Capítulo 8

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Han pasado dos días desde que Rick Grimes asesinó a Pete, que a su vez había asesinado a Reg, el marido de Deanna. Han pasado más días desde la muerte de Aiden, el hermano de Spencer, ahora ya sé todo.

Observo con tristeza una foto de los Monroe, quizás esa imagen tenga más años que yo. En ella los hijos de Deanna tienen menos de diez años y sonríen divertidos junto a sus padres sujetando cada uno un algodón de azúcar de color azul.

Los brazos de Spencer rodean mi cintura y apoya su barbilla en mi hombro.

-Los he perdido, en menos de tres días he perdido a mi padre y a mi hermano.

Suspira apenado y yo beso su mejilla, recuerdo el momento exacto en el que fui a hablar con él después de ver morir a su padre, recuerdo que aguantó las ganas de echarse a llorar y me contó lo de Aiden, recuerdo su cuerpo y el mío abrazados durante más de veinte minutos. Los abrazos de este chico son los mejores.

Deanna irrumpe en la habitación de Spencer sin avisar, haciendo que me separe de él bruscamente.

-Oh, espero no interrumpir nada.

Me sonrojo rápidamente, su hijo solo sonríe.

-No, mamá. ¿Qué querías?

-Bueno, necesito hablar contigo un momento. Y, April, creo que Aaron está buscándote.

-Entonces me voy.-contesto mientras me pongo mi chaqueta.-Ya nos veremos.

Salgo de la casa y voy caminando hacia la mía, en el camino me encuentro a Daryl arreglando su moto.

-Hola.-saludo sonriente.

Él me hace un gesto con la cabeza a modo de saludo, pero yo no me conformo con eso.

-El otro día fuiste valiente. Ya sabes, por lo de querer arriesgarte por Aaron y por mí.

-Gracias. Tú tampoco estuviste mal.

-¿Verdad?-digo pegando un gritito de emoción-Jamás me había sentido tan bien cortando cabezas y matando herrantes.

-Sí, suena al plan perfecto.

Vuelvo a sonreir ante la ironía de sus palabras, me parece que cada día agrieto un poco más el muro que nos separa.

-Oye... La próxima vez que salgamos me gustaría montar en la moto contigo. Digo, si tú quieres.

Entonces pone toda su atención en mí.

-Claro, por qué no.

-Genial, hasta la próxima entonces.

-Adiós.-empiezo a andar después de que se despida, pero entonces escucho algo más que hace que me pare-April, prometo que no te tiraré.

Me giro y le veo sonreir. Yo le devuelvo el gesto y muevo mi mano despidiéndome de nuevo. Llego a casa donde Aaron, Eric y Babieca me esperan, la perrita recibe caricias de ambos, que charlan animadamente a saber sobre qué. Saludo y ellos también lo hacen, Babi corre hacia mí y yo la abrazo como puedo, pues no para de moverse a mi alrededor.

-April, ¿te gustaría ayudarme a preparar la comida?-pregunta Aaron.

-Sí, hace mucho que no utilizo la cocina.

Mientras yo comienco a calentar agua en una olla el saca una lata de judías que Olivia le dio cuando comimos en su casa. Me cuenta que en unas horas tienen que ir a una reunión por lo que pasó hace dos noches y que tengo que quedarme en casa con Babieca. Una vez terminamos, ponemos la mesa y empezamos a comer.

-No sé si debo ir a ver a Ron.-comento.

-¿Por qué?

-Acaba de perder a su padre, nunca le he visto tan afectado, ¿y si llego a su casa y no sé qué decirle?

Until Death Do Us Apart |Daryl Dixon|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora