Until Death Do Us Apart |Daryl Dixon|

Capítulo 39

-Así que encontraste a ese grupo y no dijiste nada a Rick.-repito por tercera vez intentando asimilar lo que Tara me cuenta.

-Así es.-responde ella.

-Eres flipante.-digo sonriéndola.

Ella me sonríe de vuelta y seguimos remando.

Hemos salido de Alexandria muy temprano, desde nuestros vehículos, Tara nos ha ido guiando para llegar al poblado desconocido que descubrió mientras yo estaba encerrada en el Santuario. Por lo poco que me ha podido contar sé que los Salvadores descubrieron el lugar y mataron a hombres y niños, por lo que en su mayoría la población está formada por mujeres. Malditos hijos de perra.

Daryl ha ido todo el camino en su moto, y ahora, que estamos cruzando un río en barca con el resto, no tengo la suficiente intimidad como para hablar con él a solas. Ni siquiera sé de qué quiero hablar, solo necesito que me diga que vamos a estar bien, le necesito a él.

Bajamos de la barca y empezamos a caminar por un bosque con tantos árboles iguales que sería muy fácil perderse. Aaron y Eric se pasan todo el camino pegados a mí, desde que regresé a casa están más sobreprotectores que nunca.

-No es necesario que estéis conmigo todo el rato.

Es la cuarta vez que se lo digo, pero ellos solo asienten para pegarse un poco más. Llegados a un punto, Tara nos ordena parar.

-Es aquí.-dice.-Iros preparando, yo entraré y hablaré con ellas.

Rick y Michonne van hacia un árbol para que ella trepe y vigile desde ahí. Enid y Carl van con Tara para acercarse un poco más a la entrada. Jesús y Daryl atan algunos de los explosivos que cogimos en la carretera el día que Daryl y yo nos reencontramos y los dejan en el camino. Me gustaría tener algo que hacer, pero la noticia de mi incorporación en el grupo ha sido tan repentina para el resto que no han tenido tiempo de asignarme ninguna misión, por lo que me limito a vigilar que ningún caminante nos sorprenda.

-Debí intentar retener a Rosita y Sasha, si hubiera esperado un día más...-dice de pronto Jesús.

-¿Qué quieres decir? ¿Dónde están?-pregunto alarmada.

Daryl se levanta de pronto y me coge de los hombros, intentando esbozar una sonrisa para calmarme.

-No es nada grave, no te preocupes.

-¿Dónde están?-repito.

Mi novio suspira cerrando los ojos, cuando los vuelve a abrir veo que están más oscuros que de costumbre.

-Han ido al Santuario, April. Quieren matar a Negan.

Un nudo se forma en mi garganta y me cuesta un poco respirar. Van a matarlas, van a matarlas.

-¿Qué?

-Son fuertes, April.-dice Jesús.-Seguramente ya estarán las dos de vuelta en Hilltop.

-Exacto.

-Vale, vale...-contesto recuperando el aliento, intentando convencerme a mí misma de que ambas están bien.

Pienso entonces en Nathan y Grace. ¿Cómo estarán? Espero que Negan no les haya puesto la mano encima otra vez. ¿Se habrán cruzado alguna vez con Eugene? Ojalá él esté bien también. Me pregunto qué pasaría si se conocieran, quizás mis hermanos le vieran débil y muerto de miedo y le ayudarían a escapar, quizás Negan se enterase y les hiciese algo más que ponerles la mano encima...

Pero no se conocen, April, no se conocen.

-¿Sigues aquí?-pregunta Daryl meneando su mano frente a mi cara.