53.A esto llevo un golpe

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Midorima corría por las calles, esperaba llegar a tiempo para evitar que hicieran la denuncia con la policía, se giró para encontrarse con los demás de la generación, se detuvo en seco.

—¿Qué paso? —preguntó intentado recuperar el aliento

—La policía ira a la casa del sujeto, dicen que revisaran cada lugar en la noche—contesto Aomine alegre—al fin podremos rescatar a Tetsu—

—¿Qué? Ustedes...No—Midorima levanto la mirada intentando procesarlo todo

—quizás hasta liberen a Akachin—dijo Murasakibara

—¡Idiotas!—grito Midorima—debo hacer algo—

Midorima se puso a correr de nuevo, iría con Akashi para ayudarle a escapar, tenían que hacer algo para evitar todo o alguien podría morir.

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Kuroko abría los ojos con pesadez, le dolía la cabeza y se sentía demasiado confundido, estaba en una cama, miro a su lado, a su izquierda estaba Rido, con el cuerpo vendado, alguien le había curado las heridas, se sentó en la cama a observar al rubio por unos momentos, antes de girar la cabeza y darse cuenta que a su derecha, a un lado de la cama, estaba un albino sentado en una silla dormido. Por alguna razón ese albino le asusto, se alejó un poco observándole con miedo, pero efectivamente, estaba dormido, con cuidado se bajó de la cama, el pie le dolía, estaba vendado de igual manera, no podía caminar bien así se tiro al suelo y gateo hasta la puerta, la abrió en silencio y salió hacia el pasillo.

Tenía mucha hambre así que gateo por las habitaciones de alrededor hasta encontrar la cocina. Estaba solo, miro a su alrededor pensando que podría hacer, su estómago emitió un extraño sonido.

—Comida—murmuro mirando a la cocina.

Entro en la cocina con pasos lentos, observo alrededor hasta dar con el refrigerador, se acercó abriéndolo, había un pastel, un par de pays, huevos, las sobras de una cena y varias latas de refresco y cerveza.

Metió la mano en el pastel con tanta fuerza que el pastel se deshizo, probo un poco del que tenía en su mano y tiro lo que le sobraba en el suelo, no le gustaba demasiado, hizo lo mismo con ambos pays; saco uno de los huevos sin saber que era tan frágil lo aplasto en su mano mientras miraba como el líquido caía, tomo otro para probarlo, pero en cuanto sintió lo viscoso de la clara lo tiro lejos; se agacho para probar un poco de lo que se cayó del suelo, por ultimo estaba intentando abrir una de las latas de cerveza, pero no encontraba como. 

Aki escucho algo de ruido proveniente de la cocina, se dirigió con rapidez pensando que podría ser un intruso, pero se encontró a Kuroko en el suelo sucio con comida alrededor

—¿Qué estás haciendo? —preguntó algo frustrado, no había dormido bien.

Kuroko se giró para ver de dónde provenía la voz, al ver a Aki se echó para atrás alejándose, Aki noto este movimiento, algo extraño ocurría, se acercó a Kuroko agachándose, Kuroko intentaba alejarse, pero no había más espacio.

—Tranquilo pequeño, tranquilo—repitió al ver el nerviosismo de Kuroko—solo quiero revisarte ¿Puedes contestarme algunas preguntas? —

Kuroko le miró fijamente unos momentos pero no respondió.

—Bueno, eso no importa, ven—Aki cargó en sus brazos a Kuroko y lo llevó a su habitación, le sentó en la cama con cuidado.

Kuroko le miraba expectante mientras Aki revisaba sus cajones sacando una linterna, se acercó a Kuroko y encendió la linterna cerca de uno de sus ojos, pero la luz hizo que Kuroko se volteara por instinto.

—no te muevas—ordenó Aki algo frustrado después de intentarlo por segunda vez, pero al acercar la lámpara Kuroko volvió a moverse—¡Que te quedes quieto! —

El gritó hizo que Kuroko se asustara, retrocedió un poco en la cama con los ojos llorosos. Aki suspiro calmándose.

—Ven aquí, no te hare daño—Aki extendió la mano y Kuroko, algo indeciso la tomo, se volvió a acercar.

Aki sujeto a Kuroko por las mejillas para evitar que se moviera y acercó la linterna.

—Me lo temía—murmuro Aki retirando la linterna y soltando a Kuroko, se puso de pie guardando la linterna en su cajón—Ese golpe en la cabeza te hizo algo, algo en tu mente cambio, pero es maravilloso, es algo que no he visto antes, tus reflejos son extraños, es como si...—

Shitsueki miró a Kuroko a los ojos.

—Es como si fueras un animal de verdad—el albino se agacho de nuevo en dirección de Kuroko—Di algo—

Kuroko abrió la boca, pero ningún sonido salió.

—Veo que no hablas, perfecto, ahora, iré por mis notas, quizás tenga algo allí, no te muevas—Aki se puso de pie y se dirigió hacia la puerta, miro a Kuroko antes de salir.

Se dirigió rápido a la biblioteca, tomo su cuaderno y regreso a su habitación, al entrar vio a Kuroko en el suelo con la sabana que cubría la cama en el suelo enredada en Kuroko, al parecer Kuroko se enredó en está y no podía moverse, Aki dejo sus notas arriba de los cajones y se acercó algo molesto a Kuroko.

—¡Te dije que no te movieras! ¿!Qué hiciste para enredarte así!? —Aki se acercó molesto a Kuroko y en ese estado le dio una patada—¡Estúpido desobediente!—

Kuroko se movió retorciéndose en su lugar hasta soltarse de las sabanas para después alejarse de Aki lo más posible.

—agh lo olvide, un animal se asusta o ataca cuando lo golpean con fuerza, pero entonces ¿Qué haré?...eso lo pensare después, ahora ven—dijo mirando a Kuroko, pero este no se movió de su lugar—Te dije que vinieras—

Aki se acercó para tomar a Kuroko y acercarlo, pero Kuroko comenzó a moverse y patalear alejándolo.

—agh, por eso las mascotas no son niños, parece que tendré que tener paciencia contigo—suspiró y sonrió agachándose cerca de Kuroko—Vamos no te hare daño—

Kuroko le miró inseguro, esa sonrisa le daba más escalofríos que confianza pero aun así se acercó por el mismo miedo.

—Perfecto, amabilidad, lo tendré anotado—



(si, estoy publicando capítulos seguidos por el tiempo que pase sin publicar n.n disfruten)

Realidad [Kuroko no basket]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora