20-Visita

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Llegó el día del juego de Akashi, sería sencillo, solo se iría unas tres horas y volvería lo más rápido posible o al menos eso dijo que haría. Kuroko seguía con algo de inseguridad pero debía tener más confianza en su equipo, todo estará bien ¿verdad?

-bien, el ogro se fue ¿que quieren hacer?-pregunto Aomine en cuanto se aseguro que Akashi estaría lo suficiente lejos para no escuchar

-podemos ver una película-propuso Kise y ambos miraron a Kuroko

-¿te apetece ver una película?-pregunto Aomine 

Que le estuvieran cuidando no significaba que fueran sus niñeras, el tono y las propuestas tan infantiles comenzaban a fastidiar a Kuroko, el ser maltratado no te hace de porcelana, deberían dejar de tratarle como si se fuera a romper con cualquier cosa.

-como sea-respondió Kuroko algo fastidiado cruzando los brazos y mirando a otro lado

-¿estas molesto?-pregunto Aomine algo interesado

-no-Kuroko se dio la vuelta para darles la espalda mientras suplicaba que le volvieran a tratar normalmente-iré por algo de agua-

-yo puedo ir por ti-propuso Kise dando unos pasos hacia la cocina

-yo iré-reclamó Kuroko elevando la voz caminando más rápido hacia la cocina

Ambos chicos se detuvieron a mirar como se iba, les preocupaba un poco ese comportamiento, pero era mejor no decirle nada, era mejor dejarle en paz en ciertos momentos. Kuroko en la cocina tomo un vaso y se sirvió el agua, tomo un sorbo algo molesto, no sabía cuanto tiempo soportaría tanto tacto de sus compañeros, estos se limitaban a no tocarlo, parecía que todos temían romperlo, le hablaban con demasiado tacto, Kuroko comenzaba a arrepentirse el contarles todo aquello.

-que fastidio-murmuro dándose la vuelta para irse a la sala con ellos de nuevo

Mientras se giraba para caminar soltó el vaso en lo que era la mesa, se escucho un ruido fuerte, Kuroko miró hacia abajo, el vaso se había roto pero ¿Cómo? él estaba completamente seguro de haberlo dejado en la mesa.

-¿Qué fue eso?-grito Aomine entrando a la cocina con una expresión de susto al igual que Kise

-se rompió-Kuroko se limitó a mirar el vaso sin verlos a los ojos, se agacho para juntar los trozos rotos pero todo el dio vueltas un momento, un fuerte mareo, se sujeto la cabeza con una mano unos segundos y después la soltó para juntas los trozos de vidrio.

-Tetsu ten cuidado-casi grito Aomine pero fue tarde, Kuroko se corto con varios trozos, su mano sangraba de una manera considerable.

Kuroko no sabía que sucedía, comenzaba a preocuparle, estaba seguro de que aquellos trozos de vidrio estaban a unos centímetros más abajo, pero el dolor le confirmo que no.

-Kise, trae el botiquín-ordeno Aomine y Kise corrió trayendolo lo mas rápido que pudo.

-esta bien, solo es algo de sangre-comentó Kuroko con una extraña sonrisa, no quería preocupar a nadie con lo de su vista o ese molesto dolor de cabeza que comenzaba a formarse.

-claro que no esta bien idi...-Aomine abrió el botiquín y saco un poco de algodón para limpiar al herida, lo acercó a Kuroko y se detuvo sin tocarlo.

-no me romperé-dijo Kuroko al verlo dudar-pero si quieres yo puedo curarme-sin más le arrebato el algodón a Aomine y se limpio la mano. 

Aomine y Kise se quedaron inmóviles, querían ayudarlo, pero realmente sentían que podían romperle en algún momento, era lo mismo con toda la generación e incluso con Akashi, pero este intentaba no demostrar el miedo que sentía, podía tocar a Kuroko, pero cada vez que Kuroko tenía esa mirada sin vida no sabía que hacer, no podía tocarlo o decirle algo, era frustrarte para todos.

Kuroko comenzó a sacar uno que otro trozo de vidrio con cuidado y después se lavo la mano, solo había un par de cortadas grandes y varias pequeñas, Aomine se acerco con una venda.

-necesitas ayuda para esto-dijo de una manera muy seca, Kuroko no quería aceptarlo pero era verdad, no podía vendarse solo sin lastimarse más la herida y eso era algo que en muchas ocasiones ya había comprobado.

-si-extendió su mano para que Aomine pudiera vendérsela más fácil.

Aomine se acercó a la mano temblando, ese mismo miedo de hacerle daño, quería tener especial cuidado ya que era un tipo muy brusco y un mal movimiento podría lastimarle, después de unos minutos la mano estaba vendada exitosamente.

Kuroko tenía la mirada baja, estaba algo triste por la manera de temblar de Aomine, era claro que nada volvería a ser como antes, nunca debió meterlos en sus problemas.

El timbre de la puerta sonó, Akashi no dijo que esperara a alguien.

-yo abriré-anunció Kuroko caminando a la puerta, necesitaba salir de ese lugar tan sofocante aunque sea solo unos momentos.

Abrió la puerta y se quedo paralizado, su cuerpo no le respondió, la mente no lo analizaba bien y todo él estaba en shock.

-hola Tetsuya ¿no saludas a tu madre?-

continuara...


(espero les guste, voten y comenten, gracias por leer, si me gusta el suspenso :D además no me gusta hacer capítulos muy largos por lo tedioso que son de leer ;) gracias por su apoyo)

Realidad [Kuroko no basket]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora