Capítulo 2

1.2K 72 3
                                    

-Le dijo a Spencer que le relevaría, lleva toda la noche aquí...

-No me lo puedo creer, esta chica es una cabezota.

Eso es lo primero que oigo. Cuando abro los ojos aun estoy en la torre, y Deanna y Nicholas están de pie frente a mí.

-Creo recordar que ayer te dije que fueras a descansar.-dice ella.

-Pues ya ves, he descansado bastante.

Deanna se ríe y me alivia ver que no está enfadada.

-Hazme un favor, vete a dar una ducha, los chicos estarán al llegar.

Me levanto y asiento. Por un momento se me había olvidado que Aaron y Eric aun no están aquí. Bajo de la torre y me dirijo a mi casa. Abro la puerta, todo está en silencio. Dejo mi chaqueta en la entrada y subo las escaleras hasta mi habitación. Allí, me desvisto y cojo la ropa que me voy a poner. También cojo las tijeras, hoy es un buen día para cortarse el pelo. Me meto en la ducha, el agua está casi ardiendo, tal y como me gusta. La sensación de los chorros deslizandose por mi cuerpo es lo más relajante del mundo. Enjabono mi pelo despacio, casi acariciándolo. Si solo pudiese quedarme con una habitación de esta casa, elegiría el baño sin dudarlo. Enjabono también mi cuerpo y me aclaro, cuando salgo de la ducha me ato una toalla alrededor y con las tijeras en la mano empiezo a cortar mi pelo. El corte es bastante grande, he decidido que un cambio de look no me vendrá mal. Al fin, veo como el pelo que antes me llegaba por debajo del pecho, ahora tan solo está unos centímetros bajo mis hombros, perfecto. Me visto y salgo del baño, después me dirijo a la habitación de mis amigos, que también son mis compañeros de hogar, y me tumbo sobre su cama. Adoro esa cama, es la mejor de la casa, y como ellos llegaron antes, ellos se la quedaron. Es entonces cuando escucho como la puerta se abre.

Bajo corriendo las escaleras, creo que se me va a salir el pecho de felicidad. Cuando llego a la entrada veo a Eric sonriéndome.

-¡Eric!-digo contenta.

-¿Cómo estás, pequeña?

-Muy preocupada, no pensaba que tardaríais tanto en venir.-es entonces cuando veo que tiene vendado el pie izquierdo.-¿Qué te ha pasado?

-Oh, nada. Solo tuve un pequeño accidente.

-¿Y Aaron? ¿Dónde está? ¿Está bien?

-Sí,-ríe.-está bien. Si sales fuera le verás hablando con los nuevos, les está enseñando sus casas.

Salgo corriendo al porche y miro a ambos lados. Cuando giro la cabeza hacia la derecha, veo tres personas a cuatro casas de distancia. Una de ellas es mi amigo, y las otras dos son un hombre y un niño con un sombrero de vaquero o algo así. Me cuesta pensar que ellos dos sean los únicos que formen el grupo, para empezar porque Eric ha dicho que Aaron les estaba enseñando sus "casas". De lo que no tengo ni idea es de dónde está el resto. Aaron se aleja de ellos, y cuando me ve a lo lejos una sonrisa decora su rostro de golpe, y el mío también.

-¡Te he echado muchísimo de menos!-digo abrazándole. Quizás parece que exagero, pero realmente no sabe cómo me sentí ayer al ver la bengala.

-Yo también a ti, pero ya estoy de vuelta. ¿Está Eric aquí?

-Sí.

-Genial. Por cierto, ¿qué le ha pasado a tu pelo?

Sonrío tímidamente y paso los dedos por mi ahora media melena.

-¿Te gusta?

-Te queda genial.

Me da un beso en la frente y entra a la casa. Sentada en el banco del porche, mi curiosidad empieza a querer conocer el rostro del misterioso grupo que acaba de entrar en Alexandría, y pienso en la forma de presentarme sin asustarles. Paso a la casa y no veo a nadie en el salón. El sonido de la ducha inunda la casa y no se escucha nada más.

Until Death Do Us Apart |Daryl Dixon|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora