Capítulo 17

3 0 0
                                    



Salieron del apartamento de Dylan y llegaron al apartamento de Sarah.

-¿Dónde tienes las llaves?

-En el bolsillo de mi bolso.

La bajó de sus brazos sentándola en el suelo.
Abrió el bolso de la chica y buscó las llaves.
Las encontró y las colocó en la cerradura para abrir la puerta.
Una vez abierta, tomó nuevamente a Sarah en sus brazos y caminó hasta dentro del apartamento. La bajó cuidadosamente dejándola de pie.

Dylan la soltó cuidadosamente para que la chica no cayera.
Se mantuvo en pie por unos segundos, pero nuevamente cayó.
Por suerte, Dylan logró sostenerla antes que esta cayera de espalda al piso.
La sostuvo con una mano en la cintura, y la otra en su espalda.

La levantó suavemente poniéndola frente a sus narices.
Estaban tan cerca que sus respiraciones se mezclaban.
Se quedaron mirando sin decir nada.

Era la primera vez que Dylan estaba tan nervioso de tener a una chica tan cerca. Y la primera vez que deseaba con todas sus ganas besar a una chica, pero no lo hacía.
Y Sarah a pesar de estar en el estado que estaba, no le fue negado sentir aquello que sentía cada vez que lo veía , y de tener las mismas ganas de besarlo.

-Eres tan... lindo -dijo Sarah.

Dylan sólo sonrió y agachó la mirada.
Aquella chica había logrado sonrojarlo.

-Te besaría, -siguió hablando- pero algo de por medio me lo impide.

Dylan volvió a mirarla.
Con esa gran confesión, algo extraño pasó con Dylan.
Sentía cosquillas en el estómago, su corazón comenzó a latir más acelerado. Aquellas palabras algo habían producido en el chico.
Aunque estuviera borracha y apenas sabía lo que decía, mucha gente dice que los borrachos siempre dicen la verdad, que nunca mienten y bueno, Dylan era una de esas personas que creía en ese dicho.

No dudo en acercarse más a la castaña.
Estaban a punto de besarse, pero entraron bruscamente al apartamento de Sarah.

-¡Sarah! Sarah estás... -dijo Rebecca.

Quedó completamente sorprendida y sin decir nada, al ver como los había encontrado.
Rápidamente Dylan al verla, se alejó de Sarah, al igual que ella se alejo de él.

Se quedaron mirando el uno al otro sin decir nada.

-Bueno yo... -dijo él mientras comenzaba a pasar la mano por su cabello.

-Si quieren me voy y los dejo solos -propuso Rebecca.

-¡No! No, tú encárgate de ella... Yo me voy a mí...

Apenas podía hablar, estaba nervioso.

-Claro, ve.

-Bien.

Dylan miró a Sarah quien en ese instante le regaló una sonrisa.
Le sonrió de la misma manera y rápidamente abandonó el apartamento.
Rebecca miró sonriente a su mejor amiga.

-¿Qué estaban por hacer?

-¿Quiénes? -la miró extraña.

-No te hagas la que no sabes.

-Realmente no se dé que me estás hablando.

-¡Agradece que llegué a tiempo! Si no, hubieras hecho algo que el día de mañana te arrepentirías.

-¿Qué cosa?

Rebecca rió.

-Realmente estás borracha, mejor vamos.

Futuro Incierto. Dylan O'BrienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora