◑Capítulo XXVI: hagamos ésto...

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Me recargo sobre la pare el aula, he llegado tarde. No porque me hubiese despertado tarde, sino por andar de buena samaritana. Una anciana, malhumorada al principio, se había perdido en el metro. En realidad no sabia ni donde estaba su casa.

Me mantuve regulando la respiración, ya que regrese corriendo.

La primera hora habia acabado, la segunda estába por acabar y sí, yo recien me mantuve en pie de regresar. Todos, mis amigos claro está llamaron y escribieron mensajes para poder saber de mi paradero... Pero decidí ignorarlos, entre aquellos mensajes de la rubia no habían. Molestaba que no se preocupará por mí. 

¿a caso yo tuve la culpa de algo? Bueno puede que sea yo quien propuso la idea de besarnos... Pero en sí fue su culpa, al acercarse tanto, al llenar mis fosas nasales con su perfume hasta hacerme perder la poca compostura, al hacerme desear sus labios. De todo ella es la culpable. 

— ¡Matthews! —doy un respingo al oir al maestro de educación física, lo miro— ¿qué hace allí parada? Entre o la dejaré fuera toda la semana en mi hora de clase. 

Si claro, por más que quisiera no asistir, no puedo. 
Debo aprobar, no soy mala para el deporte pero, tampoco extremadamente buena como el deportista Lucas. 

Casia abrumada, pasé dejando mi pocos libros.

Maya me mira, no veo cuando corre a abrazarme si no es cuando ya siento sus cortos brazos rodearse a mi dorso. No lo sabría. Soy inconsciente de la sonrisa que se apodera de mis labios. Casi siento que ella apenas respira entre el abrazo. 

— ¿A qué se debe este abrazo? —susurro, sonriendo con cada palabra.

— Me preocupé, tu padre me contó lo que paso con tu madré —dejo salir suspiros, ella se separa sin dejar de tener sus brazos a mi alrededor —...creí que no llegarías. Que habías decidido pasar un tiempo a solas. 

Creo que puedo oir el tintineo de su corazón, rápido y haciendo que sus palabras se dificultasen.

— Estoy aquí. —dejo mi reposar mi cabeza sobre la de ella —Maya, yo siempre estoy aquí. 

— Solo tuve miedo… Riley, yo no sabía si debía ir por tí.

Si, aquella Maya es de la que me había enamorado. La que que preocupa por mí. De la que muestra sus sentimientos. De la que hace que casa palabra sea valiosa.

— Te necesito. —le suelto sin mas ataduras, vuelvo a unirnos en un abrazo—Maya, en realidad te amo, solo déjame decirte lo que siento. —Sigo antes de que me replique; asiente —aunque tú me veas como tu hermana, yo no puedo. No estoy confundida, esa etapa ya paso. No cambio ahora por rebeldía, esta soy yo. La verdadera Riley. Maya, la chica con vestidos era una fachada...yo prefiero pantalones y botas. Princesas para amar, no príncipes. —Lami mis labios, antes de verla a esos precisados ojos azules. —Yo te prefiero a ti ante cualquier otra chica o chico.

—Yo...

—Shh, no lo digas —casí estoy desesperada, tomo sus mejillas y la miro mas de cerca. Su respiración esta pasmada, junto nuestras narices en un beso esquimal. —Sé que está Lynn de por medio, pero déjame decirte que esperaré por ti... Ya lo hice por mas de siete años... Créeme puedo esperar mas, una vida si es necesario. 

Se lame los labios, y me mira fugazmente.
Esta nerviosa.

— podrías soltarme...—pide casí ineludible. Pero no lo hago, al contrário aprovecho para dejarle encima del escritorio. —¿q-ue haces?

—Mato tu orgullo —siseo tomando cuello, esta paralizada. 

— ¿Para qué?

— Para esto... —dijo antes de juntar nuestros labios, la necesitaba. La necesito,  solo había disfrutado de sus labios una sola vez, pero necesitaba mas. 

Por lo que mordí sus labios, introduje mi lengua y nos deje sin aire. 


¿Les ha pasado que se siente en una pequeña burbuja, no se han dado cuenta que cuando leen, esta haciendo movimiento y se escanpan sonrisas indescriptibles para uno misma?
Me pasa cada ves que me identificó con un personaje.
Cuando hace algo gracioso o cuando la jode completamente.

¿qué tal están?
¿Cómo está su día?

—Sean gratamente felíz—

Top secret's Riley | #WGA2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora