Dejándose Llevar

Capítulo 1

-Bueno, esto pudo ser peor.- Dice Lauren mientras se tira en una de las dos camas de la nueva habitación. -Aunque la verdad no se si el que estés aquí conmigo es algo de lo que deba celebrar o ir directo a mi funeral.

-Eso me dolió Lau, ¿Como puedes decir eso? Es obvio que tienes que ir de una a tu funeral.- Ríe Verónica mientras se tira al lado de Lauren y la empuja un poco.

Verónica Iglesias en pocas palabras es todo un personaje. Mejor amiga desde la infancia de Lauren ya que son vecinas, y desde que se conocieron supieron que eran casi hermanas. Vero ama salir junto a la ojiverde para fiestas, buscarse unas chicas y pasarla muy bien, pero su mayor entretenimiento es hacer que ella pase pena. Juega fútbol con Lauren desde la primaria, siempre han sido las mejores en su equipo y esperan que siga siendo así ahora que están en la Universidad.

Lauren ríe junto a Vero por sus ocurrencias mientras se levanta y empieza a desempacar toda su ropa para poder tener todo lo que queda del día libre y así poder aventurarse por el campus, ver que tales son las vistas y tal vez hablar con algunas personas en el transcurso. El tener a Verónica la relaja un poco ya que no está sola en este infierno; no es que no le guste la idea de ir a la Universidad, lo que no le gusta es la idea de estar estudiando algo que no le llama la atención por más de que sea buena en eso. Vero siempre ha estado para ella en todos sus momentos y por eso ayuda tenerla consigo, hasta les dijeron a sus padres juntas de que eran lesbianas.

-¡Vero! Levántate de mi cama y haz algo con tu vida.- Le agita el cuerpo para que no se duerma. -Vamos latina estúpida que quiero ir a la cafetería, es muy temprano todavía.

-¿Café? ¿Quien dijo café?- Casi grita Vero levantándose rápido de la cama para empezar a arreglar su desorden de ropa. -Esta bien Lau, acepto. Pero ya que fue tu idea me invitas.- Voltea para darle una sonrisa socarrona a la mas alta.

-Dime cuando no me toca invitarte...- Rodó los ojos haciendo mención a todas sus salidas que de alguna forma u otra siempre terminan siendo pagadas por ella. -Vero no entiendo, tienes tanto dinero como yo pero siempre te escapas de pagar tu parte.

-Hablas como si fuéramos multimillonarias Lau, aunque te entiendo. Lo que pasa es que tu no me entiendes a mi.- Dice Vero mientras sigue desempacando y entonces saca unos tacos de fútbol último diseño. -Estas bellezas no las consigues gratis en ninguna parte y las necesitaba tanto que tuve que ahorrar.

-¡Que mentirosa eres Verónica Iglesias! Esas te las podías comprar ahorrando solo por una semana...- Lauren la mira entre divertida y como si quisiera colgarla viva por semejante excusa.

-Bueno ya. Lo admito soy débil y no me resistí a los encantos del nuevo ¡PORSHE QUE TENDRÉ DENTRO DE UN MES!- Gritó Vero emocionada por el hermoso carro que tendrá dentro de poco y así dejaría de pedirle a Lauren que la lleve en su Mustang GT.

-¡OH POR DIOS! ¿Vero por que no me dijiste? Te hubiera ayudado con tal de que dejaras de fastidiar en mi auto.- Lauren ríe abrazando a su amiga haciendo que ésta le de un golpe en su hombro.

-Bueno bueno, ya estoy por terminar así que agarra lo que vayas a llevar.- Cierra sus maletas y las guarda para ir al baño a arreglarse un poco el cabello. -¡Lolo, mi maquillaje!- Grita para que Lauren le pase su estuche y vuelve a sentar en la cama poniéndose sus botas.

-¡Vamos Vero! Ya son las once de la mañana y quiero salir a ver el campus mas tarde.- La ojiverde agarra sus lentes para luego verse en el espejo rápido.

 Su pantalones negros pegados le acentuaban el culo mientras que una camisa gris medio suelta le caía por los costados para terminar un poco mas abajo de su cadera. Se guiña un ojo y sale por la puerta de su habitación. Vero sale corriendo detrás ya que Lauren se olvidó de ella; cuando la ve le pega en el hombro.