◐capítulo II: La quiero para mí.

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—Peaches... —Llamé en un susurro—¿Estás despierta?

—No quiero hacer tarea... —balbuceo y me reí por ello.

Me levante como cuidado de no levantarla, necesitaba mi cámara justo ahora.

Esto se había convertido en mi hobbie favorito, verla dormir tranquila y entre las madrugadas tomar fotos de ella. Camine directo a mi mesa de noche y abrí el primer cajón, tomé la cámara y la enfoque hacía ella. Donde mi bella durmiente estaba acurrucada a un oso de felpa. Su cabello recogido y tapada por la sábanas hasta sus pechos. Era muy friolenta por las noches por lo cual no dormía con shorts pequeños y blusas al ombligo...no era ese el tipo de chica. Y era lo que más me gusta.

El pequeño flash salió de la cámara y próximamente su foto quedo guardada entre la memoria de la cámara y la memoria de mi cerebro. Bostezo con sueño y guarde la cámara, ya pronto vería la manera de imprimir aquellas fotos. Sin que los demás se dieran cuanta.

***

—¡Despierta Riley! —Me removí entre las sábanas y me escondí entre ellas.

—Lucas...—balbuceó era algo que siempre hacia, no podía dejarme en evidencia.

—¡No soy Lucas! —Susurra subiéndose sobre mí—Somos rubios, pero soy más guapa.

«Si, eres mucho más hermosa, que él, de eso no cabe dudas» pensé «eras tan bella que no he podido evitar enamorarme de ti»

—¡Levanta ya! —Mascullo en un grito efusivos—¡Hola Lucas! —me levante lo más rápido que pude.

—¿Dónde está? —Mire a todo los lados en un amague y mi acompañante de cuarto se hecho a reír.—¡No me gustan esas bromas! —Chille.

Esto era todos los días, fingir algo que no era.

— Vale, lo siento. Pero es que no te levantabas —dice, me fijo que sigue encima de mí— y, llegaremos tarde a clases.

Pase saliva nerviosa esta posición era de las mejor de lo que me imagine alguna vez. La miré y tenia una sonrisa y estaba casi peinada ya que duerme con una coleta por las noches y así no amanece amaraña por las mañanas, no como yo, sus sonrisa era como ver los amaneceres en las playas, a mi me tranquilizaba.

«Eres tan bella por las mañanas»

— ¡Riley, Maya el desayuno esta listo! —nos anunció mi hermano menor al ingresar— ¿Qué hace Maya... ¿Saben qué? No quiero saber, mejor bajen a desayunar. —se fue.

—¿Qué acaba de pasar? —siseo Maya con confusión.

—Rayos de sol, algodón de azúcar...

— Ya entendí Riley... Tampoco lo sabes —Se bajo de mi— ¡Vamos a desayunar honey!

—¡YAAY! —Grite efusiva mente y corrí dejando a Maya riéndose de mí en el cuarto.

***

— ¡Huckleberry! —Bramó Maya y mire a todos los lados y éste apareció tomándome por la espalda, posando sus manos en mi cintura

— Rubia... —Saludo— mi princesa —me saludo a mi luego de dejar un beso en mis labios.

Trate por todos los medios no devolver mi desayunó. Esto era algo que siempre me causaba náuseas.

— Lucas... —Me separé lo mas rápido que pude y note a Maya hablando con Farkle y Zay.— Buen día —susurré con falsa alegría.

— Buen día... —me dio un sonrisa nerviosa. Siempre supe que nunca sabia como hablarme... El mantenía una inseguridad, que solo conmigo mostraba.— ¿Quieres ir al cine más tarde?

— Y-yo bueno... Claro que sí, Lucas —Brinque con alegría— Pasa por mí a las 6:40...sabes que mi permiso a sido alargada ahora es hasta las 8:00 de la noche —Dije lo ultimo con orgullo — ¿A caso no es genial? —Chille.

— Muy genial Riley... –se rasco la nariz –¿Vamos al salón, ya viene tu padre. –Me tomo de la mano y otra ves ese hinco del estomago volvió.

— ¡Arriba la manos! —Lucas soltó rápidamente mi mano al oír a Maya hablar como padre— ¡Ahora date vuelta y vete a tu asiento! ¡Sin verme! —mordí mi labio aguantando las ganas de reír. El rostro de Lucas era digna de un poema.

— ¡Peaches! —La regañe con un sonrisa—/¿Cuándo dejaras de hacerlo?

— No creo poder hacerlo, ¡Es divertido! —entrelaza nuestras manos y ahora sentí aquel cosquilleo en todo mi cuerpo.— Vamos a clases.

— Llegaré tarde —Siseo con miedo.

— Tengo tu permisos para poder hacerlo —Saca el papel del bolsillo de atrás de su pantalón—Nunca dudes de mis habilidades. —Me guiño el ojo y me jaló hasta entrar.

— Llegan tarde. —Anuncia mi padre.

— Usted le dio el permiso para hacerlo. —Bramó la rubia sonriente, entregándole el papel.

— Vas mejorando, Maya —Felicita—¿Cómo lo haces?

—Gracias, es que escribes como niña... —no lo mira, jala de mi hasta llegar a los asientos y se sienta en su respectivos asiento adelante de Lucas y yo en el que Farkle está detrás mío.

Me senté y sonreí como siempre mientras tarareaba la canción de los elefantes se balanceaban, si dejar de observar a Maya dibujar en su cuaderno. Cachando a veces a Lucas mirarle también. Jamas sería ella, porque la quiero para mí.

——
Nos leemos pronto, Chicas_Hart ✌

Top secret's Riley | #WGA2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora