse, sabía para que era esa cosa, su madre lo había amenazado varias veces pero no le había hecho verdadero daño, no como lo hizo su padre alguna vez.

-Veamos que gatito tan estúpido tenemos aquí..ahora quiero que me expliques ¿¡Cómo es que alguien sabe sobre mi!?-

Estiro bruscamente del cabello de Kuroko tirándolo al suelo boca abajo y golpeándolo una vez con el mismo látigo en las piernas, Kuroko soltó un gemido de dolor, le había golpeado tan fuerte para sacarle algo de sangre dejandole una horrible marca.

-Estúpido y desagradecido animal!-volvió a gritar golpeándolo de nuevo

-p...porfavor..-susurro Kuroko desde el suelo, a su padre y madrastra le complacían que suplicara mientras lo golpeaban, por lo que no podía contenerse, pensaba que quizás así todo terminaría.

-¿Qué? ¿Haz dicho algo?-El albino se detuvo acercándose al suelo, tomo a Kuroko nuevamente por el cabello levantándolo-Debería arrancarte cada una de esas palabras de una vez para que no me des más problemas, esa es una buena idea-

Kuroko le miró con terror, sabía que sería capaz de hacerle algo horrible, pero estaba seguro de no haberle dicho a nadie ni haber hecho nada.

-y...yo...lo vigile, no hizo nada...-tartamudeo Hanamiya con miedo-por favor no...no le haga daño...-

Aki miro a Hanamiya molesto poniéndose de pie y acercándose al mismo, Kuroko le miraba aterrado desde el suelo, no podía moverse aquellos dos golpes le habían hecho suficiente daño, solo pudo alzar un poco la cabeza para mirar las horribles marcas que cruzaban sus piernas y las gotas de sangre que le escurrían, no podía moverlas, le dolían demasiado.

-¿Acabo de escuchar que hablaste sin mi permiso?-pregunto Shitsueki moviendo el mismo látigo en sus manos, Rido no se atrevía a contestar, había prometido proteger al pequeño a costa de todo, solo podía apretar los dientes y esperar lo que fuera a venir.

-m-miau-Kuroko se puso de rodillas como pudo aguantando el dolor, se acercó hasta donde la cadena le permitió, no iba a permitir que le hiciera algo a Hanamiya.

-hmn...-Aki miró de reojo a Kuroko, sonrió acercándose y tomándolo por la cara acercándolo a su rostro-vamos a jugar si tanto lo quieres gatito-

Se acercó besando a Kuroko lentamente, comenzó a morder su labio hasta sacarle la sangre, bajo su mano hasta descubrir un poco el trasero de kuroko poniendo su mano en él y moviendola. Kuroko tenía unas lágrimas de desesperación, el albino se separo mirándolo  con una sonrisa y sus labios manchados con la sangre de Kuroko.

-Veo que no sabes hacer nada de esto pequeño gatito, dejemos que te muestre como se hace-Aki se puso de pie acercándose a Hanamiya-besame, enséñale al gatito como se hace-

Hanamiya comenzó a besar a Aki lentamente, el albino pasaba su mano por el cuerpo de Rido lentamente pasando por cada lugar con un poco de brusquedad hasta que se detuvo en la cabeza del rubio estirando su cabello, Rido no tuvo otra opción que separarse.

-Como vuelvas a hablar sin mi permiso-le empujó tirándolo al suelo-no te preocupes, no quitare tu hermosa voz, pero te aseguro que arrancare cada trozo de piel de esa horrible espalda que tienes para que cada vez que veas lo deforme que estas lo recuerdes-

Y con eso le soltó un golpe de igual manera en las piernas delanteras, Hanamiya soltó un pequeño gemido de dolor pero sin moverse de su sitio.

-y ahora gatito-Aki se giró para ver a Kuroko a los ojos-muéstrame cuanto dolor puedes soportar sin morir-



Realidad [Kuroko no basket]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora