Futuro Incierto. Dylan O'Brien

Capítulo 15

Respiró hondo y suspiro.

-Es Daniel -dijo con un hilo de voz

-¿Terminaste con ese idiota?

-Emily -dijo Rebecca mientras golpeaba el brazo de la chica

-Lo siento -se disculpó- entonces ¿Qué pasó con Daniel?

-Él... él no vino a recogerme.

-Cierto que iban a salir -recordó Rebecca

-Sí ¡pero no llegó! ¡Se suponía que llegaría por mí a las siete u ocho y son las nueve siete! He estado vestida así desde hace dos horas ¡y no llegó! Me siento una estúpida.

Se acomodó en el hombro de Rebecca, quien se encontraba a su lado, para comenzar a llorar. Emily se levantó del sofá enfadada.

-Es un idiota, siempre lo supe.

-Pero Emily...

-Lo siento Rebecca -la interrumpió- puede que sea tu amigo, pero debes aceptar que ¡Es un imbécil! No permitiré que dejen a mi amiga así, ¡llorando por un imbécil!

Respiró hondo y se calmó.
Se acercó a Sarha y le levantó el rostro del hombro de Rebecca.

-No estés así, él se lo perdió.

-Sí -habló Rebecca- te ves muy linda y él se lo perdió.

-No llores por él. Ya tienes todo el maquillaje corrido y no te ves muy bien así.

-¡Emily! -la regañó Rebecca

-¡Soy sincera!

Sarah rió.

-Además, para subirte el ánimo, tengo un panorama para esta noche.

-Y debes decir que sí -sonrió Rebecca

-¿Qué cosa? -dijo secando sus lágrimas

-Es... ¡Una fiesta!

-¿Fiesta? No gracias, no tengo ánimo de salir a una fiesta, menos ahora.

-Vamos -insistió- así te olvidas de lo que pasó con Daniel.

-Sí, así te olvidas del idiota.

-¿Y dónde es la fiesta?

-Bueno, es cerca de tu apartamento.

-¿Sí? ¿Dónde?

Emily estaba por hablar cuando el apartamento de al lado, el de Dylan, comenzó a sonar la música indicando que la fiesta ya había comenzado.
Emily miró sonriente a Sarah.

-¿Por qué miras así?

-Escuchas eso, ¿verdad?

-Sí claro que lo escucho.

-Ahí es la fiesta.

-¿Cómo? Es donde...

- Sí, donde Dylan.

- Es una broma ¿cierto? -la miró seria

-No, no es una broma -habló feliz Rebecca

-Mira. Conocí a Dylan en la fiesta de Nick...

-¿El chico que te quiere?

-Sí, pero no lo recuerdes -sonrió tímida- El punto es que hablamos bastante y nos llevamos muy bien, entonces me invitó a su fiesta.

-Y le dijo que nos invitara a nosotras también -terminó la oración Rebecca.

-Exacto.

-¿Incluyéndome?