Capítulo 29

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-Ponte esto, Arat te llevará a tu nueva habitación. Hablaremos más tarde.

Negan me tira ropa negra y se marcha dando un portazo. La chica de mechas me mira con los brazos cruzados y yo agacho la cabeza incómoda.

-¿Podrías darte la...?

-No.

Resoplo y me giro para ponerme de cara a la pared, no me siento segura sabiendo que tengo a Arat detrás y no puedo ver lo que hace, pero mi vergüenza en este momento supera a mi miedo. La prenda negra es un vestido que me queda realmente ajustado y que tan solo me cubre la mitad de los muslos, también hay unos tacones del mismo color, cuando me los pongo estoy a punto de tropezarme. Me siento totalmente desnuda con esto, lentamente me giro y veo como la chica me inspecciona de arriba abajo. Después, me coge del brazo y salimos de la que alguna vez fue mi habitación. Llegamos al Santuario hace menos de una hora, pero esta vez no tengo la misma sensación que la primera vez que recorrí sus pasillos, ahora algo tenebroso envuelve este lugar. Avanzamos hacia una puerta tras la cual se escuchan numerosas voces femeninas, Arat abre y de pronto lo único que se escucha es el silencio. Me encuentro con una habitación llena de mujeres de distintas edades que van vestidas como yo. No parecen estar en malas condiciones, el lugar tiene muchos muebles, comida y bebida.

-Que lo disfrutes.-dice Arat antes de cerrar la puerta.

Todas las mujeres me miran atentas, nadie dice absolutamente nada, al menos hasta que escucho una voz que me resulta familiar.

-¿April?

Giro mi cabeza buscando en todas direcciones, es entonces cuando encuentro el rostro de la mujer de pelo y ojos castaños.

-¿Sherry? ¿Qué haces tú aquí? ¿Quiénes son ellas? ¿Qué es este lugar?

Ella me mira durante unos instantes y agacha la cabeza mientras niega.

-Estás en la habitación de las esposas de Negan.

Ahogo un suspiro al escucharle, esto no puede ser real.

-¿Qué? ¿De qué va todo esto?

-Negan nos ha escogido para satisfaccer sus necesidades y las del resto de hombres del Santuario.

Cierro los ojos y cojo aire.

-Así que sois algo así como... ¿unas prostitutas?

-No, a ellas les pagan, a nosotras nos violan.

Vuelvo a echar un vistazo a la habitación.

-Eso es horrible...

-Habla por ti.-contesta de pronto otra mujer. Es morena de piel y tiene una figura de modelo.-Nosotras seguimos vivas.

-¿Cómo puedes decir eso? ¿Acaso es mejor vivir siendo utilizada por un hombre que...?

-¿Qué morir a base de batazos? Sí, lo es.

-Deja de decir tonterías, Sarah.-le corta Sherry.

-No, ella es la puñetera hija de Negan, tiene todo ganado.

-¿Cómo? No sé si te estás dando cueta de que ahora soy una de las vuestras. ¡Nunca he sido la puñetera hija de Negan, me da igual lo que él diga! Él solo nos salvó a mis hermanos y a mí, pero ahora me trata como a cualquiera.

Todo se queda en silencio, una chica rubia de mi edad se acerca poco a poco hacia mí.

-¿Por qué hablas así de él? No tienes nada que perder aquí, deberías estarle agradecida.

-¿Que no tengo nada que perder? Verás, yo vivía en un comunidad no muy lejos de aquí, tenía amigos a los que Negan mató y una pareja a la que está torturando. Además, a partir de ahora, la vida de mis hermanos y la mía está en peligro. Probablemente sea la que más puedo perder aquí dentro.

Until Death Do Us Apart |Daryl Dixon|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora