34.¿La verdad?

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Kuroko se bajo del automovil a toda prisa y corrió escaleras arriba hacia el departamento, se detuvo afuera de la puerta con la respiración algo agitada, miraba la perilla pensando, estaba aterrado, quería huir de allí y aunque las piernas le temblaban un poco tomo el valor para seguir, toco la perilla y logró escuchar alguna discusión dentro, era su madrastra discutiendo con ese hombre albino, cerró los ojos con fuerza y abrió la puerta.

Todos se callaron y le miraron, su madrastra, aquella pelirroja y el albino, Kuroko tragó un poco de saliva y avanzó intentando encontrar la valentía que se le había perdido.

-Vaya Tetsuya, al fin llegas-la mujer se acercó peligrosamente hacia Kuroko con una macabra sonrisa

-e-estoy de vuelta-Lo que más quería era preguntar ¿Dónde rayos estaba Kagami? Pero se abstuvo, era mejor preguntarlo después de saludar aunque él fuera su prioridad.

-Hola pequeño gatito-saludo el albino con una sonrisa mirándole con aquellos profundos ojos azules.

"¿gatito?" se pregunto Kuroko retrocediendo un paso

-¿D-dónde esta Kagami?-

-¿Ese idiota? Creo que esta inconsciente en el centro comercial-la mujer sonrió de una manera terrible, lo había planeado desde el inicio-durara algunos días inconsciente-

-¿Qué fue lo que le hiciste?-Kuroko dio un paso al frente herido, estaba molesto y le había engañado, sabía que era una trampa pero no una tan vil.

-Ese idiota estará en cama un par de días, sufrió un fuerte golpe en la cabeza o algo parecido-Sayuri se dio la vuelta dándole la espalda a Kuroko.

Kuroko suspiró, nada grave le había pasado a Kagami o al menos esperaba confiar en la palabra de su madrastra, pero había otro problema, él, Akashi y los demás. Debía hacer algo antes de que los demás llegaran.

-M-me...me iré de aquí-Kuroko dió un paso hacia atrás intentando huir

-No pequeño, tu ahora eres mío-el albino camino hacia Kuroko-ya le pague una cantidad de dinero a tu madre por ti-

Kuroko le miró con miedo, ese sujeto parecía ser capaz de todo, un nivel que ni Akashi alcanzaba, Akashi era insensible, pero ese hombre era cruel. El peliceleste miró a su madrastra, aquella mujer a su lado, con la esperanza de que no fuera real, pero al ver los ojos de satisfacción de su madre se rindió, era lo mejor para todo el mundo, era mejor desaparecer. 

-Muy bien...-Kuroko agacho la mirada intentando que las lágrimas no le saltaran, esa era la despedida de su libertad.

Sayuri miró al peliceleste, este chico se había rendido tan fácilmente, ese albino había logrado doblegar lo que ella no pudo en años, aquellos que ella intentaba y anhelaba con el alma, eso no se lo permitiría a nadie más que a ella.

-Sabes...yo solo quería verte sonreír, sonreír de verdad, solo quería que me dijeras un "te quiero" mientras sonreías, por eso soporte todo esto...se que de seguro sufriste y querías hacer a alguien más sufrir, pero ya veo que nunca lograre que hagas eso...nunca te odie, te detestaba con toda mi alma, pero no lograba odiarte, mi madre me abandono, pero tu siempre estabas allí, nunca entendí porque mi madre me abandono dejándome solo en ese infierno-Continuó murmurando Kuroko mirando hacia el suelo-tu eras un infierno, te detesto, pero quería una familia, la quería de verdad-

-Si ya te despediste es hora de irnos-el albino extendió su mano hacia Kuroko

Kuroko sonrió de lado y se dispuso a dar un paso hacia delante para tomar aquella mano, pero su madre se puso delante suya con los brazos extendidos mirando a aquel albino.

-El trato se cancela Aki, te devuelvo el dinero o te recompenso con otra cosa pero esto se cancela-

Kuroko se paralizo, no entendía lo que sucedía, ¿su madre lo estaba defendiendo? Eso era imposible. El albino cambio a una mueca de disgusto y asco e inmediatamente después mostró su sonrisa.

-Si tu crees que puedes cancelarme estas loca-

-No te dejare que te lo lleves, tendrás que pasar sobre mi cadáver y te aseguro que sera muy difícil-La pelirroja continuo-Nadie más destruirá la mente y el alma de este niño más que yo- 

-¿mente y alma? Yo quiero destruir más que eso-El albino metió su mano en su bolsillo-y sobre tu reto, me parece buena idea-Saco un arma disparandole dos veces en el cuerpo a Sayuri.

La sangre salpico a Kuroko el cual seguía paralizado intentado comprender que era lo que había sucedido, reacciono cuando vio el cuerpo inerte de su madrastra caer al suelo, un charco de sangre se formo al rededor de ella llenando su hermoso cabello rojo, Kuroko se agacho por instinto.

-jajaja mírame, siempre me haz querido ver así ¿No es verdad?-La mujer sonreía de una manera que Kuroko jamas había visto-sabes Tetsu, yo soy así porque el mundo me hizo así y quería que tu fueras igual, quería que tu sobrevivieras a este cruel mundo siendo el doble de cruel, quería que me odiaras para que nunca odiaras a nadie más, pero tu mirada hacia mi era de terror y lastima, lo cual me molestaba más...yo era tu madre, no aquella mujer, pero tu padre amaba más a aquella chica y me abandono...nunca pude perdonarlo y jamas perdonare el hecho de que te parecieras a ella y no a mi, pero aun así...te quiero Tetsuya-

La mujer sonrió amablemente, Kuroko intentaba procesar todo lo que había escuchado, con la sorpresa y terror en sus ojos por la mujer que se desangraba en frente suyo.

-¿Tu eres mi madre?-logró preguntar cuando lo entendió

-Puede que no sea tu madre de sangre, pero aquella mujer te odio desde que naciste por lo que se fue...yo siempre estuve allí, intentaba hacerte fuerte, por eso te adopte-

-pero eso es demasiado, no se si creerte, tu eres un demonio-

-hasta los demonios sienten-

Kuroko soltó un par de lágrimas, podría ser un engaño, podría que esta mujer le quisiera enloquecer por fin, una mano le cruzó los ojos tapandoselos.

-Muérete de una vez-se escucho la voz del albino y otro disparo incluyendo un silencio tenebroso en toda la habitación.

-te odio, madre, si eso te hace feliz de odiare toda mi vida-Kuroko se mordió el labio de rabia, esa mujer le oculto todo, le lastimo demasiado y hasta le hacía sufrir por diversión, era imposible que lo que dijera era verdad, ese infierno que vivió fue real y siempre estará en su mente, esa mujer estaba loca.

Akashi llegaba en ese momento al apartamento cuando escucho un fuerte disparo y luego silencio, se apresuro a querer abrir la puerta pero esta estaba cerrada.

-¡Tetsuya!-gritó con la esperanza de no llegar demasiado tarde

-¿Akashi?- Kuroko reacciono al identificar la voz de fuera

-¿Otro amigo tuyo? Me desharé de él para que no interfiera-El albino quito la mano de los ojos de Kuroko y giro el arma hacia la puerta, Kuroko pudo ver como había un agujero en la cabeza de su madre la cual tenía los ojos sin brillo. Reacciono rápido girándose hacia el albino y le jalo un poco la manga donde llevaba el arma.

-P-porfavor, haré lo que sea, pero no lo mates-Rogaba Kuroko, el albino le sonrió.

-Tú vendrás conmigo, realmente me gustas pequeño gatito, pero debo matar a ese entrometido y ni tu lograras impedirlo-

Kuroko se mordió los labios, no sabía que hacer, ¿atacar al sujeto del arma? Intentaría cualquier cosa por Akashi, se armó con valor y saltó encima del albino, pero este ni siquiera se movió de su sitio, solo se tambaleó un poco.

-D-déjale!-gritó Kuroko como ultima alternativa

El albino comenzó a girar su mirada, aquella mirada llena de enojo y de odio que hizo recorrer un escalofrío en la espalda de Kuroko, todo le gritaba "corre" pero ni siquiera sus piernas se movían, aquel sujeto era un monstruo de verdad.



(el capitulo se alargó mucho y aun no he podido sacar el nombre completo, espero les guste, voten y comenten)

Realidad [Kuroko no basket]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora