Capítulo 10

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-Hola mamá, ¿Que ta...

-Si...

-Estamos bien las do...- Vero se reía de como la ojiverde no terminaba nada de lo que quería decir, como se notaba que era Clara al teléfono. Lauren le mostró el dedo del medio y se volteó para ignorarla.

-Vero no se ha metido en problemas tran...-La latina puso una cara de ofendida y le quitó el celular a Lauren.

-Tía Clara, ¿por qué siempre piensan que...-No pudo seguir hablando porque ya la mamá de Lauren le respondió y de paso le contó una vez en la que casi incendia la casa. Vero se rió -Está bien, ya quedamos en que soy un ángel, te quiero tía.- Le tiró el celular a la ojiverde y se volvió a acostar en su cama.

-¿Tiene que ser este sábado?- Lauren bufó escuchando a su madre. -Vale, allá estaremos y llevaremos unas amigas. Te amo, chao.- Le trancó antes de que pudiera continuar quejándose de que no le había hablado desde que llegaron al campus.

-Hazme un resumen, Lau.- La ojiverde rodó sus ojos y se tiró al lado de Vero.

-Quiere que vayamos a la casa porque nos extraña y está molesta porque no la hemos llamado ni un día.- Vero rió al imaginarse a Clara molesta con ellas dos, era algo imposible. -También le dije que llevaríamos a las chicas, les tenemos que preguntar si quieren.

-Tu lo que quieres es presentarle sus nuevos suegros a Camilita.- Lauren negó con la cabeza riendo y le pegó en el hombro antes de pararse. -Por cierto, no las he visto juntas desde la fiesta.- La ojiverde hizo una mueca a ese comentario.

-No he tenido tiempo ni para saludarla fuera de los momentos en los que estamos todas juntas. Con esto del partido el viernes y los entrenamientos he estado muy ocupada, ella también parece estar haciendo algo porque no la he visto al terminar las clases.- Soltó un suspiro y se sentó en el escritorio a comenzar unos trabajos pendientes.

-Ya tendrán tiempo Lau, estamos a miércoles y el entrenamiento de mañana es corto, así que tranquila.- Le guiñó un ojo para luego meterse en el baño y arreglarse para las clases.

Habían pasado tres días desde la fiesta en la playa y no habían hablado acerca de lo que pasó, lo mas cerca que estuvieron del tema fue cuando sus amigas las acorralaron en la cafetería el lunes y les preguntaron acerca de todo; claro que entre risas y miradas coquetas les contestaron todo lo que querían. Eso es todo lo que ha pasado, charlas entre todas las chicas y algunas sonrisas y miradas entre clases. Lauren estaba desesperada por tener un rato para hablar a solas o para besarla mejor dicho, desde que probó esos hermosos labios no se los logra quitar del pensamiento y eso hace que se esté volviendo loca por volverlos a besar. Por mas que ame el fútbol ahorita solo quiere tener un rato libre para ver a su castaña, tienen su primer partido el viernes y por mas que sea amistoso todo el equipo quiere dar lo mejor de sí, por lo que están entrenando todos los días y cuadrando las tácticas a realizar. Pero algo bueno sucedió y fue la llamada de su madre, con la escusa de que las chicas pasaran el fin de semana en su casa podría tener el tiempo para estar con Camila y si tiene suerte que duerma con ella.

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Un par de ojos chocolate miraban a Lauren entrenar junto con el equipo de fútbol, llevaban media hora corriendo y pasando balones de un lado a otro pero esa mirada se concentraba solo en la ojiverde que no salía de su cabeza. Camila sabía que Lauren había estado muy ocupada en la semana y no se quejaba porque ella también, estaba intentando entrar a las clases de canto y se había pasado todas las tardes presentándose a los profesores y viendo algunos talleres que dieron esos días. Pero las ganas de ver a la ojiverde le ganaron hoy por lo que vino a ver su entrenamiento, le daba un poco de pena y esperaba que no la viera en las gradas como toda una desesperada.

Dejándose LlevarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora