Futuro Incierto. Dylan O'Brien

Capítulo 34

 -Vamos, no quiero que te quedes aquí, si quieres yo te espero para que hagas todo eso que tienes que hacer.

Sarah rió suave y asintió con la cabeza.
Rápidamente, se arregló un poco el cabello y cambió su ropa.

-¿Lista? -preguntó sonriente al verla salir de su habitación.

-Lista -respondió igual de sonriente que Dylan.

Al entrar al apartamento del chico, todas las miradas se posaron en ellos.

-¿Cómo hiciste para sacarla de ahí? -se burló Rebecca.

-Eso amor, es el poder que tiene Dylan en las mujeres -comentó Logan haciendo que todos rieran.

Dylan miró sonriente a Sarah a el mismo tiempo que ella también lo miraba. Le guiñó el ojo y la tomó de la mano para llevarla al asiento junto al de él.

Sarah al sentir el roce de la mano del chico con la de ella, un cosquilleo le recorrió el cuerpo causando también una sensación en su estómago, y no era ninguna molestia, era más bien una sensación agradable, una sensación de mariposas en el estómago, mariposas recorriéndoles por todos lados.

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-Al fin llegas -se levantó del asiento Frank, el padre de Sarah.

-Lamento haberme tardado papá -lo abrazó mientras calmaba su respiración agitada.

-No te preocupes hija, sé lo ocupada que estás este último tiempo.

Se sentó frente a Sarah, acción que la castaña repitió.

-Ya ordené, espero no te moleste -sonrió.

-Claro que no, además tú sabes el tipo de comida que sirven en este lugar -sonrió de la misma manera.

Frank y Sarah estaban cenando en uno de los restaurantes más elegantes que había por allí.
Se juntaron ya que su padre necesitaba hablar con ella.

-Todo ha estado bien hija -se llevó el tenedor a la boca.

-¿Y mamá?

-Ahí está, odiosa igual que siempre -bromeó entre risas.

-No seas malvado -rió- ella no es tan odiosa.

-Hablando de tu madre -calmó su risa- sobre ella quería hablarte.

-¿Qué ocurrió?

-Supongo que no olvidaste que éste domingo tu madre esté de cumpleaños ¿verdad?

-Claro que no lo olvidé, no soy tan mala hija.

-Qué bien, para que no se te olvide como olvidaste el mío el año pasado.

-Papá no lo olvidé, sólo que quería darte una sorpresa por eso no te saludé antes.

-Está bien -sonrió- la cosa es que le prepararé una cena sorpresa y quiero que tú y Daniel vayan.

La sonrisa de Sarah se desvaneció de su rostro dejando sólo una mueca seria, agachó la mirada mirando su plato de comida, con su tenedor comenzó a jugar con ésta. Separándola y luego juntándola en silencio, dando a entender que el tema le había incomodado.

-¿Ocurre algo? 

-No -lo miró nuevamente.

-¿Segura?

-Claro -sonrió débilmente.

-Te incomodó el tema, lo noté -se acomodó mejor en la silla- ¿Estás peleada con Daniel?