◑Capítulo XL: soy tu Riley Matthews.

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Cinco meses depués.

Mientras buscaba en mi caja de recuerdos un pequeño álbum que había hecho por mi misma. Una vez le encuentro, la tomó.

Respiro con profundidad, aprieto los labios botando el aire antes recogido. Lo abrazo con ganas de llenarme del valor suficiente para lo que haré.

Había citado a mis padres en la sala de nuestra casa a unos día de la fiesta de graduación, debía contarles sobre mis decisiones, debía decirles lo que por años he ocultado y debía sincerar mis metas en cuanto a mi futuro se tratará.

Era el tiempo de aclarar asuntos con mi padres, seco mis manos sudorosas en mis jean sintiendo como mi corazón danza con intranquilidad en mi pecho. Me alegra saber que llego el tiempo de decir las verdades pero me asusta el hecho de como reaccionen, más por la enfermedad de mi madre.

Miré la puerta de mi cuarto abrirse, tras ella se asoma mi hermano.

Sonreí.

-¿lista?

Respiró una vez más, profundo.

Antes de responder le miro a los ojos.

-debo admitirlo, tengo miedo -susurré mirando el álbum, mi hermano se acerca, toma entre sus pequeñas manos mi álbum y se lo entregó -pero es hora de afrontar las realidades.

Mi hermano sonríe complacido con mi respuesta, me alejo hasta la puerta y me levanto, le miro antes de salir.

-Te admiro, hermana. -me dice antes de que salga y cierro la puerta tras de mi.

Acomodo mi chaqueta de cuero, la que últimamente se ha vuelto mi segunda piel y camino con seguridad a la sala dónde mis padres se encuentran, el verme hace que sonrían con calidez. Mis padres están sentados, tomados de la mano como los esposos felices que son. Y la verdad es que desde que habían diagnosticado a mamá con Leucemia todo había cambiado.

Mamá había vuelto a ser la madre que hace años conocí.
Mi padres habían dejado de reñirse a cada momento, no se gritaban y habían vuelto a darle las buenas noches a Auggie.

Y bueno, al ver que todo estaba siendo como antes quise ser franca con ellos. Se abierta con mis seres queridos.

-¿linda, de qué querías hablar? -dice muy curiosa mi madre con una sonrisa nerviosa.

-si, dinos mi pequeña... ¿qué es lo que nos querías hablar?

No mentiré, mi pecho se infla de ternura al oirlos. Tan cariñosos, tan amorosos hacia mí. Casi siento mis ojos picar con ganas de llorar de alegría.

Aclaro mi garganta, entrelazando los dedos de mis manos evitando llorar antes.

-Yo...verán, tengo algo que contarles -logré balbucear, siendo claramente un manojo de nervios.

Miré con ojos de nerviosismo a mi padres. Ambos confundidos.
Temía por su reacción, pero le temía más a que la vieja topanga volviera.
Tragué saliva dándome carraspera.

-¿qué pasa hija? ¿es algo malo?

Pongo los ojos en blanco apresurada a negar cualquier mal entendido.

-No, no... Que va, al menos espero que no sea algo malo para ustedes-suelto de golpe, veo mas confusión en sus ojos; que mala soy para explicar cosas-solo que es complicado, verán... Ustedes son mi padres, quiero hacerlos feliz y bueno necesito su aceptación antes de cualquier otra cosa. -digo mirandoles, juego con mis dedos -ustedes son mi prioridad, hemos pasado momentos complicados. Créanme no quiero empeorar las cosas...

Top secret's Riley | #WGA2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora