All Over Again [Harry Styles]

Capítulo 44.

Empujé a Harry una vez en la calle, mientras caminábamos uno al lado del otro, sin una dirección exacta la cual seguir. Ambos parecíamos completamente borrachos y dudaba que uno de los dos no lo estuviese. Reíamos, gritábamos, o simplemente caminábamos de una forma que evidenciaba fácilmente nuestro estado.

Lo observé minuciosamente mientras caminaba delante mío, intentando encontrarle algún defecto que eliminara su efecto sobre mi cuerpo, pero no me pareció encontrarlo. Ni tampoco quise realmente hacerlo, mientras escuchaba su risa resonar por toda mi cabeza. Sonreí, y solté otra risa pequeña, mientras me acercaba a él y me aferraba a su brazo.

- ¿Sabes como volver al hotel? -pregunté, embobada con su imagen.

Miró hacia abajo, observándome fijamente y soltó una carcajada.

- No tengo ni la menor idea. -admitió, sonriendo.

- ¡Harry! -intenté reprocharle, pero acabé riendo de la misma forma que él.

- Harold. Harold para tí, Katheryne. -pronunció, sus sílabas mezclándose en mi nombre de forma chistosa.

Rodeé mis ojos divertida.

- ¿Cómo volveremos?

- ¿Desesperada por volver al hotel? -provocó, mirándome de reojo, sonriéndome de costado.

- ¿En verdad? -pregunté y asintió, sabiendo perfectamente la respuesta. Lo miré desorientada, mientras continuabamos caminando por el asfalto, sintiendo la suave brisa proveniente del mar rozándonos.- No lo estoy.

- ¡No mientas! -gritó, soltándose de mí, y enfrentándome con una sonrisa.- Quieres volver al hotel y quieres que tengamos…

- ¡Sh! -espeté, callándolo poniendo mis manos en su boca, mientras reía ante sus gritos tan expuestos.- Ni siquiera pienses en decirlo.

Harry pasó su lengua por mis manos y las quité instintivamente, limpiándolas en mis jeans mientras él comenzaba a caminar hacia una especie de callejón, a un paso moderadamente rápido. Corrí para alcanzarlo luego de hacer una mueca de asco por su saliva, y él se escapó de mi.

Repentinamente, se giró, abalanzándose y dejándome acorralada sobre la pared. No dudé un segundo en abrazarme a su cuello, aunque sus manos tomaron mis muñecas antes de que llegaran a esa parte de su cuerpo, estampándolas contra los ladrillos fríos de la pared, dejandome sin posibilidad de acercarme a él. Dejó su rostro a centímetros del mío, sonriendo, y devolví el gesto. Mi respiración estaba irregular, aún más que la suya, mientras sentía su aliento chocar mi boca, a una distancia que moría por acortar; pero que no lo hice, casi como si sus ojos verdes me lo estuviesen ordenando.

- ¿Puedes terminar la frase por mí? -preguntó, resfregando su nariz por mi cuello, acariciando suavemente mis muñecas con sus dedos, aún manteniéndolas quietas contra la pared.- A menos que no quieras nada… -preguntó, apretando entre sus labios el lóbulo de mi oreja, pasando rápidamente su lengua por la zona.

- Harry, vamos… -lo animé, mi cabeza hacia atrás apoyada contra el frío material, esperando a que finalmente se decidiera a volver a nuestra habitación, y que desista de aquel juego estúpido que estaba creando.

- ¿Qué? -preguntó, presionando ahora sus labios sobre mi piel expuesta.

Su lengua hacía un perfecto acompañamiento en el contacto, de una forma que lograba que electricidad corriera por todo mi cuerpo, sacudiéndose levemente por el repentino calor que se generaba entre nosotros. Intenté soltarme de su agarre y aferrarme a él, pegarlo a mi cuerpo hasta cansarme de ello; aunque, realmente, dudaba que alguna vez eso fuera a suceder. Me apretó aún más las manos, pero unió nuestros cuerpos, su torso en contacto con el mío. Suspiré en respuesta, mientras su rostro volvió a agacharse al mío.