All Over Again [Harry Styles]

Capítulo 26.

- Te he echado de menos. -murmuró, apretándome aún más contra él.

- Yo también. No dudes de eso. -aclaré, casi como si las palabras fluyeran nuevamente en su presencia.

Pude sentir todo su cariño y arrepentimiento en ese abrazo. En como no quería dejarme ir, como la última vez. Por un momento volví a sentir todo como antes. Volví a vivir en Bradford, volví a divertirme como cada fin de semana, volví a emborracharme, volví a reír con mis amigas, volví a acostarme con Christopher, volví a mis noches con Zayn recostado en mi habitación comentando idioteces hasta dormirnos, volví a tontear con Daniel, volví a mi vida. A la que me pertenecía, a la que más feliz me hacía. Y sentí como si nunca me hubiera ido. Como si todo fuese real. Como si hubiese vuelto un año atrás.

Como si fuera feliz.

Mientras me soltaba y me observaba fijamente, pude sentir una lágrima rodar por mi mejilla. Solo una. Esa lágrima que demuestra la emoción del reencuentro. Esa lágrima de felicidad. Él la secó como había hecho tantas otras veces, sonriéndome. Regalándome su mejor sonrisa, resplandeciente, gigante. Mía.

- Está helando afuera. Entra. Toda mi familia está aquí. Estoy seguro que se alegrarán de verte. -comentó, animado.

Zayn tenía la alegría de un niño en su décimo cumpleaños, mientras me llevaba de la mano hasta la sala de estar, donde estaban todos sus invitados. Sonreía feliz, alegre, animado. Me pregunté internamente si todo este tiempo había sonreído así, o solo lo hacía porque había vuelto. Alejé mis pensamientos, volviendo a mi burbuja. En la que todo era como había sido. Como debía ser.

En cuando entré en el lugar, su familia me atacó como si hiciera años que no me veían. Recibí saludos más afectuosos que los que él probablemente recibió y reímos por eso, entendiéndonos con solo mirarnos. Porque así éramos. No necesitábamos las palabras.

Llegué a la otra punta de la mesa, donde estaban todos mis amigos más cercanos. Daniel, Nathalie y Mandy. Los indispensables. Abracé a Daniel con prioridad, siendo que era el que hacía más tiempo que no veía, junto con Zayn. Luego de algún insulto, pude por fin volver a abrazar a mis mejores amigas, a las que se habían encargado de regalarme los mejores dos años de toda mi adolescencia. Con un beso afectuoso en cada una de sus mejillas, me senté entre medio de Nathalie y Zayn, para comenzar a formar parte de la pequeña reunión que había convocado por su cumpleaños. Sus diecinueve años.

Temas triviales comenzaron a fluir sobre aquelcírculoo formado en la mesa, igual que las risas que se hicieron permanentes por los comentarios del moreno en mi oído. En cuanto bromeó sobre Nathie y Daniel enfrente de ellos, siendo que querían ocultar su relación y disimular que nada sucedía entre ellos, sentí que podía estallar de risa. Su brazo estaba en el respaldo de mi asiento, y me incliné sobre su pecho para continuar mi risa incontrolable, mientras él me secundaba.

Me sentía tan a gusto. Lo sentía tan natural.

Cuando Zayn se distrajo y fue en busca de más bebidas para su familia, Nath aprovechó su oportunidad para cuestionarme como solía hacerlo. Solo que de ella no me molestaba. Porque era mi mejor amiga y tenía derecho a hacer cualquier pregunta o presionarme de cualquier forma que existiera luego de haberla abandonado por tres meses.

- ¿Todo está bien? -preguntó, con una sonrisa enternecida.

Si. Todo estaba más que bien en ese momento.

- Si. Lamento la demora. -me disculpé, bajando un poco mi mirada.- Una tormenta nos atrapó, y ya sabes... -comenté, ahora alejando mi mirada de la suya completamente y haciendo una mueca con mis labios.- Tuvimos que aparcar.