Futuro Incierto. Dylan O'Brien

Capítulo 20

-Okay tal vez, un día de estos se lo proponga.

-¡Ese es mi chico! -le dio leves golpes en la espalda.

-¿Y tú? ¿Cuándo te decidirás por una chica?

-Cuando llegue la indicada.

-Y eso sería, ¿cuándo?

-No lo sé.

No lo sabía, pero esa chica estaba más cerca de lo que creía.
Bastaba con que le pidiera perdón ¿verdad?

Al día siguiente Sarah, se había levantado temprano como de costumbre para dirigirse a la clase de arte.
Y Dylan, bueno él como de costumbre seguía dormido.
Luego de levantarse, desayunar y todo eso.
Pasaron las horas y en la tarde, cerca de las siete llegó Logan a su apartamento.

-¿Y tú? -dijo abriéndole la puerta.

-Yo ¿qué? -entró al apartamento de Dylan y caminaron juntos hasta sentarse en uno de los sofás.

-¿Qué haces aquí?

-¿Quieres que me vaya?

-¡No! Sólo preguntaba.

-Paseaba por aquí cerca y quise venir a verte.

-Te acuerdas de mí sólo cuando pasas cerca de mi apartamento.

Logan rió y negó con la cabeza.

-Como digas.

-¿Ibas a algún lado?

-Sí, iba a encontrarme con Rebecca.

-Uy Rebecca -habló burlesco y sonriente.

Logan suspiró y sonrió.

-¿Dónde se juntarán?

-La iré a buscar una clase.

-¿Clase?

-Sí, de arte.

-¿A qué hora irás por ella?

-A las -miró el reloj de su muñeca- siete treinta termina la clase.

-Profesora de arte, no sabía que quería ser eso.

-Sí, eso le gusta. Al igual que Sarah.

-¿Sarah? -lo miró extrañado.

-Sarah está en la clase junto a ella.

-¿En el mismo lugar?

-Al parecer sí.

-Aah.

Se quedaron unos minutos viendo televisión.
A las siete treinta justa. Logan se levantó para salir del apartamento

-Bien amigo, ya es hora. Me voy a...

-¿Te puedo acompañar? -lo interrumpió Dylan y se puso de pie.

Logan lo miró extraño. Algo insinuaba.

-Es sólo para que no vayas solo -comentó- para protegerte, ¿te imaginas si te pasa algo?

-He ido todo el tiempo yo solo, no me ha pasado nada.

-¿De verdad? Bueno, nunca es tarde -sonrió.

-Creo que ya sé porqué quieres ir -le sonrío y levantó sus cejas en un movimiento rápido de arriba hacia abajo.

-No entiendo a que te refieres, yo sólo quiero acompañarte. ¡Me aburro aquí!

-Sí, seguro. Vamos.

Tomaron sus chaquetas, estaba helada esa tarde.

Mientras ellos se dirigían al lugar donde daban la clase, Rebecca y Sarah salían de ese lugar.