All Over Again [Harry Styles]

Capítulo 8.

La música sonaba demasiado alta en aquella sala. Había personas subidas arriba de la mesa principal, parejas besándose desenfrenadamente sobre los sillones y gente bailando al ritmo de la música con un trago en sus manos.

Un verdadero descontrol.

 Harry no había soltado mi mano en todo el transcurso dentro de la sala y miraba para todos lados buscando un lugar un poco más tranquilo de aquella situación. Detuve su caminar en cuanto vi a Nathalie en apuros con John, y decidí ayudarla, ayudándome también a mi misma de la incomodidad de estar con Harry todo el tiempo.

 - Espera. –lo detuve.- Quiero tomar algo. –me miró expectante.

- ¿Qué tipo de trago? –dijo en mi oído, lo cual me generó un escalofrío.

- Algo fuerte. –musité tranquila, a pesar de mi exaltación al tenerlo tan cerca.

- Enseguida vuelvo. –prometió, depositando un beso detrás de mi oreja.

 Iba a enloquecerme. De verdad iba a hacerlo.

 Tomé mi iPhone y tecleé rápidamente en la pantalla un mensaje dirigido a Nathalie.

 "¿Necesitas ayuda?¿A qué hora se va John? -K.”

 “No. John se irá en una hora, debe trabajar por la mañana. ¿Harry? x”

 “Fue a buscar tragos. Necesito ayuda. Llévame lejos de él en cuanto John se vaya, no creo poder resistirme mucho tiempo más.”

 Mi Iphone vibró con una respuesta positiva de Nath y sentí un peso menos sobre mis hombros. Al menos ella me alejaría de Harry y podría disfrutar un poco de esa fiesta.

Me pregunté con quien se encontraría Zayn en esos momentos, y qué estaría haciendo. Aunque la segunda respuesta era un tanto obvia, me preguntaba si de verdad simplemente había decidido olvidar todo lo que habíamos hablado hace unas horas y acostarse con alguna idiota que probablemente estaba esperando el momento de ser utilizada como bloqueo de sus pensamientos.

 “¿Dónde está Zayn?”

 “Stacy.”

 Preferiría no haber visto aquel mensaje de Nathalie en la pantalla.

¿Stacy? ¿De verdad?

 Aquello era... patético. Si, Zayn ya se había acostado con aquella colorada insensible del grupo de las populares-por-acostarnos-con-todo-el-equipo-de-fútbol-y-quizás-más, pero prometió jamás volver a hacerlo. Sabía lo mucho que la odiaba, y que ella me odiaba a mí. Y eso significaba guerra declarada para mí.

 “Pásame el número de Zayn.” –tecleé rápidamente.

 Agendé su número y ágilmente escribí un mensaje hacia su móvil sabiendo que lo revisaría luego de terminar su sesión de sexo con aquella imbécil.

 “Has caído muy bajo. ¿Stacy? ¿Justo ella? Lo has prometido. K.”

 “La que ha huido de la ciudad dice que he caído bajo. También prometiste nunca dejarme, por si no lo recuerdas. Si tanto te has enojado por haberte acostado conmigo, deja al menos que lo haga con otras personas.” -contraatacó a los pocos segundos.

 Imbécil. Eso es lo que era.

¿De verdad iba a comparar el hecho de haberme acostado con mi mejor amigo y roto todos mis esquemas, con acostarse con esa?