Capítulo 16

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Han pasado varios días desde que me despedí temporalmente de mamá, también desde que Daryl y yo empezamos con lo nuestro. No puedo ponerle nombre, no puedo decir que somos novios o pareja, tan solo puedo decir que le quiero y él me quiere a mí, es algo solo nuestro.

Me he levantado hace una hora y me he dado una buena ducha, aun con el pelo húmedo enfundo mi machete y cojo mi nueva pistola, aquella que escogí en la armería. Tengo exactamente diez minutos para llegar a la entrada de Alexandría y relevar a la persona que está en el puesto de vigilancia, debo darme prisa.

Bajo rápidamente las escaleras y me despido de Aaron, Eric y Babieca, el castaño me informa de que hoy Rick y Daryl saldrán en busca de provisiones, aunque yo ya lo sabía, Dixon lo habló conmigo hace un par de noches, quería que supiese que prefería ir solo con su amigo para no correr riesgos, yo accedí a cambio de que esta fuera la primera y última vez, solo he sentido en una ocasión la sueve brisa del viento ahí fuera, pero es suficiente para que quiera repetir mil veces más la experiencia.

Llego justo a tiempo para hacer el relevo a mi compañera, que resulta ser Michonne, Eugene está junto a la verja de entrada, debería hablar con él.

-¿Podrías aguantar un poco más ahí arriba?-pregunto a la mujer, que asiente sonriente, aunque se nota que está cansada.-Solo será un minuto, lo prometo.

Corro hacia mi amigo y él se sobresalta ligeramente al ver lo decidida que me dirijo hacia él.

-Hola, Eugene.

-Hola...-responde sin muchas ganas.

-Oye, quería disculparme por dejarte plantado el otro día, sé lo importantes que son nuestras reuniones para ti.

-No te preocupes, lo entiendo. Cuando una persona está triste o enfadada quiere estar a solas para tener la mente despejada, por eso te dejé sola cuando me lo pediste. Aun así avisé a Daryl, no hace falta ser un genio para saber que no estabas demasiado bien si llevabas encerrada todo un día en tu habitación cuando llegué.

-Sí, vino a hablar conmigo...

-No te molestes en mostrar timidez, sé que ahora estáis juntos.-abro los ojos de golpe al escuharle, ¿cómo demonios...?-Él me lo ha contado, creo que en realidad se lo ha contado a casi todo el mundo, cuando habla de ti te describe como si fueses la criatura más perfecta que habitase la Tierra en estos momentos, se ha enamorado...

-Daryl no está enamorado, solo nos gustamos.-digo colorada ante lo que me acaba de contar.

-Habla por ti, él está enamorado.

Mi amigo empieza a abrir la verja y yo me aparto del camino cuando observo un coche que se dirige hacia la entrada de la comunidad. Cuando se para, del vehículo salen Rick y Daryl, este último se dirige hacia mí sonriente.

-Hey, ¿qué haces aquí?

-Me toca hacer guardia, bueno, en verdad me tocaba desde hace diez minutos.

-Oh, genial. Rick y yo estaremos fuera todo el día, Alexandría necesita comida, cuanta más encontremos, mejor.

-Buena suerte, entonces. Nos vemos por la noche.

-Nos vemos por la noche.

Sus ojos azules se entrecierran ligeramente cuando vuelve a sonreirme, sé entonces que estoy preparada para dar un paso más en lo nuestro.

Lentamente agarro al chico por la nuca y lo voy acercando hacia mí, él coge mis mejillas con sus manos y las acaricia tiernamente. Nuestros labios se juntan y las mariposas que hay en mi estómago empiezan a revolotear haciendo que sienta un cosquilleo infinito. Ni cien besos de Spencer, ni mil de cualquier otra persona podrían igualar al que estoy dando ahora, sus labios son dulces y encajan a la perfección con los míos, las piernas me flojean ligeramente al darme cuenta de que me siento como las protagonistas de todas esas novelas romanticonas que llevo años leyendo. Poco a poco nos separamos y unimos nuestras frentes.

Until Death Do Us Apart |Daryl Dixon|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora