Capítulo 1

15 0 0
                                    


-¡Adiós papá, adiós mamá! -dije mientras abrazaba a mis padres.

-¡Adiós! -contestaron ellos al mismo tiempo.

-¡Hey! -dijo enfadada mi hermana menor.

Luego subí al auto de mi novio y comenzamos nuestro camino.

-¿Estás ansiosa por conocer tu nuevo hogar?

-Algo... -sonreí- ¿Me irás a visitar seguido, verdad?

-Claro que sí -contestó sonriente.

Le sonreí y él se inclinó un poco para besar mis labios.
Después de haber pasado unos minutos de viaje, llegamos al lugar donde voy a vivir desde ahora.
Estamos bajando las cosas del coche para llevarlas dentro del apartamento cuando de pronto una llamada entra al celular de Daniel.

-¿Hola? -contesta, dejando las cajas que trae en el suelo- Sí, sí claro. Voy de inmediato. Okay, te veo allí -termina la llamada.

-¿Qué ocurre? -pregunto sumamente intrigada.

-Me tengo que ir, lo siento, pero me llamaron del trabajo.

-Pero... -digo y de repente me interrumpe bruscamente.

-Te veo más tarde, ¿Bien?

-Bien.

Tengo unas cuantas cajas apiladas en mis manos. Y eso me dificulta el poder sacar las llaves de la casa. Busco la llave correcta para insertarla en la cerradura, pero desgraciadamente se me resbalan de mano hasta caer al suelo.

-¡Pero que idiota soy! -me digo a mi misma.

Trato de agacharme para tomarlas pero me es imposible con todas las cajas que traigo en las manos.
De reojo veo que alguien se viene acercando y no dudo en pedirle ayuda.

- Disculpa... -digo- ¿Me podrías hacer un favor?

El chico que pasa por mi lado no le da mucha importancia a lo que yo le digo.

- ¡Oye! -vuelvo a decir llamando la atención del extraño que al parecer ahora sería mi vecino- ¿Podrías ayudarme? Por favor.

-¿Con qué? -dice el chico sin mucho ánimo.

-Es que me estoy mudando, y estaba por abrir la puerta cuando se me cayeron las llaves ¿Podrías alcanzármelas?

-¿Por qué no las levantas tú?

-No sé si lo notaste pero - sonrío- tengo una pila de cajas en mis manos. Y no puedo agacharme.

-Sí lo note, pero estoy un poco apurado y no podré...

-Por favor -lo interrumpo- ¡No te costará nada!

El chico mira su alrededor para ver si no hay alguna otra persona que pueda ayudarme.

-Bien -dice finalmente.

Se pone de cuclillas para recoger mis llaves, las toma y me las entrega al mismo tiempo en el que nuestros ojos se unen. Luego de eso el castaño de ojos cafés voltea y hace un amague de seguir caminando cuando se me queda mirando fijamente mientras intento abrir la puerta. Y yo obviamente como idiota que soy, dejo caer las llaves de nuevo al suelo.

-¡Mierda! -maldigo en voz baja.

El chico intenta abrir rápidamente la puerta de su apartamento antes de que yo le pida ayuda de nuevo.
Pero el sonido de la llave abriendo el cerrojo de la puerta lo delata.
Volteo lentamente hacia él y le sonrío.

-Será la última vez, lo prometo.

-Mira, de verdad ahora no puedo, en cinco minutos comienza un partido de fútbol y necesito ir a verlo.

Futuro Incierto. Dylan O'BrienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora