Capítulo 28

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Se podría decir que esa era la mejor fiesta en la que han estado todas. Las chicas estaban en el centro de la pista de baile gozando de la música y la increíble compañía que eran sus amigas. Lauren junto a la castaña no dejaban de provocarse mientras bailaban al compás de la canción, al lado de ellas estaba la colombiana con Vero, quien por más de que estuviera completamente ardiendo gracias a cierta chica que le estaba bailando muy pegado, se abstenía ya que todas las chicas estaban alrededor y no quería ser el centro de sus preguntas y burlas. Por otro lado, al fin habían llegado los novios de las demás y se unieron a bailar junto con Shawn, quien había traído a una compañera de su clase; también estaba Mikael con su pelirrojo que ya había dejado la timidez con el grupo y se soltó haciendo reír a todos.

-¡Woooho! Esta fiesta está buenísima.- Gritó la polinesia atrayendo la atención de todo el grupo que bailaba. -¡Hey, monja! Si así le bailas a Troy, no quiero enterarme de cómo lo haces con tu querido Dios.- Comentó haciendo reír a todos mientras que la acusada se sonrojaba y abrazaba a su novio.

-¡Mila tienes que detenerte, Lau nos hará resbalar a todos con sus babas!- Gritó esta vez la morena. La castaña se rió intensificando sus movimientos de cadera y la ojiverde le agradeció a Normani haciéndola negar con la cabeza divertida.

-Y no piensen que no las hemos visto a ustedes dos.- Señaló Ally hacia donde estaba Vero con las manos en la cintura de la colombiana y ésta con su espalda pegada al pecho de la latina. –Lucy... No pensé que caerías en las garras de mi querida oficial... ¡Pensé que eras más fuerte!- Dijo toda dramática haciendo reír al par señalado anteriormente.

-Será solo por hoy mi querida monja, la fiesta está muy buena como para desperdiciarla negándole algo que tanto desea.- Comentó entre burlona y coqueta consiguiendo que todas les festejaran con gritos. Vero se rió en su cuello haciéndola estremecer.

-Iré por una bebida, nena. Cuando vuelva te quiero tranquilita o si no tendré que llevarte detenida.- Le susurró escuchando como suspiraba y viéndola asentir con la cabeza. -¡Vamos Lolo, a tomar algo para calmar tus hormonas!- Gritó separándose de la colombiana y guiñándole un ojo antes de jalar a su amiga del brazo.

-Pero Vero...- Replicó la ojiverde haciendo un puchero por dejar a su novia bailando sensualmente pero sola. –Esta me las paga después, latina idiota.- Habló seria haciendo reír a Vero, quien con su mano hizo un gesto quitándole importancia.

Ambas se acercaron al bar y le pidieron al chico que estaba atendiendo un par de whisky's. Mientras esperaban sus tragos fueron a sentarse en una mesa cerca y se quedaron viendo a sus dos chicas, quienes habían decidido bailar juntas por la falta de sus parejas. Lauren sonrió divertida viendo como su castaña la miraba y le guiñaba un ojo antes de voltearse contra el cuerpo de Lucy y bailarle fogosamente como tanto le gusta. A su lado Vero soltó un suspiró ensoñador por lo bien que bailaba la colombiana.

-Dijo que confiaba en mi...- Soltó con una sonrisa tímida. La ojiverde la miró sorprendida y luego giró a ver a Lucy con una sonrisa.

-Te dije que era una buena chica.- La latina asintió con la cabeza y soltó una carcajada al sentir un leve golpe en su hombro. –Me alegro por ti, hermana. Ya es hora de que veas que no todas son así.- Lauren le guiñó un ojo.

-Ya sabía que no todas eran así... Mírame a mí, soy perfecta.- Dijo quitándole seriedad al tema pero dejándole en claro a su mejor amiga que haría lo mejor por seguir adelante.

-Idiota.- Se rió la mayor.

Se levantaron a coger sus bebidas cuando el chico las llamó desde la barra y brindaron por el par de chicas que en estos momentos se encontraba bailando pegadas a más no poder. Cuando terminaron sus tragos regresaron a donde estaba todo el grupo y a unos pocos centímetros de distancia de poder agarrar a cada una de sus chicas, se quedaron tiesas como unas rocas al ver como un chico tropezaba a la colombiana por la espalda y ésta al estar cara a cara con su prima, la besó. Fue solo un pico inocente y obviamente no planeado, que duró apenas dos segundos, pero las dos chicas al separarse se quedaron mirando fijamente para luego soltar una risotada.

Dejándose LlevarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora