◑Capitulo XXXVII: Lo sabía...

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Después de aquella charla con Lynn, decidí que lo mejor sería que reorganizara mi planes de vidas... Volver a revisar mis decisiones.
Pero era imposible, porque cada una de ellas eran consultadas con Maya dentro.

Lo supe desde un instante, no podía tomar decisiones en donde Maya saliera afectada. Ella era mi prioridad y no cambiaría. Nunca.

Después de mí, al cuarto designado de Lynn, fueron ingresando uno a uno. Dejando por fin ingresar, al último, a mi rubia. Ya estaba anocheciendo, el frio se había vuelto un factor en contra. Obligándole a usar el abrigo. Estoy fuera del hospital, parada en la puerta principal. Mis manos heladas, las piernas temblando y en vano, intentando calentarles con mis propio frote.

Debería volver.

Pero no quiero, no estoy preparada para ver partir en llanto a mi artista. No estoy preparada para ser su soporte luego de que la de ojos grises falleciera.
Tenia mucho que pensar y corto tiempo para hacerlo.

- hace un frío descomunal ¿Qué haces aquí? -le escuche hablarme a mí, Lucas. Me pongo rígida y le miro sin expresión. Comprende mi postura, pone una cara incomoda y sus manos en sus bolsillos.

De allí veo como saca una caja de cigarros, invitándome uno.

-¿desde cuándo fumas? -le pregunto sorprendida, sin tomar en cuenta su invitación.

-desde que esto se ha vuelto un caos, desde que comenzamos una tortura de triángulo-arqueo mi ceja en forma inquisidora y con dudas le cierro la caja de cigarrillos. -¿no quieres? Vale, lo comprendo.

Aun así después de aquello saca uno encendiéndolo, tomándose un respiro con el cigarro y botando el humos por la boca y nariz. No diré que soy un santa aquél olor me es de alguna forma atrayente.

-¿hablaste con Lynn? -rebusque un tema de conversación, esperando así el frio pasara aun segundo plano.

Da un calada antes de responderme, siento como todo el calor corporal me acoge con el humo.

-sí, ha sido abrumador que aquella chica demacrada y apunto de morir meses atrás era una eminente belleza andante. -suspira dejando su cigarro de lado y se sonríe lastimera -la vida apesta.

Me he consternado al oírle decir aquello, Lucas el chico lleno de esperanzas que conocimos en un metro acababa de decir que la vida apestaba. Me reí internamente, me deje caer de nuevo en la fachada.

-es una triste realidad, la vida es un acertijo donde todo vamos aun mismo lugar. La muerte es inevitable, Lucas.

La oleada de la huno me acecha al terminar de hablar y he decidido que necesito al menos un cigarro. Por ello al ver que saca su caja y me ofrece un cigarro nuevamente, lo acepto esta vez.

De inmediato lo coloco en mis labios y miro con ansias el encendedor.
El fuego hecho por este, esta en la punta del final de mi cigarro y yo solo inhale paro poder prender este. Cerré los ojos con relajación al contener el humo en mi cavidad bucal y al ser botado por mi nariz me sonrió yo misma.

-toda una caja de sorpresa, Matthews -me dice el rubio con el cigarro en los labios. Le miro a la cara, continua. -del alguna manera sabía que esa cara tan angelical podría traer unos demonios dentro. Al parecer he acertado.

-No soy ni la mitad de lo que todos creen de mí... -susurre mirando como el cigarro comenzaba a consumirse. Suspiré antes de volver a colocarme el cigarro en la boca y exhalando el aire miré hacía adentro del hospital. -sabes, aquella tarde cuando te dije que eras el causante de que vivamos en un infierno, fue cierto y no lo lamento. -me sonríe cuando le miro de vuelta después de soltar aquello. -pero también es mía...yo aquella tarde tuve miedo, cuando Maya te vio y se acerco a hablarte y salir 10 segundos contigo me asuste. Eras un detonante a mis celos.

-¿sentías celos?

-siempre los tuve, por ella. Vivo enamorada de Maya desde que tengo uso de razón. -expresé sin temor. Juntos dimos unas ultimas caladas antes de que se consuman por completo. -Lucas, eras una cara bonita aquella mañana. Pero me asuste cuando te vi ingresar a nuestro curso, tus ojos fueron directo a Maya y de repente supe de que debía actuar antes de que me la robarás.

-fingiendo que te gustaba, sabias que Maya te dejaría el camino libre... Buena fachada. -halago mi falta de ovarios a ser cobarde.

-Por mí, nos torturamos por años Lucas. Cuando me elegiste, no mentiré, quize golpearte. -di una calada rápida y bote el humo en su cara.-no podía entender como por sobre toda su belleza me escogieras y te odie más.

-Maya me lo pidió. -hace que me atore con el huno al oír eso. -sí Riley. Ella me pido escogerte... Yo pensaba retirarme del triángulo al igual que Maya lo pensó alguna vez. No me gustas Riley. me gustaba Maya y lo hice por ella-nos miramos fijamente -, pero resulto ser que íbamos en la misma dirección, por buenos pechos.

Mire fijamente mi cigarro, estaba por llegar al final. Consumiéndose de lleno y con fuerza.

-Lo lamento, Lucas. -susurré vacilando decidida-pero Maya me pertenece y no pienso dejar que te entrometas...

-lo sabía, Riley. -le mire tirar la colilla de su segundo cigarrillo-créeme, no planeo entrometerme. No soy lo que ella se merece, eres mejor que yo en todos los sentidos. Incluso tu amor alcanza para ambas y pronto maya podrá enamorarse de nuevo. Podrá enamorarse de tí.

Trague saliva al oírle decir todo eso. Sin duda necesitaba un poco de esa confianza algo que no me esperaba.



Top secret's Riley | #WGA2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora