-¿Quién coño te ha hecho eso?
No me muevo ni un centímetro, lo sabía, sabía que era él.
-Creí haberte dicho que te largaras.
-No me has respondido.
-¡Daryl, vete! Por favor...
-No voy a irme. No quiero y tú tampoco, cuéntame quién ha sido.
-No quiero hablar de ello...
-¡Joder, tienes un montón de quemaduras en la puñetera espalda!-todo se queda en silencio, no sé muy bien qué responder a eso.-Vale, vamos a hacer una cosa, tú me cuentas cómo pasó y yo me largo, te lo prometo.
Suspiro mientras me doy la vuelta lentamente, puedo observar como el rostro serio de Daryl se torna preocupado al verme. Tengo los ojos hinchados, seguramente con ojeras, no me he cambiado de ropa en dos días y apenas he comido, mi estado actual tiene que ser un desastre. Me pongo la camiseta antes de que me dé tiempo a sonrojarme y comienzo a narrarle una historia que nadie, absolutamente nadie conoce.
-Esto no me ha pasado en Alexandría, en verdad, todo pasó antes del apocalipsis. Era invierno, yo tenía diecisiete años, mi madre, mis hermanos y yo estábamos en casa durmiendo mientras mi padre estaba de fiesta con compañeros de trabajo. Como a las cuatro de la madrugada oí la puerta abrirse y supe que era él, así que intenté volver a dormir, pero entonces escuché un ruido similar al de un cristal rompiéndose y me asusté. Caminé hacia el salón y le vi sentado frente a la chimenea, estaba jugando metiendo unas varas de hierro para mover la leña en el fuego. Cuando se dio cuenta de mi presencia me sonrió y empezó a dirigirse hacia mí tambaleándose.
-Estaba borracho.
-Muy borracho. Empezó a decir tonterías y yo le amenacé diciendo que si no paraba avisaría a mi madre, fue la peor decisión que tomé en la vida. Su rabia comenzó a crecer y cuando me iba a dirigir al dormitorio en el que estaba mi madre, me golpeó la espalda con la vara ardiendo.
Sollozo y Daryl se acerca, pero me aparto rápidamente, si intenta compadecerse de mí acabaré llorando.
-Le pareció divertido ver cómo el calor de la vara atravesaba la tela del pijama y quemaba mi piel mientras yo gritaba. Mi madre se despertó por el ruido y corrió hacia el salón, al ver la escena fue hacia mi padre y le hizo entrar en razón, consiguió hacer que se fuese a dormir y nos cogió a mis hermanos y a mí para ir al hospital. Allí se inventó que había tenido un accidente y se quedó conmigo toda la noche, me hizo jurar que al día siguiente cuando viésemos a mi padre no le diríamos que había sido el culpable.
-¿Qué? ¿Por qué?
-No, no lo sé... Estaba asustada y le hice caso, a veces pienso que si hubiese dicho algo igual le habría hecho daño a ella o a mis hermanos.
-April, yo... Lo siento mucho.-Agacho la cabeza dejando escapar una lágrima, no puedo aguantarlo.-¿Cómo pudiste seguir viviendo con él después de todo?
-Yo simplemente... Lo hice. Vivíamos una gran mentira, pero él era mi padre y me quería, no se acordaba de nada de lo que pasó esa noche y yo no quise contárselo.-me limpio las mejillas empapadas con la manga de mi camiseta.- Ahora él no está, dejó de estar hace dos años, lo único bueno de todo eso es que ya no tengo que estar muchas noches en vela esperando que mi padre vuelva a casa sobrio después de una cena con sus amigos, lo único...
Sigo con la cabeza agachada, no puedo levantarla, no quiero. Sus brazos me envuelven de pronto, yo no puedo decir o hacer nada, aun intento asimilar lo que acabo de contarle.
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Until Death Do Us Apart |Daryl Dixon|
FanficApril lleva más de un año en Alexandría. Sin pistas de dónde puede estar su familia, sin garantía de una larga vida, pero al menos sin estar rodeada de los herrantes. Su oportunidad de oro llega cuando un grupo nuevo aparece en la comunidad. Uno de...